Son buenas personas, aquí además es que nos conocemos todos. Se aprovechan de eso, de que nadie se atreve a decirlo a la cara y esa puede ser la razón por la que muchos (nunca se puede decir todos) políticos que representan a Jaén, se piensan que lo hacen muy bien con esta tierra…cuando la realidad es que a sus espaldas los ponen a parir. Díganme si ustedes no están hartos de oír (en los bares, en los corrillos de feria, de amigos, de trabajo, de deporte, etc.) aquéllo de «en Jaén no hay ni un político bueno, ni uno que haya sudado la camiseta por sacar a Jaén adelante». Y la cosa no queda ahí, es que rematan con aquello de «tienen a Jaén en el último lugar, hecha una mierda» (disculpen la expresión). Y claro, es que hace dos décadas Jaén tocaba el listón de abajo, pero acompañada de otras muchas localidades y se veía como normal por no ser una potencia. Pero ahora ya, en pleno año 2017 y cuando viajar ha quedado al alcance de casi todos los bolsillos, aquí ya muchos han regresado diciendo que indiscutiblemente ahora esta tierra es la última en todo.
Y no sólo porque lideramos tablas de paro, despoblación, envejecimiento y desindustrialización… es que además no progresamos en hacer una ciudad limpia, estética, curiosa. Vamos, esos detalles que hasta la aldea más perdida del último pueblo cuida y mima para hacer atractiva su localidad. Es así, o al menos es lo que se oye en la calle. Como estamos en Jaén pocos son los que se atreven a clamarlo o a escribirlo en cartas al director de la prensa. Pocas veces se ve a colectivos cantándole las cuarenta a estos políticos, de todos los colores, que se apegan a la silla y sirven a Madrid y a Sevilla, pero no a Jaén. Del sector empresarial…¿quiénes ponen el grito en el cielo por lo que pasa en Jaén? Así que es todo una telaraña en la que estamos involucrados mientras Jaén se hunde. No soy catastrofista, más bien soy constructivo y luchador, y por eso reclamo hechos, inversiones y ganas de Jaén. Los acomodados, los estómagos agradecidos, los que deben favores, todos ellos (que son muchos) son los que hacen flaco favor a esta tierra y a la generación de jiennenses a la que estamos condenando por no dejarles un camino de progreso aquí en su tierra.
A mí me cansa que cada año el Gobierno central del PP nos ponga a la cola de sus presupuestos y los cargos provinciales del PP (elegidos por gente de Jaén) aplaudan a D. Mariano. A mí me cansa que cada año el Gobierno de la Junta, del PSOE, nos ponga a la cola de sus presupuestos y los cargos provinciales del PSOE (elegidos por gente de Jaén) aplaudan a Dª Susana. Esto no lo he visto jamás en ninguna provincia de España. Porque podemos entender que ellos defiendan su posición para que el de arriba no le quite la silla (que es tanto como decir el sueldo y otras cosas), pero no que lo lleven al extremo de traicionar a su tierra y a los votantes de Jaén, de toda ideología, que les eligen para que traigan a Jaén los mejores presupuestos, las mejores inversiones, la creación de polos industriales, del corredor central, de las autovías a Córdoba, a Estepa, a Levante, la maldita remodelación integral y revitalización del casco histórico peor tratado de toda España, nuestro Conservatorio Superior de Música, el de Danza, el parque arqueológico de Marroquíes Bajos, Jabalcuz, Otíñar, que nos indiquen en las carreteras más allá de nuestra provincia, que nos den la dignidad que merecemos de tener una Ciudad Sanitaria que nos niegan, la sede judicial, la sede de los laboratorios de análisis del olivar,…y no puedo seguir porque faltan líneas y líneas de tanto como se le debe a este Jaén tan maltratado y olvidado.
No hay derecho a tanto menosprecio. No hay derecho a que aboquen a nuestros jóvenes a renegar de su tierra y a que se marchen de aquí. No hay derecho a que los turistas nos digan, día sí y día también, que porqué los jiennenses consentimos que nos tengan todos los políticos de todas las administraciones tan mal. Y ellos, que se agarran a la situación económica (que ellos mismos han ocasionado) no salen de esa excusa y al final lo que demuestran es que ni creen en Jaén ni sienten amor hacia esta bendita tierra, que debería ser el mejor motivo para sus vidas. ¿Y lo vamos a seguir consintiendo? Ya está bien, ¡¡Jaén Merece Más!!