Por INMACULADA HERRADOR LINDES / La semana pasada el Instituto Nacional de Estadística (INE) daba a conocer los resultados de la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre, que situaban la tasa de paro en Jaén en el 18,93% o, lo que es lo mismo, casi 19 de cada 100 personas que quisieron trabajar en nuestra provincia no encontraron ocupación. Desde el año 2008 (en el que se registró un 17,95% de paro en ese mismo trimestre) esta tasa se había mantenido por encima del 20% en la provincia ininterrumpidamente en este periodo, alcanzando su pico más alto en 2013, en el que se situó por encima del 40%, con la Gran Recesión.
El dato del último trimestre no sólo es mejor que el del trimestre anterior (que fue del 19,64%) y que el de hace justo un año (22,59%), sino que también es significativamente más bajo que el registrado en el tercer trimestre de 2019, antes de la pandemia, cuando se contabilizó un paro del 24,30% (más de 5 puntos superior) y con una tasa de actividad menor (51,80%) que la que se registra ahora (52,40%), es decir, tenemos menos paro con más personas incorporadas al mercado laboral.
Además, otra dato a señalar, es que la tasa de paro jiennense, aunque sigue superando a la española en más de seis puntos, ha sido ligeramente menor a la andaluza (18,98%), lo que no suele ocurrir en un tercer trimestre. Jaén ha registrado una tasa inferior a la de Almería (20,10%), a la de Cádiz (21,11%) y a la de Córdoba (21,93%) en el último trimestre.
Esta mañana conocíamos los datos de paro registrado y de afiliaciones en alta laboral a la Seguridad Social del mes de octubre (que nos ofrece el SEPE y el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones) y también han evolucionado positivamente. Jaén registraba el mes pasado 50.178 personas paradas y 230.510 afiliaciones. Esto quiere decir que tenemos menos parados que el mes anterior (50.909) y menos también que en el octubre previo a la crisis provocada por la COVID-19 (50.845). Lo mismo ocurre, pero en sentido contrario, con las afiliaciones que son más que en septiembre (cuando se contabilizaron 228.476) y que en octubre de 2019 (230.308).
Todo esto se está produciendo a pesar de que el incremento de los precios y el aumento de los tipos de interés y, por tanto, del coste de las hipotecas, no favorece al consumo de las familias, al mermar su poder adquisitivo, lo que incide en una reducción de la demanda interna y, por ende, en una contracción del crecimiento de la economía. En definitiva, aunque algunos indicadores económicos no son nada halagüeños, el mercado laboral sigue resistiendo.
Foto: En la provincia tenemos menos parados que en el mes anterior y menos también que en el octubre previo a la crisis por la COVID-19. (Efe).