¿Se aproxima el fin del dinero barato?. Antes de abordar esta cuestión conviene recordar que el nivel y la persistencia de los tipos de interés están relacionados y condicionados por el ritmo de la evolución económica y sus variaciones, tanto al alza como a la baja, dependen de la evolución de diversas variables fundamentales que conforman los objetivos de política monetaria del BCE. Así mismo no podemos olvidar que fue en 2008 cuando se inició la serie histórica de descensos paulatinos de los tipos de interés oficiales en la eurozona, que en ese momento estaban en el entorno del 4,25%, hasta situarlos en el 0%, nivel en el que continúan, con el objetivo de afrontar las consecuencias de la crisis económica provocada por las “hipotecas basura” incrementada en nuestro país por el estallido de la burbuja inmobiliaria.
Los efectos de la persistencia de este inédito nivel de los tipos de interés, han sido de muy diversa índole y aceptando que, en última instancia, el objetivo primordial era, como hemos señalado, superar la crisis, podemos decir que, hasta ahora, esas metas solo se han conseguido en parte. Si analizamos los últimos datos publicados relativos a las variables más fundamentales, constatamos que la recuperación económica apunta en la buena dirección, pero no lo suficientemente sólida como se deseaba, así mismo tampoco se alcanzan los niveles de inflación pretendidos en torno al 2% y, sobre todo, la inesperada revalorización del euro contra el dólar puede entorpecer las expectativas creadas hasta ahora.
La persistencia de Alemania, principalmente, exigiendo la finalización del período de tipos bajos y una inmediata subida por más que su situación particular así lo demande, choca de pleno con las necesidades que otros países requieren y de la evolución económica global de la eurozona por lo que el BCE se muestra muy cauto para tomar decisiones que puedan inducir a un próximo inicio, sobre todo cuando, como hemos señalado anteriormente, el tipo de cambio se ha situado en el entorno de 1.20 euros por un dólar.
¿Quiere esto decir que los tipos de interés permanecerán en estos bajos niveles por mucho tiempo?. La respuesta no se conforma fácil. Todo dependerá, en última instancia, de si tanto la recuperación global de la zona euro se consolida, la inflación logra los niveles deseados como señal inequívoca de la pujanza del consumo, y si el tipo de cambio se modera sucesivamente, porque de persistir pondría en peligro incluso la recuperación que parece registrarse.
¿Deben estar los ciudadanos preocupados por una próxima subida de intereses que podría afectar a su presupuesto, sobre todo para los que sean titulares de créditos hipotecarios?. La opinión mayoritaria de los mercados, analistas y expertos, con la que coincidimos, es que no parece inmediata una subida de los tipos, y por tanto del Euribor y que, de producirse, tendrán un ritmo muy medido y acompasado a la evolución de las variables económicas enunciadas. Por hoy es aún imposible devolver los tipos de interés a su nivel precrisis, sin riesgo de volver a una recesión, por mucho que le pese a Alemania y al sector financiero europeo.