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BUENOS DÍAS. Por ANTONIO GARRIDO / “¿No comprendes que esta mañana tengo el corazón hecho pedazos, y afuera todo es gris?” (Jack Kerouac). Pesimista declaración de un destacado novelista estadounidense que viene muy bien recordar, porque a pesar de que el ánimo siempre está dispuesto a sobreponerse en la adversidad, somos humanos y también tenemos la tentación de caer. Pero no va a ocurrir, crecer y seguir adelante contra viento y marea consiste en saber que los días grises también forman parte del paisaje de la vida, y que en nuestra mano está cambiar la tonalidad, el decorado, aunque nos cueste. Al fin y al cabo, como escribió Vivian Greene: “La vida no va de esperar a que pase esta tempestad. Va de aprender a bailar bajo la lluvia”. También lo interpreta a su modo Gustavo Adolfo Bécquer: “Hoy como ayer, mañana como hoy, ¡y siempre igual!, un cielo gris, un horizonte eterno y andar…, andar”…Una expresión de Octavio Paz: “La mucha luz es como la mucha sombra: no deja ver la mirada interior”. No puede ser más cierta la frase del escritor, poeta, ensayista, diplomático mexicano y Premio Nobel de Literatura en 1990. En la vida se trata de buscar el punto intermedio entre la mucha luz y la mucha oscuridad, pero siempre el objetivo ha de ser el equilibrio para encontrarnos bien con nosotros mismos. De todas manera puede que para la mayoría sea más atractiva la luz que la oscuridad, de hecho cuando a veces nos tropezamos con situaciones de dificultad, como la de creernos en una especie de túnel, solemos aguardar la llegada de la luz que nos reporta confianza. Pues un día como hoy, en 1914, nació Octavio Paz, cuya obra ha sido tan prolífica, y ha abordado multitud de campos, entre ellos la política. “La libertad, para realizarse -escribió- debe bajar a la tierra y encarnar entre los hombres. No le hacen falta alas, sino raíces”. Y una temática también preferente en su poesía es el amor, suya es esta expresión tan hermosa: “Un mundo nace cuando dos se besan”, o esta otra: “Bajo las rotas columnas, entre la nada y el sueño, cruzan mis horas insomnes las sílabas de tu nombre”. Uno de los grandes poetas hispanos bien merece este recuerdo…No me resisto tampoco a recordar la figura del filósofo francés René Descartes, nacido un 31 de marzo de 1596, autor de frases ingeniosas, como “Daría todo lo que sé por la mitad de lo que tengo” o su famoso “Je pense, donc je suis” (Pienso luego existo” de su famoso Discurso del Método, también conocida en su versión en latín como “Cogito ergo sum” (Pienso y dudo, luego existo)…Merece ser citado el científico Isaac Newton, uno de los grandes de la historia, que falleció el 31 de marzo de 1727. Entre otros muchos logros fue el primero en demostrar que las leyes naturales que gobiernan el movimiento de la Tierra y las que gobiernan el movimiento de los cuerpos celestes, son los mismos. Dos frases de este eminente personaje: “Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano” y “Los hombres construimos demasiados muros y no suficientes puentes”…Y cómo olvidar a esta celebridad, el novelista húngaro Imre Kertész, fallecido el 31 de marzo de 2016, que fue Premio Nobel de Literatura en 2012. Ha sido uno de los grandes novelistas europeos, un hombre de una autoridad moral inmarcesible. Escribió mucho sobre el Holocausto y sobre su vida después de Auschwitz, donde sobrevivió de milagro, porque “escribir le salvó la vida”, según propia confesión. La fama se la debe sobre todo a su novela Sin destino, considerada la obra literaria más importante acerca del holocausto nazi. Le reconocemos en estas dos expresiones: “La libertad no se puede experimentar en el mismo lugar donde uno ha sido esclavo” y “Si existe la libertad, entonces, no puede existir el destino, por lo tanto, nosotros mismos somos nuestro propio destino”…A propósito, una frase del periodista y Premio Pulitzer George Will: “El futuro tiene la mala costumbre de no anunciarse”…La cita final es hoy de George Addair: “Todo lo que siempre has deseado está al otro lado del miedo”.

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