A mí ya sólo me interesa Jaén, porque intentar saltar al detalle de tanto chismerío que prodigan sin fundamento políticos, redes sociales y libreopinadores de prensa, resultaría una improbabilidad de tiempo que no dispongo. En la vida estaremos de acuerdo o no en ciertas cosas, matizar aspectos, y hasta opinar totalmente diferente y llegar a discutir desde la argumentación. Pero de ahí a que esté leyendo, aquí en nuestro Jaén estos días, que ‘Teruel Existe’ y ‘Soria Ya’ son plataformas que reivindican y luchan y que, a renglón seguido ese columnista apostille que la plataforma ciudadana ‘Jaén Merece Más’ es una simple declaración de intenciones de gatito tímido y orejas bajas… pues dista mucho de lo que esta plataforma, valiente, lleva haciendo dos años, dando la cara como pocos hacen en esta tierra de apesebramiento. Si la plataforma clama, y lo lucha, para que la sociedad salga de la zona de confort, esa del sillón donde retozan estómagos agradecidos y tumbonas de reposo apático e indolente, que venga ahora alguien a ponerlo en duda me da la sensación de que no ha recorrido la hemeroteca de lo que ocurre en Jaén.
No le daría más importancia si no fuera porque, quien lo escribe públicamente, se atreve a hacer un paralelismo de marcado sesgo ideológico para atribuir a Franco, Abascal o Hitler que también ellos pueden ser merecedores de cosas. Menudo y curioso ejemplo, otro más de los que vemos para intentar acuñar a una plataforma ciudadana altruista lo que no le corresponde, como ese permanente empeño de poner una etiqueta política a quienes han sido capaces de decirle a la cara a PP, a PSOE, a Ciudadanos, a IU, a Podemos y a quien se siente con ellos, que tienen a Jaén tirada por la borda del olvido en el último confín de la España que surcamos, y así se acumulan los datos socioeconómicos que lideramos. Si eso es ir con ojos de compasión y orejas bajas…
Curioso también que el alcalde de Jaén se sumara a la segunda manifestación de ‘Jaén Merece Más’ (a título personal y en su derecho estaba, aunque ello originó malestar entre quienes están indignados de cómo tienen los dirigentes políticos a Jaén), y hace un par de días dijera en una entrevista en prensa que esta plataforma “protesta” y que ese no es el camino. ¿Cuando usted estuvo en la manifestación protestó, o reivindicó? ¿los granadinos y extremeños son héroes por reclamar trenes y mejor gestión en su tierra y los jienenses somos villanos por reclamar para Jaén lo mismo? ¿Usted es constructivo y positivo si pide el tranvía o un hospital decente, y la sociedad civil es protestona y negativa al solicitar lo mismo? Sí, señor alcalde, repase la hemeroteca y redescubra cuántas reuniones, con documentación, informes, puesta en la mesa de la ITI que ustedes no veían ni solicitaban, etc., entrega ‘Jaén Merece Más’, de manera altruista, positiva, constructiva y trabajando en bien de Jaén.
O como esos otros (de Jaén también) que centran el debate de la manifestación de la “España Vaciada” en si han asistido 400, 4.000 o 40.000 jiennenses, como si de la noche a la mañana el rol social cambiara y ello fuera lo importante. Esos que intencionadamente analizan sólo la variable de una competición de cifras y olvidan el fondo y lo importante, que es que Jaén deje de mirar para otro lado y dé la cara. Que ha estado presente para clamar que se afronte el reto demográfico de la pérdida de 30.000 habitantes (según el INE) en la última década y, peor aún, esté en puertas (según el IECA y el IEA de la Junta) de expulsar a otros 100.000 hasta 2040. Ya les digo yo (y no hay que ser muy linces) el vapuleo en participación que nos dan Soria y Teruel, sociedades mentalizadas desde hace décadas y con apoyo, difusión y hasta autobuses fletados por agentes sociales, económicos, empresariales, Cámaras de Comercio y pueblos enteros. Lo importante no era cuántos sino por qué. Y esta plataforma (con otras cinco de la provincia) ha metido el nombre de la provincia en los gráficos de esta España vaciada de infraestructuras, de servicios y de inversiones, lo que está llevando a su vaciamiento de personas, y exigimos que se revierta la tendencia porque Jaén no es menos que otras. Otra vez somos positivos. Y por obvio que es, no debería dedicar una línea a escribir que Jaén no tiene nada que ver con Soria ni Teruel.
Es tan claro que me resulta extraño tener que explicarle, a quienes todo lo tuercen contra ‘Jaén Merece Más’, que la realidad de estar con esa España Vaciada es porque se corresponde con la que, entre todos, la tienen ninguneada, olvidada y abandonada. Basta remitirse a todo tipo de informes socioeconómicos privados y oficiales (INE, Cáritas, Analistas Económicos de Fundación Unicaja, Fundación BBVA, CEACOP, Cruz Roja, IECA, IEA… ¿sigo?). Y a quienes inventan tanto chisme, no sé con qué intencionalidad o si asesorados por quienes deberían avergonzarse de no sacar las uñas por Jaén, les refiero que el tiempo de lamentos en barras de bar, o de justificar lo que no tiene justificación, no admite más maquillaje. En enero, ‘Jaén Merece Más’ se unió con ‘Soria Ya’ y ‘Teruel Existe’ para sembrar el germen de la gran manifestación que eclosionó en Madrid el 31 de marzo (de ahí el estar en cabecera de pancarta principal). Y no íbamos solos. Era un grupo compacto de decenas de miles de españoles hartos, unidos en un solo pensamiento. Unión que deberían refrendar también nuestros gobernantes entre ellos y dejarse de excusas, de peleas, y de acusaciones, porque hay una España que están vaciando por su inacción.
La manifestación fue una enmienda a la totalidad de unas desastrosas políticas acumuladas, sin distinción de siglas, que en las últimas décadas están haciendo de España una campana, dándole todo a los bordes y al centro y vaciando lo demás. Vaciando zonas rurales, pero también ciudades medias y hasta capitales de provincia como nuestro Jaén. Pero estamos y seguimos. No nos escondemos, ni nos acomplejamos. Ni nos da miedo fracasar porque el fracaso ha sido lo que hemos vivido hasta ahora. Hay que luchar e intentarlo por Jaén. Inventen lo que quieran, etiqueten un día una cosa y otro día otra. Pero estamos convencidos, en la positividad y anhelo que implica el nombre, de que Jaén merece más y no vamos a consentir que sigan relegándonos a las últimas posiciones. Por eso nos unimos con Soria y Teruel (como con otras), porque ellos mismos dicen, como nosotros, que Jaén está a tiempo para no llegar a lo que los han llevado a ellos. Jaén capital, y su provincia, son un diamante en bruto, una tierra rica en recursos y potencialidades; un nudo estratégico de comunicaciones que nos han robado y desmantelado.
Y ahora, esos políticos que estuvieron en la manifestación e incomodaban a muchos asistentes porque los consideran artífices de políticas erráticas que desequilibran el territorio y aniquilan el mandato europeo de la cohesión económica y social, tendrán que volver a su sitio y legislar un Pacto de Estado contra la despoblación y el abandono de esta España maravillosa pero olvidada. Es la manera que tendrían de demostrar que estuvieron allí de corazón y no por el maldito oportunismo político, que sería lo más triste que podríamos volver a encontrarnos. Menos sesiones de fotografía e informes interminables. Hay que admitir la realidad como el mejor de los dictámenes y lo que hace falta es exigir, trabajar y trabajar en ello. E incluso trabajar.