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Todos debemos aprender a desenvolvernos en este nuevo y cambiante escenario de comunicación del Siglo XXI. Todos, inexcusablemente, deberemos afrontar el reto de asumirnos como avatares en este mundo virtual, en el que el manejo de las herramientas y la comprensión de los códigos que rigen su adecuada aplicación, se han convertido en las nuevas asignaturas pendientes para una gran parte de la sociedad.

Si la modernización tecnológica de nuestras fábricas supuso una revolución a escala global, la aparición del modelo de comunicación 2.0 es, sin lugar a dudas, una nueva revolución que debemos asumir cuanto antes, poniendo de nuestra parte el máximo interés en adecuarnos y reinventarnos, con el fin de seguir siendo ‘competitivos’ social y profesionalmente.

La apatía, el escepticismo y la dejadez que muestran muchos segmentos de nuestra sociedad jiennense ante el nuevo devenir de comunicación, se está convirtiendo en un lastre para el desarrollo social, político y económico. No ser capaces de asumir que el futuro pasa por este nuevo cambio de paradigma, significa quedar rezagados de la cabeza del pelotón, tanto individual como colectivamente.

Aquellas provincias y países que ya tienen asumido el rol de lo 2.0, ya están situados un paso por delante de quienes seguimos esperando que la clase política nos arregle nuestros problemas sociales y económicos. Y esa distancia, todavía salvable, puede transformarse en un precipicio insalvable si no ponemos las medidas necesarias para evitarlo.
Lo principal para poder llevar a cabo este proceso de reeducación es simplemente tener la ‘voluntad de querer hacerlo’. Ser consecuentes con el futuro de nuestra sociedad jiennense implica un compromiso político y económico entre todos los estamentos que la conforman, que conduzca a la implantación y desarrollo de las bases necesarias para hacer accesible la formación, y me refiero a Formación totalmente actualizada, ya que el mundo digital cambia constantemente, así como la habilitación universal de unos canales mínimos que permitan su consolidación social -el acceso a la Formación e Información en Internet debe ser un derecho universal en toda sociedad moderna-.

Si no lo hacemos así, nos convertiremos en una sociedad de incultos digitales, que nos devolverá a los tiempos en los que nuestra capacidad competitiva estaba limitada por los elevados niveles de analfabetismo que caracterizaban a nuestro país.
Creo que es un buen momento para que todos nosotros y quienes tienen que tomar las decisiones, asuman que el modelo educativo debe incorporar ‘de verdad’ una de las asignaturas más importantes para el futuro: la comunicación Digital y hacerla extensible a la juventud y también a las capas ‘adultas’ de la sociedad jiennense.

Todavía estamos a tiempo de solventar nuestra incultura digital. Todavía estamos a tiempos de seguir siendo competitivos. Todavía estamos a tiempo de que JAÉN Y LOS JIENNENSES SE MEREZCAN MUCHO MÁS.

ABRAHAM LÓPEZ

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