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Profeta en su tierra 

Creo que deben ser muy pocos los jiennenses que no se alegren del éxito profesional de su paisano Santiago Rodríguez Ramiro, conocido en toda España como Santi Rodríguez. Aunque nació en Málaga es más jienense que la cerveza El Alcázar, y podemos decir alto y claro que profeta en su tierra, que no siempre ocurre así. Santi se lo ha ganado a pulso, por su sencillez, porque la fama no le ha hecho cambiar y porque se ha implicado hasta los tuétanos con empresas solidarias que le han hecho ganar el afecto de la gente.

Este jienense de 50 años, actor y cómico, estudió Derecho en la Universidad de Granada, pero no llegó a recoger su título porque su vocación estaba en otro mundo. De pequeño se aprendió de memoria el famoso chiste de los garbanzos, lo contaba con una gracia muy especial, según dicen algunos testigos de esas actuaciones memorables en el ámbito familiar, y fue haciendo tablas al tiempo que vencía su innata timidez. Los comienzos no fueron fáciles, hizo más de un viaje a Madrid en busca de oportunidades y se volvió de vacío, pero no llegó a desistir y con constancia y cada vez más oficio le llegaron las primeras oportunidades que supo aprovechar porque estaba claro que valía, algunos entendidos ya le habían hecho los mejores pronósticos.

El éxito le vino tras participar en el Club de la Comedia al fichar por “7 vidas”, ahí empezó una trayectoria imparable que no vamos a reproducir porque todo el mundo conoce, una ascensión meteórica por su trabajo y por el talento que poco a poco iba acumulando con la intervención en diferentes programas de televisión, en teatros, en concursos, algunas películas… Santi lo ha aprovechado todo y esto hace que se haya convertido en un artista querido y entrañable para los españoles, desde el popular “frutero” hasta todos y cada uno de los personajes que ha interpretado.

Su relación con la ciudad, en la que vive su familia, es digna de destacar. No es por casualidad que Santi tenga un parque en Jaén que lleva su nombre y que haya recibido en los últimos años premios tan destacados como el Jiennense del Año de Diario Jaén, o el Premio Jaén Paraíso Interior de la Diputación, por la difusión que hace de la provincia. En efecto hay que ver la de veces que ha exhibido en televisión camisetas con motivos jiennenses de cualquier índole, no cabe mayor gesto de jaenerismo. Y no se puede olvidar que es un artista volcado con las causas solidarias, que inició con la Asociación Síndrome de Down y ha extendido a otros muchos colectivos sociales a los que va a dedicar en diciembre su iniciativa “7 aceitunas solidarias y un lagarto”.

En el caso de la Asociación de Síndrome de Down nos parece extraordinaria la labor que el popular jienense realiza con su apoyo personal y el festival “Santi y sus amigos” que ha instaurado. No sólo las iniciativas sociales le animan, de esto pueden dar testimonio el Jaén Paraíso Interior de Fútbol Sala o el Real Jaén. Hace unos meses deleitó a su público con un enorme espectáculo, “Como en la casa de uno…en ningún sitio”, donde recibió el caluroso homenaje de su gente. Jaén es su refugio, aquí están su esposa Victoria, sus hijas, y los padres del matrimonio, personas tan buenas y sencillas de lo que doy fe porque las conozco bien. Nuestro Santi tiene cuerda para rato porque a poco que se le conozca tiene una gran facilidad para la empatía. Su gran valor, aparte de todos los enumerados, reside en la humildad, esa llave tan poderosa que es capaz de abrir tantas puertas.

 

 

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