“Para tener enemigos no hace falta declarar una guerra; solo basta decir lo que se piensa”

BUENOS DÍAS. Por ANTONIO GARRIDO / “Para tener enemigos no hace falta declarar una guerra; solo basta decir lo que se piensa” (Martin Luther King). No es difícil coincidir con esta afirmación que hace el que fuera Premio Nobel de la Paz de 1964, nacido tal día como hoy de 1929. En efecto, aunque en la vida los mejores resultados se deben obtener diciendo siempre la verdad, porque nunca se debe cargar con el peso de la mentira, bien sabemos que las verdades a veces duelen. El excesivo ego, el miedo a cambiar y el delirio de infalibilidad, son, entre otras, fuentes de terquedad de algunos que no toleran escuchar verdades o simples discrepancias. No siempre es verdad el dicho de que quien calla otorga, lo que pasa es que conversar con según qué personas puede resultar frustrante. De todo lo cual se deduce que es cierta la afirmación de que al decir lo que se piensa se puede uno encontrar con legiones de enemigos. Hay una frase de Walter Rizo que lo recoge de otra manera: “La sinceridad puede convertirse en la más cruel de las virtudes si no es gobernada por la prudencia”…Pero a lo que iba, hoy el protagonista es Luther King, pastor de la iglesia bautista, que desarrolló una labor crucial en Estados Unidos al frente del movimiento por los derechos civiles de los afroestadounidenses y que además participó como activista en numerosas protestas contra la guerra del Vietnam y la pobreza en general. Su asesinato es considerado uno de los grandes magnicidios del siglo XX y King es recordado como uno de los mayores líderes y héroes de la historia de Estados Unidos y en la moderna historia de la no violencia. Le honramos con estas preciosas frases de las que es autor: “Tengo un sueño, un solo sueño, seguir soñando. Soñar con la libertad, soñar con la justicia, soñar con la igualdad y ojalá ya no tuviera necesidad de soñarlas”, “Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos” y “Si no puedes volar, corre. Si no puedes correr, camina. Si no puedes caminar, gatea. Pero hagas lo que hagas, siempre sigue hacia adelante”… Una sentencia del filósofo y escritor italiano Nicolás Maquiavelo, muy a propósito: “Pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos”. Así es, hay dos “yo” en cada uno de nosotros, el que ven los demás, es decir, el que aparentamos, y el que realmente somos, incluso es posible que a veces los dos coincidan, pero normalmente parece que no es así. Las personas proyectamos una imagen y es notorio especialmente cuando nos exponemos mucho, como ocurre hoy con las redes sociales mediante las cuales llegamos a tanta gente. Esto da para una reflexión mayor, pero lo que quiero subrayar es que por encima de todo si la imagen que proyectamos es coherente con los valores personales que defendemos, no debe preocuparnos demasiado lo que otros puedan opinar…También un 15 de enero, pero de 1622, está registrado el nacimiento de Jean Baptiste Poquelin, más conocido por Molière, dramaturgo, humorista y actor francés, considerado uno de los mejores comediógrafos de la literatura occidental, con una fama que en gran parte se debe a sus sátiras acerca de la corrupción de la sociedad francesa. Puede decirse que Molière hizo suya la divisa que aparecía sobre los teatritos ambulantes a partir de los años 1620 en Francia, con respecto a la comedia: “Castigat ridendo mores” (Corrige las costumbres riendo). Murió tras sentirse enfermo en plena representación de una de sus obras, El enfermo imaginario. Su epitafio, escrito por él mismo, tampoco tiene desperdicio: “Aquí yace Molière, el rey de los actores. En estos momentos hace de muerto y de verdad que lo hace bien”…Un par de citas en su recuerdo: “La serena razón huye de todo extremismo y anhela la prudencia moderada” y “La hipocresía es el colmo de todas las maldades”…Tampoco me quiero olvidar de Rosa Luxemburgo, de la que tal día como hoy, hace cinco años, se cumplió el centenario de su asesinato, el de una de las más grandes revolucionarias marxistas del siglo XX, amada y odiada a partes iguales y conocida con el sobrenombre de “la Rosa Roja”. Dejo de ella este sugerente pensamiento: “Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”…Como final, una cita de la escritora Maya Angelou: “Si no te gusta algo, cámbialo; si no puedes cambiarlo, cambia tu actitud”.