Por ANTONIO GARRIDO / En este momento la sociedad jienense está sensibilizada con el Cetedex, el Centro Tecnológico de Desarrollo y Experimentación, dependiente del Ministerio de Defensa, pero hay sectores, especialmente en el propio Ejército y sus representantes en la provincia, a los que les gustaría que como ocurre en Córdoba con el Colce, esta oportunidad coincidiera con la creación de una unidad militar en nuestro territorio, como ya tuvo en tiempos pasados. No olvidemos que hasta 1985 la propia capital contaba con el emblemático Grupo Ligero de Caballería IX, por el que desfilaron millares de jienenses y de otros lugares para cumplir con el servicio militar. De la misma manera hasta 2012 contábamos con el cuartel polvorín de Vadollano y hay que recordar el Cuartel de Sementales de Baeza, que fue el acuartelamiento más antiguo y señero. Ignoro si esta petición, que he podido comprobar en los últimos meses que es un clamor, pero no se ha publicitado, llegará a ser respondida, precisamente por un Ministerio de Defensa y un Ejército que está poniendo empeño con el Cetedex a aspiraciones de nuestra provincia.
Lo que hoy quería subrayar es que se da la circunstancia de que hace precisamente un siglo que se concedía a la ciudad de Jaén una unidad militar, según viene recogido en el número correspondiente a mayo de 1921 de “Don Lope de Sosa”, crónica mensual de la provincia de Jaén, dirigida por el ilustre cronista de la provincia, el ubetense Alfredo Cazabán Laguna. También se hace constar que este logro fue especialmente reconocido porque no resultó tarea fácil y hubo de utilizar Prado sus buenos oficios políticos para traerse a Jaén esta guarnición. Hoy, más de cien años después, y desde hace bastante tiempo, la provincia no tiene la menor significación militar, desaparecieron todos sus cuarteles y destacamentos. La base logística era casi tocar el cielo desde el punto de vista de inyectar futuro y desarrollo a Jaén y la provincia, pero ese tren también se perdió. La última esperanza es el Cetedex, y por apuntarla que no quede.
En la misma publicación “Don Lope de Sosa” aparece una carta que dirige Jacinto Higueras a Alfredo Cazabán, alabando en primer lugar la consecución para Jaén de una guarnición militar. Acto seguido el escultor afirma que en los últimos años la capital se ha transformado gracias al empeño de su hijo predilecto, el señor Prado y Palacio, y señala: “Dígalo su labor de alcalde abriendo la calle del Progreso, haciendo la plantación de árboles de sus calles y plazas, y transformando la del Deán Mazas en un bello jardín. Dígalo su labor de diputado, creando y construyendo desde la Dirección de Agricultura, la Granja Agrícola de Andalucía Oriental; obteniendo para Jaén la instalación del 4º Establecimiento de Remonta; consiguiendo el proyecto y más tarde la dotación en presupuesto para el Grupo Escolar más importante que se está construyendo en España; levantando el monumento a Bernabé Soriano, casi a sus expensas, y el de las Navas y Bailén, por suscripción nacional, gestionada y administrada por él; dígalo el proyecto y construcción que se está realizando, del Museo Provincial; dígalo el camino de circunvalación, proposición de ley suya y que acaba de subastarse, que de modo tan eficaz ha de contribuir al progreso y ensanche de esa capital, y dígalo por último, la concesión de guarnición militar, que por sus enormes dificultades parecía a todos una aspiración irrealizable”. Bueno, a día de hoy parece difícil, pero no se puede dar por imposible, primero por la propia presencia de Defensa en Jaén y también por su tradición. El resto depende del propio Ejército y de los buenos oficios que en su caso puedan hacer los políticos. Ahora las unidades militares tienen otra función, pero crean vida y trabajo, por lo que en este momento sería un valor añadido para Jaén.

Foto: Juan Latorre con simpatizantes de su candidatura. (COPE)

Foto: Ángeles Férriz, con simpatizantes posan cerca de la sede socialista.
Cambiando por completo de asunto, la actualidad política sigue girando en torno al congreso provincial de los socialistas, que se celebrará el 29 de marzo. Dicen que el que da primero da dos veces. Hemos visto en los medios de comunicación y en las redes sociales el apoyo matinal, lo llevan casi en volandas, con que cuenta el candidato Juan Latorre, alcalde de Arjona, que de cara a unas primarias, en el caso de que no haya acuerdo, y ya parece improbable, cuenta de entrada con la alfombra roja que le pone la actual dirección, que al influir de esta manera muestra claramente su deseo de tutelar el proceso para que siga mandando la misma familia política. Latorre ha tenido su minuto de gloria, pero Ángeles Férriz no le ha ido a la zaga, tan brava, no se deja amilanar, y ha reunido a otra legión de simpatizantes. Ella, la Férriz, cree tener derecho, y lo tiene, porque probablemente ha querido aspirar antes y la dirección en las últimas dos décadas ha sido un fortín. Hay pelea a cara de perro, y una parte de la militancia seguro que se queda perpleja de que no se haya logrado la unidad. Las primarias, ellos que las propiciaron, saben también que las carga el diablo. Y luego está la tercera vía, la de Reconstrucción PSOE-Jaén, que lidera en la provincia María de los Ángeles Jiménez Samblás, una serrana con mucho tirón, de la que todavía se recuerda su paso por cargos públicos donde dejó una estela de bien hacer y de empatía, y por no dividir más ha preferido dar un paso atrás. En fin, se puede decir de todo, menos que no es un proceso vivo. Suele ocurrir en casos como el de Jaén.
Ruido en la Universidad. La institución académica es como un pueblo grande, porque con casi 17.000 estudiantes, más de un millar de profesores y en torno a 600 profesionales de los diferentes servicios, tiene su peso especifico. Puede parecer que internamente hay calma chicha, se dan a conocer las cuestiones sobresalientes de la vida universitaria, que es intensa, y la participación de docentes en actos culturales y sociales de la ciudad, pero no es habitual que trasciendan las cuitas internas, sin embargo en las últimas fechas ha surgido un tema que sí provoca una reacción bastante amplia de descontento y se trata de la aprobación de que los grados y másteres tengan un máximo de nueve horas presenciales por créditos, que trasladado a román paladino quiere decir que se reduce la presencialidad de los alumnos así como la posibilidad de decidir por parte del alumnado las asignaturas optativas. Es una medida adoptada por el rector, con una amplia respuesta de la comunidad universitaria, como lo demuestra que no hay lugar donde te encuentres a un profesor que no te saque el tema y nos están obligando a hacer casi un máster relacionado con esta cuestión. Lo que han hecho los responsables de la UJA es interpretar el marco legal, que en este caso son los contratos programa establecidos con la Consejería de Universidades, que son parte de la financiación, que ciertamente es una medida de ahorro con la que está cayendo, pero también implica riesgos, todo acto tiene sus consecuencias, y hay que ser extremadamente escrupulosos para evitar que cualquier circunstancia, esta u otras, impliquen un freno en la carrera de obstáculos y de crecimiento a la que aspira legítimamente la UJA.
En un artículo de opinión firmado hace unos días en este mismo blog por el profesor Jorge Delgado, él se refería a dos universidades paralelas, la interna y la externa. Lo normal es que ambas coincidan en transparencia y en objetivos. Ya sabemos lo que está tratando de reivindicar la Universidad externa, por seguir con el mismo lenguaje, en este momento, sobre todo, una financiación justa para una UJA potente, un papel que más que la propia UJA y sus activos viene asumiendo la sociedad civil, cuando deberían ir de la mano, Dentro debe ser lo mismo, está bien, muy bien, que el personal, y sobre todo el profesorado se movilice porque le afecte a su tarea y supongo que también de paso a su bolsillo. Es justo que se les escuche, también lo es que la sociedad, la de Jaén en concreto, perciba que el Campus existe y que quienes forman parte de él están implicados en la sociedad, porque cuando se reivindica una UJA potente tantas veces se echa en falta el calor de los protagonistas directos, me refiero por igual a profesores y a alumnos, ignoro si por la tan conocida endogamia, en el caso del profesorado, o porque el compromiso es selectivo. Un debate de interés, pero la Universidad y quienes la rigen están obligados a arbitrar con prudencia para que se pueda diferenciar lo importante de lo urgente. Personalmente no me gusta que en tiempos de dificultad haya que elegir, por eso tal vez una medida de este calado, que se sabe que iba a provocar malestar, debió esperar a que el panorama económico se despeje, no vayamos a conseguir lo que seguramente nadie desea, aumentar los problemas y vernos en la necesidad de luchar en varias direcciones a la vez y tal vez hacer invisible el escenario de lo que realmente nos debe preocupar y ocupar.
Foto: Imagen de archivo del Grupo Ligero de Caballería IX, unidad militar con la que contó Jaén.