«Me queda la palabra»

BUENOS DÍAS. Por ANTONIO GARRIDO / “Libérate de la ansiedad, piensa que lo que debe ser, será, y sucederá naturalmente” (Facundo Cabral). Esta frase del cantautor argentino la pongo hoy en el frontispicio de este saludo de buenos días. En determinadas situaciones adversas hemos de responder con la mejor disposición posible, ante la dificultad se requiere una elevada dosis de responsabilidad, paciencia y fuerza, por una elemental razón, no nos queda otra…Seguimos con la poesía de Blas de Otero: “Si abrí los labios para ver el rostro/puro y terrible de mi patria,/si abrí los labios hasta desgarrármelos,/me queda la palabra”. Son unos versos del poema En el principio, donde el autor vasco, de Bilbao, manifiesta su dolor al alcanzar a ver la imagen desoladora de su patria, a través de la llamada poesía social, fruto de una época en que la poesía, a través de sus autores, servía para clamar contra las injusticias de la sociedad. Se refleja ante todo la importancia de la palabra (“me queda la palabra”) para expresarse ante la adversidad en el contexto socio histórico en el que creció el poeta, con un grito desesperado, rotundo, en favor de la paz y la libertad. Pues hoy recordamos a Blas de Otero, nacido el 15 de marzo de 1916, como lo que fue, uno de los principales representantes de la ya citada poesía social de los años cincuenta en España, cuyos textos fueron elevados en algunos casos a canciones que marcaron una época. Algunas frases más para reconocerlo: “Yo por ti, tú por mí, todos por una tierra en paz y una patria mejor”, “Cuidado, cuerpo a cuerpo con la muerte, al borde del abismo, estoy clamando a Dios” y “Besas como si fueses a comerme. Besas besos de amor a dentelladas”…Otro día como hoy de 1830 nacía el célebre escritor alemán Paulvon Heyse, novelista, dramaturgo y poeta, considerado en vida el mayor genio lírico de su país después de Goethe, y que obtuvo en 1910 el Premio Nobel de Literatura. Dos expresiones suyas: “Si discutieran la cabeza y el corazón, acabaría por decidir el corazón. La pobre cabeza cede siempre, porque es la más prudente” y “El que se apoya en los demás ve cómo vacila el mundo; el que se apoya en sí mismo se mantiene seguro”…Asimismo rescatamos al poeta y novelista nigeriano Ben Okri (15 de marzo de 1959), autor prolífico, al que da gusto leer y muchas de cuyas obras han sido inspiradas por su experiencia directa de la guerra civil de Nigeria. Merece la pena conocer su legado en frases como estas: “Lo más auténtico de nosotros es nuestra capacidad de crear, de superar, de aguantar, de transformar, de amar y de ser mayor que nuestro sufrimiento”, “No te desesperes demasiado si ves cosas bellas destruidas, si las ves perecer, porque las mejores cosas siempre crecen en secreto” y “El ilusionista y el político tienen mucho en común: ambos tienen que distraer nuestra atención lejos de lo que realmente hacen”…En este mismo día, aparece registrado el fallecimiento del primer emperador de Roma Julio César, personaje clave en los acontecimientos que llevaron a la desaparición de la República de Roma y su conversión en Imperio. Su ascenso y su poder terminaron el Idus de marzo del año 44 a.C. cuando un grupo de senadores, incluyéndose Bruto (del que tal vez era el padre biológico) lo mataron después de conspirar contra él. Ha quedado para la historia la famosa frase que se dice pronunció al morir: “¿También tú, Bruto, hijo mío?. Tres pequeñas citas que se le atribuyen: “Amo la traición, pero odio al traidor”, “Prefiero ser el primero en una aldea que el segundo en Roma” y “Los hombres tienden a creer aquello que les conviene”…Otro autor relacionado con este día, al fallecer el 15 de marzo de 1937. Se trata del escritor estadounidense de novelas y relatos de terror y de ciencia ficción, H.P. Lovecraft, con un estilo literario inconfundible, y uno de los autores más influyentes del género fantástico del siglo XX. Dos textos recogidos de su obra: “La emoción más antigua y más fuerte de la humanidad es el miedo”, acerca de nuestro lado emocional más primario, y “Nunca le pregunto a un hombre cuál es su negocio, porque nunca me interesa. Lo que le pregunto son sus pensamientos y sueños”…Por último aparece la figura de la británica Rebecca West, que nos dejó en este día de 1983. Es el seudónimo que utilizaba la rebelde heroína de la obra de Ibsen Rosmersholm, en el que se dio a conocer la escritora, crítica y feminista Cecily Isabel Fairfield. Un solo testimonio de esta autora que dice mucho de ella: «Yo misma nunca he podido averiguar qué es exactamente una feminista. Solo sé que la gente me llama femenina siempre que expreso sentimientos que me diferencian de un felpudo”…Una cita final de Voltaire: “No siempre podemos agradar, pero siempre podemos tratar de ser agradables”.