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BUENOS DÍAS. Por ANTONIO GARRIDO / “Huid de escenarios, púlpitos, plataformas y pedestales. Nunca perdáis el contacto con el suelo, porque sólo así tendréis una idea aproximada de vuestra estatura” (Antonio Machado, 1875-1939). Vuelvo a don Antonio, soy reincidente, lo confieso, pero el poeta vive entre nosotros porque dejó una obra riquísima y ampliamente difundida. En la frase que le dedicamos sugiere que el engreimiento nos aleja de los demás, por consiguiente su consejo es el de volar bajo y estar en el suelo, con la verdad de las cosas, conociendo nuestra estatura real y no soñando con fantasías y falsos tronos. También en esta fecha, con los cursos de verano en la sede baezana de la UNIA, no podemos dejar de relacionar al que fue el más joven representante de la Generación del 98, con la querida Baeza, donde a pesar del tiempo transcurrido desde su estancia como profesor de francés, la ciudad está impregnada de su figura, pues a ella le dedicó algunos de sus mejores versos: “Campo de Baeza, soñaré contigo cuando no te vea…” Qué manera más maravillosa de definir un paisaje que quedó grabado en su retina para siempre…En este día hay que recordar el nacimiento en 1770 de Friedrich Hegel, filósofo alemán, el último de la modernidad y uno de los más importantes de su época. La relación intelectual entre Marx y Hegel ha sido una gran fuente de interés por la obra de este personaje y su pensamiento al sentar las bases del idealismo filosófico. Unas frases de su autoría: “Los mismos afanes y esfuerzos se producen en una pequeña ciudad que en el gran teatro del mundo”, con referencia al tránsito de lo local a lo global; “Nada grande se ha hecho en el mundo sin una gran pasión”, “Las verdaderas tragedias no resultan del enfrentamiento entre un derecho y una injusticia. Surgen del choque entre dos derechos” y “El hombre que no es capaz de luchar por la libertad, no es un hombre, es un siervo”…Además, recordamos al psiquiatra español, sevillano por más señas, Luis Rojas Marcos, nacido un 27 de agosto de 1943, que un día decidió hacer las maletas para instalarse en Nueva York, donde se ha acreditado como un personaje carismático, autor de libros de éxito. He aquí algunas de sus frases más ocurrentes: “Los seres humanos tenemos una sorprendente capacidad para superar las adversidades. Incluso en situaciones difíciles” y “Sentir que uno gobierna su programa de vida es…pieza fundamental del equilibrio mental”…También tal día como hoy, de 1870, venía al mundo el poeta Amado Nervo, encasillado habitualmente como modernista por su estilo y su época. Es autor de frases tan certeras como “La verdadera grandeza no necesita la humillación del resto” y “Hay algo tan necesario como el pan de cada día; la paz sin la cual el mismo pan es amargo”…En este mismo 27 de agosto, de 1635, fallecía Lope de Vega, uno de los poetas y dramaturgo más importantes del Siglo de Oro español, y por la extensión de su obra, uno de los autores más prolíficos de la literatura universal, llamado por Cervantes “Fénix de los ingenios” y “Monstruo de la naturaleza”, gracias a su fecundidad literaria. Eso sí, tuvo una vida aventurera y fue muy dado a los amoríos. A Lope se atribuye el famoso soneto “¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?”. Unas frases para recordarlo: “No hay en el mundo palabras tan eficaces ni oradores tan elocuentes como las lágrimas”, “Lo que cuenta no es mañana, es hoy. Hoy estamos aquí, mañana, tal vez, nos hayamos marchado” y “Pero la vida es corta: viviendo, todo falta; muriendo, todo sobra”…Anotamos asimismo el nombre del escritor italiano Cesare Pavese, fallecido este día de 1950. La narrativa de Pavese trata, por lo general, de conflictos de la vida contemporánea, entre ellos la búsqueda de la propia identidad, como en La luna y las fogatas. Pavese (que vivía con una hermana) se suicidó en una habitación de hotel en Turín, después de haber recibido un premio literario por su libro El bello verano. Su diario se publicó póstumamente, en 1952, bajo el título El oficio de vivir, y concluye con la frase anunciadora de su decisión personal. Dos testimonios de su autoría: “No se recuerdan los días, se recuerdan los momentos” y “Siempre hay un silencio que nos engaña, porque ahí, sentimos todas las palabras que nos asustan”…Y no podemos dejar atrás al escritor leonés Leopoldo Panero, poeta de la Generación del 36, dentro de la poesía arraigada de posguerra. Perteneciente a una familia de poetas e intelectuales, la primera parte de su trayectoria literaria, es decir, sus primeros versos, experimentan el influjo de la Generación del 27 y las Vanguardias, en tanto que después se inspiró en autores cono Unamuno o Machado. Su obra Escrito a cada instante, mereció el Premio Nacional de Literatura. Lo recordamos con esta sentencia: “El hombre busca constantemente la alegría en la trascendencia, es decir, en el recuerdo”…Para terminar, una cita del escritor americano William Arthur Ward: “Sentir gratitud y no expresarla es como envolver un regalo y no darlo”.

UN SONETO ME MANDA HACER VIOLANTE

(El ejemplo de soneto que todos aprendimos)

Lope de Vega 

Un soneto me manda hacer Violante,  

que en mi vida me he visto en tanto aprieto;  

catorce versos dicen que es soneto:   

burla burlando van los tres delante.  

Yo pensé que no hallara consonante  

y estoy a la mitad de otro cuarteto;  

mas si me veo en el primer terceto  

no hay cosa en los cuartetos que me espante.  

Por el primer terceto voy entrando  

y parece que entré con pie derecho,  

pues fin con este verso le voy dando.  

Ya estoy en el segundo, y aún sospecho  

que voy los trece versos acabando;  

contad si son catorce, y está hecho. 

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¿QUÉ TENGO YO QUE MI AMISTAD PROCURAS?

Lope de Vega 

¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?

¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,

que a mi puerta cubierto de rocío

pasas las noches del invierno escuras?

¡Oh cuánto fueron mis entrañas duras,

pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío,

si de mi ingratitud el hielo frío

secó las llagas de tus plantas puras!

¡Cuántas veces el Ángel me decía:

«Alma, asómate agora a la ventana,

verás con cuánto amor llamar porfía»!

¡Y cuántas, hermosura soberana,

«Mañana le abriremos», respondía,

para lo mismo responder mañana! 

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