Por ANTONIO GARRIDO / La Diputación Provincial acaba de anunciar hace unas fechas la designación de sus Premios “Paraíso Interior 2022”, en el marco del próximo Día Mundial del Turismo, que han correspondido a los grandes cocineros de Jaén Pedro Sánchez (Bagá), Juan Aceituno (Dama Juana), la Vía Verde del Aceite, el Tenis de Mesa de Linares, y la asociación sociocultural Iuventa, cuyo presidente es el incansable Rafael Cámara Expósito. En esta ocasión me voy a detener en él de manera exclusiva, pero prácticamente para reproducir lo que ya escribí de este gran jaenero hace siete años, en la sección de semblantes que en aquel verano tuve en el Diario Jaén. No he cambiado mi aprecio sobre Rafael Cámara, si acaso el tiempo transcurrido ha logrado que aumente mi consideración y admiración a la tarea que realiza de manera tan altruista.
Los Premios “Jaén, Paraíso Interior” son concedidos por la Diputación Provincial con el objetivo de distinguir a personalidades y entidades que contribuyen a aumentar el conocimiento y la promoción de la provincia fuera del territorio jienense. Desde 1998, año en que se celebró la primera edición, se ha reconocido a medio centenar de personas e instituciones que han enarbolado su condición de jiennenses o bien, han sido cautivados por esta provincia.
En una ciudad que hasta hace muy poco se ha caracterizado por una endeble sociedad civil organizada, hay que resaltar sin embargo la presencia de colectivos que ya vienen haciendo una gran labor, que está siendo reflejada en los medios y en las redes sociales. Pero si hay alguna asociación que merezca figurar como pionera en la defensa de los valores de la ciudad, en especial de su riqueza histórica y patrimonial, esa es la asociación socio-cultural Iuventa que preside Rafael Cámara Expósito, un funcionario de la Junta, joven y competente, que se conoce al dedillo los secretos de esta capital y que se ha ganado la consideración y el respeto de quienes le conocen y admiran la generosidad y grandeza de su tarea al frente de una institución de voluntariado tan implicada en hacer de Jaén una ciudad agradable y orgullosa de su pasado.
La labor realizada con Rafael Cámara a la cabeza, es digna del mayor aplauso. Desde el convencimiento de que Jaén tiene mucho que enseñar, creen que ha pasado la hora de lamentarse y ese tiempo y energía aprovecharla en recuperar en lo posible las oportunidades perdidas y en abrirse al futuro como vigía permanente para evitar desmanes y frenar las malas prácticas políticas, y convencer a los jienenses de que el futuro de la ciudad depende de ellos. Han realizado campañas como la de “yo vivo en el casco antiguo”, se ha promocionado a Jaén como la ciudad más misteriosa de las Andalucías, se ha difundido la riqueza arqueológica como señal de su antigüedad y, en fin, entre otras muchas actuaciones, Cámara lleva muchos años difundiendo historias en base a personajes, monumentos, y acontecimientos de la vida local. Es un libro abierto sobre la memoria viva de nuestro Jaén.
La joya de la corona de Iuventa ha sido la recuperación para Jaén de su protagonismo en las tres culturas, pero de una manera especial la puesta en el escaparate de su judería, que incluyó a esta capital en la Red de Juderías de España y que está perfectamente identificada para el consumo turístico que en este ámbito es singular. Precisamente hace poco se procedió a conmemorar el 1100 aniversario de Hasday Ibn Shaprut, una gran figura del hebraísmo y uno de los grandes sabios de la historia de Andalucía, un jienense nacido en el año 915 en lo que entonces era Medina Yayyan, y que goza en Jaén de una calle al lado de la Universidad, que recuerda todo un legado y que fue distinguido con la Medalla de Oro de la ciudad concedida por el Ayuntamiento en el mandato de Javier Márquez. Cámara, además, ha viajado a diferentes lugares del mundo para encontrarse con descendientes de judíos que fueron expulsados de Jaén, una rica experiencia y él como un embajador de lujo.
La asociación Iuventa nació hace unos 30 años con origen en el barrio de Santa Isabel para promocionar la cultura y los valores humanos en una zona por entonces muy desfavorecida. Este referente de movimiento asociativo pronto vio la necesidad de expandirse al detectar las graves carencias y deficiencias en la zona sur, motivo que le llevó a ampliar fronteras para implicarse de lleno en la promoción del conjunto histórico y en general del patrimonio local. Hay mucho trabajo por delante, alzando la voz tan fuerte como es necesario, pues ya se sabe que como expresó Quinto Horacio Flaco, nuestros regidores se dicen para sí “el pueblo me silba, pero yo me aplaudo”, el caso es que los poderes públicos son extremadamente lentos en la toma de decisiones. Pero donde no llegan las políticas lo hacen los ciudadanos con actividades, una voz independiente y montones de ideas. Estos grupos sociales hay que cuidarlos, su actitud me recuerda la frase de Calderón de la Barca: “la voz del pueblo es la más sonora salva”. Y también los premios como el que se les ha otorgado es al mismo tiempo reconocimiento y acicate a una labor fértil y de exigente militancia ciudadana.
Foto: Rafael Cámara Expósito, presidente de la asociación sociocultural «Iuventa».