Hablar, escuchar y leer sobre política se ha hecho, se está haciendo tan indispensable como el comer, beber…etc. Todo español es un político en potencia, igual que puede ser un seleccionador de fútbol… Todo español tiene su propio criterio sobre estos temas que escribo, por ende su pensamiento siempre quiere que lo asuman los demás. Esto no es bueno ni malo, es una realidad extrapolable a los comentaristas políticos, politólogos, etc., pero desgraciadamente sobre todo a los políticos que ejercen, esos que no lo son en su mayoría por vocación, sino por profesión. Escribo esto porque yo sí veo bastantes sábados por la noche a la SEXTA, la que algunos denominan la Secta. Ninguno escucha al otro, los unos y los otros están deseando que acabe el turno del otro para expresar sus pensamientos que por supuesto son axiomáticos. No, no ceden, les importa un bledo el pensamiento de los demás, solo tratan de imponer el suyo. En un lado la supuesta izquierda y enfrente la supuesta derecha.
Por supuesto que no voy a escribir ninguna frase de las que se dicen los unos a los otros, resultaría ridículo puesto que las verdades de cada cual me pueden importar un bledo (con perdón), ya que yo como español tengo mis ideas, esas que si tengo ocasión también intento que las comprendan y que además asientan puesto que obviamente estoy en posesión de la verdad.
En la noche del 21 de septiembre del año en curso decía Rufián, refiriéndose a Twitter: «Twitter es una barra de bar…». El locutor le responde: «Pues a ti también te han ‘pillado’ al igual que al PP con seguidores falsos…». Respuesta del susodicho: «Pues no tengo ni idea de lo que me estás diciendo …».
Lamentable en todas sus direcciones. Trump, se comenta que gobierna twiteando, los partidos políticos no hacen lo mismo pero también se aprovechan de una forma gratuita de estos medios, por supuesto también de Facebook. Vierten su propaganda pero también están a expensas de las críticas, algunas abrumadoras…Críticas que poco le importan si son negativas pero sí si les encumbran…
Termino este breve comentario sobre la política y los políticos. Vamos a las elecciones sin que ningún partido haya PACTADO NADA. ¿Tan difícil puede resultar esto de acordar algo, entre ellos?. Este verbo de pactar al igual que el de dimitir, no existe en el ánimo de ningún político, así nos va. Escribe Miguel Ors, en el Diario El Mundo: «¿Si los votantes somos tan listos, porqué tenemos políticos tan ineptos?». Frase de Bryan Caplan: «Pues como somos tan listos, a ver si en esta ocasión acertamos».
