BUENOS DÍAS. Por ANTONIO GARRIDO / «Hay un poco de niebla, pero no me esconderé tras ella. No…nunca más» (Ken Kesey). Frase del escritor estadounidense, autor de Alguien voló sobre el nido del cuco. En efecto, hay que ir por la vida de frente. ¿Esconderse? Nunca. Para mayor abundamiento les dejo esta frase del cantautor y filósofo Facundo Cabral: «Nos envejece más la cobardía que el tiempo, los años solo arrugan la piel, pero el miedo arruga el alma»…Recupero también al poeta y fabulista español de la Ilustración y el Neoclasicismo, Tomás de Iriarte. Los dos conejos es una de sus fábulas más conocidas, y de la que parte la popular expresión “son galgos o podencos”, que censura el enredarse en discusiones menores, dejando de lado lo principal de la cuestión. Suya es esta frase: “La sonrisa es el idioma universal de los inteligentes”. En cuanto a fábulas, estos ejemplos: “Guarda para su regalo esta sentencia el autor: si el sabio no aprueba, ¡malo!; si el necio aplaude, ¡peor!” y esta otra: “Sin reglas del arte, borriquitos hay que una vez aciertan por casualidad”…Otro autor a rescatar es el dramaturgo Alejandro Casona, con una amplia producción literaria. Componente de la Generación del 27, emparentada con el teatro poético surgido del modernismo de Rubén Darío, su producción dramática guarda cierto parentesco con la de nuestro Federico García Lorca, si bien su poética tiene el regusto amargo de la supervivencia. Con su novela Flor de leyendas, el autor asturiano, muchos años en el exilio, obtuvo el Premio Nacional de Literatura, en 1933. Dos testimonios que le definen: “No hay ninguna cosa seria que no pueda decirse con una sonrisa” y “No tengas miedo a la verdad: puede doler mucho, pero es un dolor sano”…Y otro gran autor es el poeta, dramaturgo y novelista francés Alfred de Vigny. Su obra Chatterton está considerada uno de los dramas románticos más populares en el vecino país. Dos expresiones con su firma: “El gobierno menos malo es aquel que hace menos ostentación, que se hace sentir menos y que resulta menos caro” y “El fuerte determina los acontecimientos; el débil sufre lo que el destino le impone”…Me detengo asimismo en el poeta sevillano Fernando Villalón, nacido un día como hoy en 1881. También conocido por el poeta brujo, se trata de un autor al que no se le ha considerado su obra, aunque si se ahonda en su literatura hay un poeta de un canto hermosísimo y con mucha frescura. Era amigo de poetas de la talla de Neruda, Lorca, Alberti o Juan Ramón. Señorito andaluz, sobre todo ganadero, gastó una gran parte de su fortuna heredada buscando y queriendo conseguir una ganadería de toros con los ojos verdes, mito de la Atlántida, conseguir el toro-dios del relato platónico; y otra gran parte la gastó comprando tierras en busca del origen de los Tartessos. “Las cosas de Fernando”, que diría García Lorca. Un breve poema de Villalón: “Giralda, madre de artistas,/molde de fundir de toreros,/dile al giraldillo tuyo/que se vista un traje negro”…Otro recuerdo debe ir dirigido hacia un personaje nacido un 31 de mayo, el poeta francés, Premio Nobel de Literatura en 1960, Saint John Perse, seudónimo de su verdadero nombre, Marie René Auguste Alexis Léger. Entre sus frases conocidas me quedo con esta: “La democracia, más que cualquier otro régimen, exige el ejercicio de la autoridad”…Más nombres. El novelista español Juan Antonio Zunzunegui, fallecido un 31 de mayo de 1982. Escritor vasco en lengua castellana, destacó por sus dotes de observador de paisajes y ambientes de su tierra y por el profundo conocimiento de la psicología de sus personajes. Suya es esta frase: “Nada hay completamente inútil ni despreciable. El secreto está en dar con la vena escondida de cada uno”. Y es completamente cierto…Dejo expresamente para el final a un autor de culto, o al menos para mí, se trata del poeta andaluz, granadino por más señas, Luis Rosales, nacido el 31 de mayo de 1910 y fallecido en Madrid en 1992. Perteneciente a la llamada Generación de 1936, fue miembro de la Real Academia Española y la Hispanic Society of America, y obtuvo numerosos galardones como el Premio Cervantes en el año 1982, por el conjunto de su obra literaria. La producción de Rosales, que abarca todo el periodo histórico de la posguerra, ha evolucionado desde un clasicismo a un estilo propio cercano al vanguardismo surrealista, del que su mayor expresión es la obra La casa encendida. En cuanto al contenido, se ha hablado de la poesía de Rosales como la poesía de lo cotidiano. El amor aparece en toda su obra de forma sosegada y tranquila, así como la memoria y el recuerdo. El periodo de posguerra se caracteriza, además, por el sentimiento religioso. Estas sentencias son de este gran autor: “A mí, en rigor, me han hecho lo que soy los que amé”, “Sobre la humildad se funden todas las demás virtudes y quien carece de humildad no puede vivir cristianamente” y “La palabra del alma es la memoria. La memoria del alma es la esperanza”.
AYER VENDRÁ
Luis Rosales
La tarde va a morir; en los caminos
se ciega triste o se detiene un aire
bajo y sin luz; entre las ramas altas,
mortal, casi vibrante,
queda el último sol; la tierra huele,
empieza a oler; las aves
van rompiendo un espejo con su vuelo;
la sombra es el silencio de la tarde.
Te he sentido llorar: no sé a quién lloras.
Hay un humo distante,
un tren, que acaso vuelve, mientras dices:
Soy tu propio dolor, déjame amarte.