«Cuando no sepas por dónde amanecerá, abre todas las ventanas»

BUENOS DÍAS. Por ANTONIO GARRIDO / “Cuando no sepas por dónde amanecerá, abre toda las ventanas” (Emily Dickinson). Recurrente sugerencia de la poeta estadounidense a la que nos podemos aferrar en este momento, porque para salir airosos de esta situación, en esta hora de la esperanza, queremos creer que a un paso de la normalidad, es conveniente estar receptivos y abrir de par en par las ventanas de la mente con un amplio sentido de la responsabilidad y del civismo, más necesarios que nunca ahora que la situación tiende al alivio. Me remito también, para mayor abundamiento, a una frase del poeta barcelonés Noel Clarasó: “En cada amanecer hay un vivo poema de esperanza, y, al acostarnos, pensemos que amanecerá”…Siempre es agradable recurrir a José Saramago: «Me gustaría escribir un libro feliz; yo tengo todos los elementos para ser un hombre feliz; pero sencillamente no puedo. Sin embargo hay una cosa que sí me hace feliz, y es decir lo que pienso». Es verdad lo que señala el escritor portugués, la felicidad plena es complicada si se es mínimamente sensible a los problemas que nos rodean, no me refiero ya a los propios sino también a los ajenos, porque formamos parte de una sociedad. En cambio es un verdadero placer experimentar cada día la posibilidad de decir lo que se piensa sin ataduras y sin hipotecas…Dicho esto, en este día es justo un recuerdo al escritor, poeta y articulista andaluz, gaditano por más señas, José María Pemán, que nació un 8 de mayo de 1897. Fue un referente en el tiempo que le tocó vivir, ni más ni menos. Me quedo con su valiosa aportación literaria y su oratoria que envidiaban personajes como Serrano Suñer o el propio Unamuno: “El encanto de las rosas es que siendo tan hermosas no conocen que lo son”. Esto dijo respecto al dolor: “Saber sufrir y tener el alma recia y curtida es lo que importa saber; la ciencia del padecer, es la ciencia de la vida”. Y una frase más de su legado: “Conviene sentir también la amargura del fracaso”…Rescatamos al escritor francés Gustave Flaubert, especialmente conocido por su novela Madame Bovary, fallecido el 8 de mayo de 1880, que sentía escrupulosa devoción por su arte y su estilo, cuyo mejor ejemplo fue su interminable búsqueda de “le mot juste” (la palabra exacta). Suyas son estas dos frases: “La melancolía no es más que un recuerdo que se ignora” y “Un corazón es una riqueza que no se vende ni se compra, pero que se regala”…En este día de 2014 nos dejaba a la edad de 97 años la escritora barcelonesa Mercedes Salisachs, que consiguió la fama a través de grandes obras y fue muy laureada. Entre otros premios, recibió el Planeta con su novela La gangrena. Me quedo con estas frases de su autoría: “La imaginación es el ojo del alma”, “Lo real es lo que jamás se explica. Lo que jamás se anuncia”, “La gente no muere cuando el corazón deja de latir. La gente muere cuando los latidos no tienen sentido”, y “Olvidar no supone arrancar raíces del alma. Las raíces son tercas y casi siempre se adentran en la tierra para rebrotar cuando menos se espera”…Hoy se conmemora el Día Mundial de la Cruz Roja, el gran logro humanitario del siglo XIX, en recuerdo del que fue su fundador, el empresario, filántropo y humanista suizo Henri Dunant, nacido el 8 de mayo de 1828, promotor de iniciativas solidarias, autor de Un recuerdo de Solferino y Premio Nobel de la Paz en el año 1901. Esta frase le pertenece: “La gente común no tiene historia; perseguidos por el momento presente, no pueden pensar en preservar la memoria del pasado”…La cita final es de William Shakespeare: “Sea como fuere lo que piensas, creo que es mejor decirlo con buenas palabras”…