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Por ANTONIO GARRIDO / Cierta nostalgia de aquellos veranos de Jaén donde prácticamente no ocurría nada destacable. También los políticos se iban de vacaciones con normalidad, a los alcaldes los sustituían accidentalmente y raramente había noticias de impacto, salvo alguna excepción como el año en que se produjo la tormenta que inundó los Puentes.

Esta canícula está siendo especialmente movida, sobre todo para la institución municipal que es una continua caja de sorpresas. Hace poco dimitía el responsable del área de Hacienda, Francisco Martínez Garvín, por razones personales, y hoy se ha producido un hecho totalmente inesperado, la renuncia del primer teniente de alcalde y portavoz de Jaén Merece Más, Manuel Carlos Vallejo, que tras esta experiencia de un año, muy intenso, decide volver a la Universidad y a continuar con su currículum académico. Ha escrito una carta muy correcta y le honra, pero se suponen los verdaderos motivos que han pesado para tomar una decisión tan drástica por inesperada. Basta con ponerse en su piel para tratar de entender el paso que acaba de dar. Entender no es compartir, nadie dijo que la aventura iba a ser fácil, ni cómoda. El Ayuntamiento es una olla a presión, pero esto no es ninguna novedad, por eso había que ir sin miedo y muy conscientes. Al éxito es relativamente fácil apuntarse, lo complicado es estar en el escenario de la dificultad y soportarla cuatro años, insisto en que es humano tirar la toalla. A un año vista de que se constituyera este Ayuntamiento parece que cunde el desánimo y personal y familiarmente se opte por elegir si estar fuera o dentro. Me temo que el caso de Manuel Carlos Vallejo no será el último.

Ahora Jaén Merece Más tiene que designar portavoz y primer teniente de alcalde y por supuesto ha de cubrirse la baja y la siguiente en la lista es Pilar Abellán. El alcalde, Agustín González, que ya sabíamos que no tendrá vacaciones, ha de afrontar esta nueva incidencia, desde que tomó posesión ha estado continuamente afrontando situaciones sobrevenidas, aunque el mayor de los problemas sigue siendo la economía del Ayuntamiento, y en estos meses no solo ha clamado contra el agravio que supone el trato financiero del Gobierno con Cataluña, sino que ha debido reconocer el demoledor informe de la AIREF en torno a la situación económica límite del Ayuntamiento, en tanto que ha habido que echar el freno de momento al Plan de Eficiencia de los Recursos Municipalles, que no logra consenso. Sin olvidar el caso Aqualia, las protestas por la planta de estiércol cerca del Jontoya, la polémica con las calles relacionadas con la historia del Real Jaén. Y el propio pacto de gobierno que ha necesitado de la presencia del consejero Antonio Sanz, y que ahí sigue, a trancas y barrancas. Desde luego lo que no se puede decir del alcalde es que esté ocioso, es más, con los frentes que tiene abiertos, hay que reconocerle ganas y capacidad, y que además haya acudido a las verbenas de barrio con el mejor de los semblantes, y en el pleno de despedida de su amigo Martínez Sabina ni siquiera prescindiera de la vena poética. Sí señor, al mal tiempo, buena cara, con la alegría añadida de que su Banco Digital, su joya de la corona, avanza. La pregunta es, ¿quién le acompañará ahora de pareja de baile político como ha sido en este tiempo Manuel Carlos Vallejo?

Han pasado más cosas en esta canícula, y lo que te rondaré. Aparte de tener todos los ojos puestos en Cataluña, donde mañana se anuncia un espectáculo que probable y lamentablemente pasará a la historia, también se ha producido el relevo, este sí anunciado, de la consejera Catalina García al frente de Salud, aunque Moreno Bonilla ha decidido mantener el cupo de Jaén con la responsabilidad de Medio Ambiente. El PP de Jaén ha hecho piña con ella y el presidente lo ha tenido en cuenta. Súmenle las denuncias por el pésimo funcionamiento del ferrocarril, con afrentas que deberían tener respuesta de la política y la sociedad; la movilización en favor de la autovía Jaén-Córdoba por El Carpio, el clamor por lo que vaya a pasar con el Archivo Histórico Provincial, la querella de Reyes contra Erik Domínguez a costa de un audio, entre otros asuntos, y podrán tener una idea del panorama caliente que soportamos, como la temperatura de estas fechas.

Lo dicho, un verano de vértigo. Y todavía no ha terminado.

Foto: El alcalde, Agustín González, con Manuel Carlos Vallejo, que hoy ha dimitido de sus responsabilidades municipales, en una de las últimas comparecencias ante los periodistas.

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