Al frente de una gran empresa
Podía haber sido abogada como su padre o como sus hermanos pero le atrajo la farmacia y regenta una oficina en la cercana localidad de Fuerte del Rey. Es una mujer de éxito que ha pasado por diferentes ámbitos de responsabilidad en colectivos hasta ahora copados preferentemente por hombres, como ha sido el Colegio Oficial de Farmacéuticos, donde ha ocupado la vicepresidencia en el equipo saliente de José Manuel Árias de Saavedra, donde ha dejado su impronta.
Desde hace tiempo tuvo que acostumbrarse a no prescindir para nada de su agenda por la acumulación de cometidos, unos por obligación y otros por devoción. Siempre que escribo de esta familia subrayo lo que marca el apellido Oya, es hija del abogado y concejal del Ayuntamiento de Jaén por Alianza Popular en la primera corporación democrática, Felipe Oya Rodríguez, que fue asimismo portavoz del mismo partido en la Diputación. Todo un señor de la política que dignificó el cargo y que junto a todos los miembros de la añorada etapa histórica, ellas y ellos, siguen siendo un referente a pesar del tiempo transcurrido, más aún ahora donde se han ido perdiendo las formas y queda muy poco de aquella primera ilusión y entusiasmo por ser útiles, constructivos y honrados desde los ayuntamientos.
Sus hermanos Vicente y Ana son abogados, el primero decano del Colegio Oficial en este momento, con la misma templanza que el recordado Felipe, y su ‘chache’, como ella lo llama, es el compañero periodista y cronista oficial de la ciudad de Jaén y de la villa de Cambil, Vicente Oya, ya que esta familia es oriunda del citado municipio de Sierra Mágina. No puedo olvidar a su querido esposo Fernando Zaldúa, fallecido hace muy pocos años, un sevillano que se enamoró de Jaén y que se sintió atraído por la política, fue concejal de la Corporación jienennse y presidió la Universidad Popular. María Jesús, ocupada en sus múltiples labores, también ha sido tentada a participar en la vida pública, antes de las elecciones locales recibió una invitación de Fernández de Moya para incorporarse a la lista del PP, pero ella optó, pienso que acertadamente, por dejar pasar este tren, porque puede ser socialmente rentable en otros ámbitos y porque probablemente su sintonía política, como en su día la de su marido Fernando, no estuvieran muy cercanas al actual alcalde y líder de los populares en Jaén.
Persona extrovertida, trabajadora, es consciente de que por las responsabilidades que le han tocado desarrollar está desde hace unos años en el escaparate y su nombre suena ya sea para tratar de captarla para la política o para dar un pregón de gloria, por poner solo dos ejemplos. Esta amante de Jaén, de su Catedral y de su Virgen de la Capilla, preside desde hace unos años la cooperativa farmacéutica Jafarco, considerada la quinta empresa de la provincia en volumen de negocio, en la que se ha hecho acompañar para la gerencia de otra mujer, Covadonga Sánchez, en un tándem que tiene los mejores presagios para apuntalar el futuro de esta compañía que distribuye medicamentos en toda la provincia y otras próximas, por lo tanto lo suyo es bastante más que un negocio.
Por encima de todo, y como creo conocerla bien, siempre me ha admirado su dinamismo, la capacidad para multiplicarse, la
forma tan sencilla de demostrar, sin alardes ni ostentaciones, que una mujer preparada es capaz de comerse el mundo cada día. La veo feliz haciendo lo que le gusta. Y además lo hace muy bien.