La mediocridad es la más blasfema tara que el ser humano posee, habitada en el recóndito y oscuro desván de la inteligencia que evita su progreso.
Hubo un tiempo en el que las conciencias reposaban tranquilas. El honor y la dignidad reinaban entre dragones y almenas que, alejaban la mezquindad y el helamiento intelectual. Ese lapso se diluyó entre lo hortera y pirsin de nariz, más propio de las vacas que de los humanos; la belleza no se orna, más bien se resalta y, la historia no se maquilla, es la consecuencia de las acciones acertadas y erradas de unos protagonistas que hicieron de su propia mediocridad la vulgaridad del Pueblo que a tantos “héroes” laurearon. Ellos, se sirvieron de los dramas humanos para conquistar, con sangre y tiranía, el hartazgo de los hombres que vieron quebrado su sueño de Libertad y Justicia; gravísimo error en el que aún continuamos sumergidos.
Hace tiempo la gran prostituta abrió sus piernas para parir a la gran manada y la prole no dudó en servirse a ellos mismos mancillando esperanzas. La historia no se embellece tras las bombas de Gernika, ni tan siquiera en la salvajada de Hiroshima y el volver la maldita mirada de los hornos crematorios que no hicieron grandes los gulag.
La historia de la humanidad está saciada de mediocres “héroes” inquisidores, Césares, Sajones, Papados, Imanes, Koanines, Estalinistas, Hitlerianos, Franquistas, Maonistas, Juchenistas Castristas, Imperialistas y Maduros; mediocres que asesinan esperanzas valiéndose del populismo.
Hace tiempo pasó y…pasa entre el abrigo de la Libertad, entre urnas selladas donde gobiernan indecentes que roban y masacran ilusiones revestidas de Populares que, aun teniendo más desean en sus bolsillos. De, aun utilizando al Obrero, saquean sus esperanzas. De, a pesar de llamarse verbos, conjugan tiempos de Podemos con Poder sembrar la indecencia, de aquellos que claman de su mango el sayo de la unidad de izquierdas y, de los que venden sustantivos de Ciudadanos en la ambigüedad.
Tan solo el fracaso es la más grande oportunidad de volver a empezar.
Comparto la sabiduría del sabio:
“Los grandes espíritus siempre han encontrado una violenta oposición por parte de mentes mediocres” (Albert Einstein).
Nada cuando te arrastre la corriente, hazlo al contrario de los mediocres para que nunca se mancille tu inteligencia; encontrarás tu triunfo, tu Libertad.