BUENOS DÍAS. Por ANTONIO GARRIDO / «Cuando dejas de soñar, dejas de vivir» (Malcolm Forbes). Es la sentencia de un conocido emprendedor, la necesidad de seguir soñando y aspirando a cambiar el mundo en general y el nuestro en particular. Los sueños siempre han sido un tema recurrente para el universo literario, veamos algunos ejemplos. Shakespeare: “El hombre que no se alimenta de sus sueños, envejece pronto”. El filósofo y escritor Miguel de Unamuno: “De razones vive el hombre, de sueños sobrevive”. Antonio Machado: “Si bueno es vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar”. El filósofo alemán Friedrich Nietzsche, lo recoge de esta manera: “Nada os pertenece en propiedad más que vuestros sueños”. Y García Márquez también sugiere: “No es verdad que la gente pare de perseguir sus sueños porque sean mayores, se hacen mayores porque dejan de perseguir sus sueños”. Una cita más, ahora de Óscar Wilde: “Un soñador es el que solo puede encontrar su camino con la luz de la luna y su castigo es que ve el amanecer antes que el resto del mundo”. El político y pensador indio, Matahma Gandhi, se define de esta manera: “Realmente soy un soñador práctico; mis sueños no son bagatelas en el aire. Lo que yo quiero es convertir mis sueños en realidad”. Para terminar nos remitimos a un clásico, el poeta y dramaturgo del Siglo de Oro, Pedro Calderón de la Barca, en su célebre pieza teatral La vida es sueño: “¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción; y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño; y los sueños, sueños son”. En fin, como nos dice el mítico Walt Disney, “todos nuestros sueños se pueden hacer realidad si tenemos el coraje de perseguirlos”…Rescatamos a un personaje que falleció tal día como hoy de 1659, el erudito sevillano y poeta del Barroco, Francisco de Rioja, autor, entre otras obras, de la Epístola moral a Fabio, que nos dejó frases como esta: “Una mediana vida yo poseo, un estilo común y moderado, que no lo note nadie que lo vea”…También se cumplen 49 años de la dimisión del entonces presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon, a causa del escándalo del Caso Watergate, investigado por los periodistas del diario The Washington Post Carl Bernstein y Bob Woodward, que dieron una lección de periodismo al mundo entero, que les valió a ambos el Premio Pullitzer. Dos frases de estos veteranos profesionales: “El objetivo del periodista es buscar y publicar la mejor versión obtenible de la verdad” y “La gente no está interesada en la verdad igual que antes. Están encerrados en una ideología”. Y qué razón les asiste, cada vez es más evidente, y llega a afectar hasta el sentido común…Este mismo día de 1945 fallecía en Jaén el poeta cordobés Rafael Porlán Merlo, tan vinculado con nuestra tierra donde vino destinado como funcionario del Banco de España y aquí organizaba tertulias y actividades poéticas, al tiempo que sirvió de padre espiritual de un grupo de jóvenes jienenses que empezaban a escribir en los años previos a la guerra civil, caso de Cesáreo Rodríguez Aguilera y Rafael Palomino, entre otros. Porlán, excelente como poeta integrado en la Generación del 27 y fundador de la revista Mediodía, destacó como una de las voces más sobresalientes del surrealismo español. Retirado a Cazorla a causa de la tuberculosis que padecía, escribió en sus últimos momentos: “Estoy muy mal de salud, y ni tengo ganas de mirarme…Ahora no quiero más que sentirme dejado en paz”. Este es el fragmento de uno de sus poemas: “Andaban por las esquinas/manos locas preguntando/si era de noche o de día./Con la cara sobre el brazo/sentada en el fin del mundo/hay una cosa llorando”…Un recuerdo a la novelista estadounidense Shirley Jackson, que falleció el 8 de agosto de 1965: “¿Estoy caminando hacia algo de lo que debería estar huyendo?”…Para final una conocida cita de Cervantes: “Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades”.
¡QUÉ GUSTO TIENE ESTA TARDE… (Fragmento)
Rafael Porlán […] Pasan años y ciudades,
pasan días sin llegar,
y al olor de las acacias
que enciende la luz de gas
la vida de nuestra vida
