BUENOS DÍAS. Por ANTONIO GARRIDO / “No, no puede acabar lo que es eterno, ni puede tener fin la inmensidad” (Rosalía de Castro). Se merece un recuerdo de admiración la escritora gallega, gran poeta y novelista, considerada entre las grandes autoras de la literatura española del siglo XIX. En la frase inicial la autora, en el poema Era apacible el día transmite su estado de desolación y tristeza ante la muerte de un hijo, y hace una afirmación categórica de esperanza en otra vida que permita el reencuentro con las almas de las que ya se fueron. La obra de Rosalía, que se mueve entre una preocupación de tipo social por las duras condiciones de los pescadores y los campesinos gallegos y otra de carácter metafísico que la sitúa dentro de la literatura existencial, se ha equiparado a la de Gustavo Adolfo Bécquer en tanto que representante tardía del Romanticismo español, si bien esta relación viene más por la comunidad de fuentes literarias que por una real afinidad de actitud literaria y vital. Bécquer y Rosalía son señalados por la crítica como los iniciadores de la poesía española contemporánea; los versos de la escritora gallega anticiparon algunos aspectos del modernismo de Rubén Darío, y su influencia se extendió, a través de Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez, a la Generación del 27. La autora de obras como Cantares gallegos, Follas novas o La hija del mar falleció un día como hoy de 1885. Dos citas más en su honor: “No subas tan alto, pensamiento loco, que el que más alto sube más hondo cae” y “Es feliz el que soñando, muere. Desgraciado el que muere sin soñar”…Igualmente hoy se conmemora la muerte, en 1904, del escritor ruso, médico y dramaturgo, Antón Chéjov, al que se tiene por un maestro del relato corto y considerado uno de los más importantes escritores de este género. Su primera colección de escritos humorísticos, Relatos de Motley, se editó en 1886, y su primera obra de teatro, Ivanov, se estrenó en Moscú al año siguiente. Posteriormente escribió La isla de Sajalín. Se convirtió en una de las más señeras figuras del realismo ruso; creador del relato moderno en el que el efecto depende más del estado de ánimo y del simbolismo que del argumento. Algunos de sus mejores relatos se encuentran en su libro publicado póstumamente Los veraneantes y otros cuentos. Se ha dicho de él que en sus obras se puede ver la vida a través de sus frases. Dos citas de este reconocido autor: “Los hombres inteligentes quieren aprender. Los demás, enseñar” y “Los infelices son egoístas, injustos, crueles e incapaces de comprender al otro. Los infelices no unen a las personas, las separan”…De los personajes relacionados con este día merece la pena rescatar al gran pintor Rembrant, nacido el 15 de julio de 1606, al que la historia del arte considera como uno de los maestros barrocos de la pintura y el grabado, el artista más importante de los Países Bajos. Entre los mayores logros creativos del renombrado personaje están los magistrales retratos que realizó para sus contemporáneos, sus autorretratos y sus ilustraciones de escenas bíblicas. En sus autorretratos, especialmente, se observa siempre la mirada humilde y sincera de un artista que trazó en ellos su propia biografía. Dos testimonios de los que es autor: “Elige solo una maestra: la naturaleza” y “Practica lo que sabes y esto te ayudará a ver lo que todavía no sabes”…El 15 de julio de 1997 murió asesinado en la puerta de su casa, a los 50 años de edad, el diseñador de moda italiano Gianni Versace, fundador de esta conocida marca, uno de los primeros diseñadores capaces de relacionar la moda con la industria musical y las celebridades, al ser amigo de figuras como Eric Clapton, Diana de Gales o Naomi Campbell. Una figura permanente en la escena internacional, y que nos dejó frases como estas: “La moda es un arma que puedes utilizar cuando la necesites” y “Que la moda no te domine, decide lo que eres y lo que quieres expresar”…Para finalizar, y a propósito del pensamiento al que alude Rosalía de Castro, una hermosa frase de Benito Pérez Galdós: “No encerrarán entre murallas mi pensamiento. Resido en las estrellas”.
“ERA APACIBLE EL DÍA”
Rosalía de Castro
Era apacible el día
Y templado el ambiente,
Y llovía, llovía
Callada y mansamente;
Y mientras silenciosa
Lloraba y yo gemía,
Mi niño, tierna rosa
Durmiendo se moría.
Al huir de este mundo, ¡qué sosiego en su frente!
Al verle yo alejarse, ¡qué borrasca en la mía!
Tierra sobre el cadáver insepulto
Antes que empiece a corromperse… ¡tierra!
Ya el hoyo se ha cubierto, sosegaos,
Bien pronto en los terrones removidos
Verde y pujante crecerá la yerba.
¿Qué andáis buscando en torno de las tumbas,
Torvo el mirar, nublado el pensamiento?
¡No os ocupéis de lo que al polvo vuelve!…
Jamás el que descansa en el sepulcro
Ha de tornar a amaros ni a ofenderos
¡Jamás! ¿Es verdad que todo
Para siempre acabó ya?
No, no puede acabar lo que es eterno,
Ni puede tener fin la inmensidad.
Tú te fuiste por siempre; mas mi alma
Te espera aún con amoroso afán,
Y vendrá o iré yo, bien de mi vida,
Allí donde nos hemos de encontrar.
Algo ha quedado tuyo en mis entrañas
Que no morirá jamás,
Y que Dios, porque es justo y porque es bueno,
A desunir ya nunca volverá.
En el cielo, en la tierra, en lo insondable
Yo te hallaré y me hallarás.
No, no puede acabar lo que es eterno,
Ni puede tener fin la inmensidad.
Mas… es verdad, ha partido
Para nunca más tornar.
Nada hay eterno para el hombre, huésped
De un día en este mundo terrenal,
En donde nace, vive y al fin muere
Cual todo nace, vive y muere acá.
(De “En las orillas del Sar”, 1884)