Por ANTONIO GARRIDO RUIZ / Si Xavi confirmó en rueda de prensa el pasado sábado su intención de abandonar el banquillo del Barça en Junio era, principalmente, para agitar el avispero y que el equipo viviera ese tan ansiado y repetido hasta la saciedad «cambio de dinámica». Pero viendo el encuentro de este miércoles ante Osasuna, ese cambio parece que tardará un poco más en llegar.
El Barça venció por la mínima (1-0) al conjunto rojillo con el mismo juego y sensaciones que obligaron al técnico de Terrasa a dejar prematuramente su puesto de entrenador. El conjunto azulgrana dominó el balón como acostumbra, pero en la primera mitad Andrés Fernández, guardameta de Osasuna, fue un mero espectador al soliloquio de posesión estéril culé. Y para colmo el ‘Tiburón’ Ferran Torres se lesionó a los tres minutos de partido. A Xavi le crecen los enanos aún sabiendo que se marcha en cinco meses.
La segunda parte fue bien distinta por un nombre propio: el de Vitor Roque, flamante fichaje de este mercado de invierno. El brasileño aportó absolutamente todo lo que faltaba en el ataque culé durante la temporada. Velocidad, dinamismo, verticalidad y, por supuesto, gol. Suyo fue el tanto de la victoria que dio un respiro más que importante a Xavi, que después del episodio sentimental del otro día, un nuevo pinchazo este miércoles en casa hubiera sido demoledor para la leyenda del club.
También había curiosidad por ver cómo reaccionaba la afición culé al anuncio del adiós del míster, pero los cánticos durante todo el partido dejan claro que los aficionados no tienen demasiado que reprocharle a Xavi. En eso, al menos, ha salido ganando. Con la Liga imposible salvo hecatombe de proporciones bíblicas de Real Madrid y Girona, la Champions queda como el último reto de Xavi en el banquillo culé. Si es cierto que también parece una utopía, los poquísimas esperanzas pasan por los chavales (Vitor Roque, Lamine Yamal, Fermín López o Pau Cubarsí). Porque, al final, ellos serán el gran legado que Xavi dejará en el club.
Foto: Vitor Roque celebrando el gol del triunfo. (EFE).