Fue un jiennense el último torero en cortar un rabo en la Plaza de Las Ventas. Han pasado varias décadas desde entonces y nadie ha logrado igualar la hazaña -no exenta de crítica y polémica incluso hoy día- de Palomo Linares frente al toro “Cigarrón” de Atanasio Fernández, en el San Isidro del 72.
Este hecho quizás pueda ser el más significativo en la trayectoria de quien ha sido uno de los toreros más grandes que ha dado nuestra tierra. Coincidiendo con el cincuentenario de su alternativa en la Plaza de Valladolid de manos de Jaime Ostos y Juan García “Mondeño”, las peñas taurinas linarenses –siempre activas y reivindicativas- conjuntamente con la Federación Taurina de Jaén, rendirán un magno homenaje provincial a Sebastián Palomo Linares.
Palomo fue uno de los toreros de Jaén que alcanzó a ser figura del toreo, escribiendo páginas de oro en la historia de la Tauromaquia. Su historia es la de un maletilla adolescente, hijo de minero, que buscó como tantos otros de su época una solución a su futuro en el mundo de los toros, y la encontró en aquella iniciativa de “La oportunidad” que pusiera en marcha la todopoderosa Casa Lozano, triunfando rotundamente y saltando a la fama.
Jaén, huérfana de héroes, encontró en este linarense al paisano triunfador y arrollador en la vida merced a sus éxitos en los ruedos. El ídolo al que seguir y admirar, alcanzando la popularidad propia de las estrellas de la época. En el caso de Palomo, incluso, se da la circunstancia que más allá de los ruedos hizo incursiones en el cine protagonizando dos películas “Nuevo en esta plaza” y “ Solos los dos “. La primera junto a Alfredo Landa, la segunda junto a Marisol.
Y a todo ello añadir su faceta como pintor codiciado a nivel internacional, haciendo de Palomo Linares uno de los personajes más sobresalientes nacidos en la provincia de Jaén a lo largo de la historia.
Con este homenaje más que merecido a Palomo Linares, quiero aprovechar para de alguna manera reivindicar a los toreros de nuestra tierra. Parece como si estuvieran proscritos en la sociedad jaenera de nuestros días. Hecho en falta y lo digo abiertamente, una mayor atención social a los toreros de Jaén.
Ahora que tenemos actrices que triunfan en los Goya, grupos de música que suenan a diario en las emisoras y llenan recintos de toda España, e incluso éxitos deportivos de primer nivel como el reciente caso del Jaén Paraíso Interior de Fútbol Sala, me llama poderosamente la atención la nula atención que prácticamente existe hacia los jiennenses que se visten de luces y triunfan en los ruedos, llevando como hiciera Sebastián Palomo el nombre de nuestra provincia por bandera.
¿Para cuándo un reconocimiento institucional a un diestro jiennense en activo? Parece como si fuera imposible que hoy día un torero de Jaén reciba alguno de los galardones o reconocimientos que diferentes instituciones, ya sean públicas o privadas, conceden a lo largo del año.