La Diputación de Jaén abandera una iniciativa para que el «mar de olivos» formado 66 millones de árboles repartidos por la provincia sea reconocido por la Unesco con la catalogación de Paisaje Cultural del Olivar y Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Este particular bosque humanizado aspira a obtener este reconocimiento en 2019, según la meta que se ha fijado la Diputación para resaltar los atractivos y la singularidad del paisaje del olivar, cuyo aceite es admirado mundialmente.
El olivar y el aceite de oliva conforman un sector estratégico clave en Andalucía, donde es el principal cultivo, sobre todo en la provincia de Jaén, que es la mayor zona productora del mundo.
También hay decenas de miles de olivos en otras provincias como Córdoba, Granada, Málaga o Sevilla, y en menor medida en Cádiz, Almería y Huelva.
La dimensión del paisaje del olivar, del monocultivo del olivar y de los aceites de oliva virgen extra que se producen en Andalucía queda reflejada en cifras como las 170.000 explotaciones olivareras del territorio.
Otros datos que demuestran la importancia del sector son que más de 300 municipios tienen este cultivo como principal actividad, a la que se dedican un millón y medio de hectáreas y genera una producción de aceite de oliva que en el año 2014 fue de unos 3.000 millones de euros.
Desde hace más de un año se trabaja en el codiciado objetivo de la declaración del paisaje del olivar como Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Para ello se ha formado una comisión técnica encargada de elaborar el expediente de esta candidatura, que deberá contar finalmente con el beneplácito de las administraciones españolas antes de su presentación por parte del Ministerio de Cultura ante la Unesco.
La comisión técnica está formada por representantes de la Diputación de Jaén, de la Junta de Andalucía, de la Universidad de Jaén, de las organizaciones agrarias y de las cooperativas agrarias.
También participan la Asociación Andaluza para la Agricultura Ecológica (CAAE), la Asociación de los Grupos de Desarrollo Rurales Andaluces (ARA), la Fundación Guillén, Ecoliva, la Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO) y la Asociación Andaluza de Grupos de Desarrollo Rural.
Para reforzar esta candidatura se ha impulsado una estrategia de adhesiones al proyecto y se está incidiendo en el aspecto académico como plan de trabajo, para lo que ya se han celebrado numerosas reuniones y un seminario en la sede de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), en el Campus «Antonio Machado» de Baeza, bajo el título «Caracterización y Valores del Paisaje del Olivar».
En breve tendrá lugar, también en la UNIA, un curso de verano bajo esta misma temática, con la que se persigue resaltar el compromiso por la conservación de los excepcionales valores que representa el paisaje del olivar.
Un paisaje en el que se proyecta un manto plateado, un alineado mar de olivos en hileras que una tras otra suman muchos millones de árboles, cuyo origen milenario ha sido símbolo de la concordia y de la paz y es característico de la cuenca mediterránea, aunque se ha extendido a otras zonas del planeta y se cultiva en medio centenar de países.