Y ahora, ¿qué? Nos frustramos como aquel niño que va a tomar por segunda vez la Comunión y se queda esperando el convite y los regalos que acompañaron a la Primera.
Y ahora, ¿qué? Ya se han ido los músicos, ya se han marchado los bailarines, los artistas grafiteros. Ya no están los actores que lo dieron todo por amenizar una mágica noche en el gran escenario real de nuestro Casco Antiguo. Ya no hay visitantes ilustres cargados, como los Reyes Magos de Oriente, de buenas intenciones, muchas, pero sólo eso, intenciones…
Nos quedamos con las mismas calles en mal estado, con el mismo mobiliario urbano destrozado, con los mismos solares, las mismas casas okupadas, las mismas escasas infraestructuras a medio terminar, la misma falta de aparcamientos, el mismo déficit de servicios…
Los «malos actores» de siempre han vuelto a sus puestos, después del breve receso nocturno. Han retornado a las plazas con el atrezzo incorporado: sus litronas, sus broncas, sus porros…, los «malos grafiteros» de siempre han vuelto a sus andadas, dejando sus rúbricas soeces y sus dibujos obscenos sobre la fachada de algún sufriente vecino que tuvo que hacer muchas cuentas para poder adecentarla hace unos meses.
Y los insignes visitantes, nuestros particulares Magos de Oriente, ya se han ido habiendo cumplido, satisfactoriamente, con su misión de recorrer, durante una fugaz noche, las viejas calles, derrochando alegría e ilusión, dejando, a la parte de los espectadores residentes de esas viejas calles, agitando globos blancos mientras los veían alejarse. Esos mismos globos blancos que se desinflaban con el paso de las horas, de igual modo que las esperanzas de los que los portaban.
Dentro de esa comitiva real, la UJA ha demostrado que, durante una efímera noche al año, le importa el Casco Antiguo, pero nos sabe a poco, queremos más evidencias. Queremos, que salde la deuda con su querido Casco Antiguo y que implante alguna facultad. Eso sí que sería una demostración de amor y una inyección de vida.
La Junta de Andalucía ha demostrado que, durante una parca noche al año, le importa el Casco Antiguo, pero nos sabe a poco, queremos que lo manifieste cumpliendo aquellos lejanos compromisos como los de traer la Escuela Oficial de Idiomas, el Conservatorio de Música o el eterno Instituto…
El Ayuntamiento de Jaén ha demostrado que, durante una pasajera noche al año, le importa el Casco Antiguo, pero nos sabe a poco, queremos que cree una policía de barrio para la zona, que construya aparcamientos, que ejecute lo establecido en el reglamento de solares, que mantenga y conserve; que construya el Museo Escaparate, que ponga en valor los Baños del Naranjo… Eso sí que es apostar por el corazón de la ciudad…
La Diputación de Jaén ha demostrado que, durante una breve noche al año, le importa el Casco Antiguo, pero nos sabe a poco, queremos que, al menos, haga el amago de interesarse en la compra y posterior puesta en valor del potencialmente rico edificio del convento de Santa Úrsula…
La Noche en Blanco es como la Noche de Reyes pero sin bonito amanecer. Porque, después de la cabalgata, la música, la alegría y los colores, nos hemos ido a dormir ilusionados, pero, al despertar y asomarnos por la ventana, nos hemos quedado con la misma cara de aquel niño que tomó la segunda Comunión, observando que, tras la Noche en Blanco, vuelve el Día en Negro…