Prioridad en Jaén es crear empleo, nudo del arraigo poblacional y garantía que fija público para la reactivación económica del alicaído tejido productivo local. Cuestión de subsistencia social. Ello va ligado a darle un buen repaso al área de Urbanismo, licencias y otros menesteres, que viene lanzando puntapiés a empresas que huyen, emprendedores que se retractan, y particulares que terminan por no reformar ni el simple baño de su casa, grave perjuicio a la economía local y de todo tipo de profesionales. Un Ayuntamiento, incomprensiblemente llevado a quiebra entre todos, debe mirarse en aquéllos que se parten la cara para buscarse fondos en otras administraciones, incluida la Unión Europea, a la que dejamos de solicitar decenas de programas de financiación. Hay opciones, tantas como dejadez. Aquí hay que acabar con la frasecita del «no hay dinero» y pasar al bando de los proactivos, encaramados a la acción con voluntad e ingenio: hay que extender una alfombra ancha para que nos entre lo que necesitamos.
No olvidemos la necesaria reestructuración de las áreas municipales, incluidos los puestos de trabajo. Hay que hacer valer a Jaén y reorganizarlo casi todo, para empezar de nuevo. Con decisión, empeño y, sobre todo, sin desidia ni tiempo que perder. Ante descomunal número rojo en la caja pública, tal vez toca apostar por bajar, de la oficina a la calle, a más funcionarios para que trabajen a pie de ciudadano para reponer baldosas, pintar hierros, darle una mano de aceite de linaza a los bancos de madera, organizar el tráfico, patrullar el casco histórico, embellecer pavimentos con mosaicos y fachadas con murales hiperrealistas, blanquear el casco histórico, o decidir unificar toldos, rótulos, mobiliario, etc. El día a día, que en toda localidad es joya de la corona. Jaén debe transformarse y ser una ciudad presentable, cuidada y paseable.
Exijan cumplimiento firme a las empresas concesionarias de servicios públicos. Busquen a alguna Fundación de compañía eléctrica para que acometa la iluminación artística de edificios señeros, rincones con encanto, jardinería, etc. Y, respecto a ésta última, hagan podas adecuadas en tiempo y forma, cuiden estética y armonía, llenen de macetas las paredes del casco histórico. Y, por favor, tomen la decisión de inundar Jaén de árboles, que son sombra, vida y salud. Incomprensible no ver ninguno en Eduardo Arroyo, y que tengan planificado lo mismo para Millán de Priego. Incomprensible que no exista ningún árbol en la nueva acera junto al futuro centro comercial. ¿Tan difícil es procurar una ciudad cómoda y bella, que nos invite a pasearla y llenar de alegría sus calles?
*(Artículo de Juan Manuel Camacho, poublicado en el diario VIVA JAÉN)
Foto: Una imagen del Parque del Bulevar de Jaén.