Por INMACULADA HERRADOR LINDES / Hace cinco años escribí un pequeño artículo, en este mismo medio, intentando explicar porqué la provincia perdía población. En él comentaba que, si bien existe una opinión generalizada de que el descenso demográfico en Jaén es debido a la emigración, la realidad es que el motivo fundamental de la pérdida de habitantes es la inversión de la pirámide poblacional, que se ensancha por la cúspide y, sobre todo, se achica por la base.
Lo que ocurre, en definitiva, es que nacen muchas menos personas de las que mueren. Además, esta situación, lejos de mejorar se ha ido agudizando desde que redacté aquel artículo, pero no sólo en Jaén, sino también en España y, en general, en Europa.
En 2018, cuando hice aquel análisis, andábamos en Jaén por los 7,71 nacimientos por cada 1.000 habitantes. El último dato registrado es de 7,21, pero es que en España es de 7,10. Con el índice de fecundidad pasa algo similar, ha pasado de 1,27 hijos o hijas por mujer a 1,23, situándose en España incluso por debajo, en 1,19.
La tasa de envejecimiento jiennense (población >64 años/población total), por su parte, ha aumentado un punto desde entontes, alcanzando el 20,03%, sólo unas centésimas por encima de la media nacional, que está en el 19,98%.
Podríamos preguntarnos entonces, si la situación de la pirámide poblacional en Jaén no es peor que en otras provincias españolas que ganan población. ¿Qué nos está ocurriendo?
Lo que sucede es que en otros lugares de España la pérdida de población por el crecimiento vegetativo negativo se compensa con un saldo migratorio positivo, es decir, que llegan más de los que se van, y aquí no.
Y cabría preguntarse ¿se nos va la población más que en otros lugares? Si atendemos a los padrones municipales, en el conjunto de la provincia de Jaén se registraron el año pasado 25 bajas por variación residencial por cada 1.000 habitantes. ¿Esto es mucho? Pues no lo es, ya que la media nacional se situó en casi 45 bajas por cada 1.000 habitantes, 20 más. Sin embargo, el número de altas por variación residencial en los padrones municipales fue de media en España de más de 49 por cada 1.000 habitantes, mientras que en Jaén fue de solo 24.
Los últimos datos nos dicen que un total de 41 municipios jiennenses han registrado más altas que bajas en sus padrones por cambio de residencia y que en 20 no se perdió población el año pasado (La Guardia, Martos, Torreblascopedro, Mancha Real, Guarromán, Peal de Becerro, La Iruela, Los Villares, Fuensanta de Martos, Jamilena, Baeza, Begíjar, Torres, Puente de Génave, Higuera de Calatrava, Chilluévar, Benatae, Jimena, Villanueva del Arzobispo, Albanchez de Mágina y Lupión, por este orden).
Sigamos trabajando para hacer de Jaén una provincia atractiva para vivir, para quienes estamos aquí y para quienes puedan venir.
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Foto: Lo que ocurre, en definitiva, es que nacen muchas menos personas de las que mueren.
