Por ANTONIO GARRIDO / No vamos a descubrir ahora lo que significa el olivar y el aceite de oliva para esta provincia, un legado de siglos, que se concreta en una superficie amplísima, un mar de olivos a lo largo y ancho de la geografía provincial, que se ha calculado en más de 66 millones de estos árboles que producen las aceitunas, cuyo zumo hemos convertido en legítimo orgullo.
En los últimos años, en gran medida gracias al impulso de la Diputación Provincial, cuyo mecenazgo tan comprometido con los recursos del territorio hay que valorar, y por supuesto con la participación cada vez más activa del sector, empresas y empresarios que lo han tenido claro y sin los cuales no sería posible, se viene experimentando con la recogida del primer aceite, la llamada cosecha temprana, adelantada un par de meses conforme a las fechas tradicionales, con el resultado de unos aceites de excelencia, que son los que se convertirán en protagonistas este fin de semana, sábado y domingo, en otra edición de la Fiesta del Primer Aceite, que de nuevo vuelve a otro escenario de la provincia, por segunda vez a la ciudad de Andújar, con una serie de actividades para que sus vecinos y los comprovincianos que deseen sumarse, y que esperamos que sean muchos, disfruten de la impresionante sensación para los sentidos del zumo verde de los riquísimos aceites de oliva virgen extra de la primera prensada, recién salidos de las almazaras, que hacen imprescindible, por ser de justicia, felicitar a tantas iniciativas como van surgiendo en la provincia. Este año hay alrededor de un centenar de expositores, y podían ser más, pero el espacio no es infinito. En este gran evento colabora estrechamente la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento iliturgitano. La próxima semana la Fiesta viajará a la comunidad catalana, en concreto a Sabadell, donde reside una amplia colonia de originarios jienenses y andaluces.
Hay que seguir haciendo apostolado con nuestro aceite, difundir a los cuatro vientos sus cualidades. Esta Fiesta sirve para aumentar nuestra propia autoestima y presentar esta delicatesse como el gran reclamo que es, el nombre de la provincia está ligado históricamente, dentro y fuera de nuestra geografía, a esta principalísima riqueza.
Se van a poder degustar esos manjares verdes que tanto éxito tienen entre los consumidores. Una nueva oportunidad para sacar a la gente a la calle, para asistir a la amplia oferta de actos. Un fin de semana para volver a nuestra identidad, porque el olivar lo es todo para Jaén, se relaciona con la economía y con la cultura, también ya con el turismo y no digamos con la gastronomía. Tantas veces se ha dicho que es su cara y también su cruz, pero no se puede ni se debe escribir la historia de Jaén sin lo que es su mejor patrimonio, que a nosotros mismos nos impresiona, qué decir de la sensación que causa a los visitantes, y que hace honor a lo que es también una herencia de nuestros antepasados, generaciones y generaciones mimando el árbol milenario.
Somos la gran cuna del olivar y nos debe alegrar que el cultivo se siga abriendo camino en el mundo, aunque a nosotros, a Jaén, lo que nos corresponde es seguir haciendo honor a la calidad y a no perder nuestro puesto ganado con un buen trabajo, sobre todo en los últimos años, abandonando un conservadurismo que nos ha lastrado y que ahora se trata de combatir con iniciativas como la Expoliva, la joya de la corona, además de las apuestas por la innovación, la aventura y el desafío, y porque Jaén ha de seguir siendo referente de que la producción de esta provincia y el trato al producto no tienen competencia en el mundo.
En fin, ningún poema mejor que el de “Aceituneros”, recoge el sentir de esta seña de identidad de Jaén, por algo el poema de Miguel Hernández es hoy el Himno Oficial de la Provincia. Andaluces de Jaén, Aceituneros altivos, paisanos todos, brindemos y disfrutemos, que la Fiesta del Primer Aceite nos espera en la hermosa Andújar. Sintamos el orgullo de ser tan de Jaén como esos olivos que en su belleza se expresan en nuestro nombre.