Por ANTONIO GARRIDO / Una incógnita que se despeja. El lunes próximo día 27, es la fecha escogida por el rector de la Universidad de Jaén, para convocar las elecciones a Rectorado, para la cual hay por el momento cinco aspirantes, tres hombres y dos mujeres, y atendiendo al proceso estipulado, la cita con las urnas tendrá lugar en el mes de mayo. Se va a iniciar formalmente la carrera electoral, aunque los candidatos y candidatas ya llevan bastantes semanas enfrascados en el trabajo previo, sobre todo de contacto con el conjunto de la comunidad universitaria y en la composición de sus respectivos equipos. El tiempo dirá si la elección última habrá que dejarla a una segunda vuelta, falta una campaña electoral y ahí lo darán todo. Lo que está claro es que en este momento tan crucial ha habido cierta movilización y hay catedráticos que se han lanzado al liderazgo de la UJA, se trata de Adoración Mozas, Encarnación Medina, Ignacio Benítez, Juan Manuel Rosas y Nicolás Ruiz. Todos ellos con currículum y con trienios, es decir, con experiencia en todos los ámbitos de la vida universitaria.
Por su parte, el hasta ahora rector, va a dejar su cargo en el que ha permanecido durante el periodo de ocho años, el que marcan los estatutos de la institución, y hoy mismo ha hecho un balance ante los medios de comunicación, de todo el trayecto, aunque especialmente de los últimos cuatro años, en los que se han ido asentando los logros. Juan Gómez, con una sonrisa complaciente, la cara es el espejo del alma, ha hecho un balance positivo, valorando los “magníficos” datos que ha aportado y el “salto cualitativo y cuantitativo” que él ha dibujado de la Universidad que en este tiempo ha regido, mostrando especial satisfacción sobre aspectos como la cifra de alumnos, la implantación del Grado de Medicina, la alta consecución de los objetivos de su programa y del equipo con el que ha contado, las expectativas para que sea viable el Grado en Agroalimentación centrado en el olivar y el aceite de oliva, también ha puesto de relieve los logros en el ámbito de la investigación y la experiencia del conocimiento, con nuevos institutos y la creación de trece cátedras con financiación externa; por supuesto se ha referido a la ambiciosa política cultural, con la que se ha pretendido que la UJA sea “agente dinamizador” en la provincia; igualmente ha hecho alusión a la apuesta por potenciar la actividad física y deportiva, y un capítulo se lo ha dedicado a los más de 55 millones de euros destinados a infraestructuras en los dos mandatos.
No se ha olvidado del capital humano de la UJA, su personal, y no ha obviado el tema de la financiación, ya que tras un momento en que entendió que podía existir peligro, reconoce que no dudó en “saltar donde hizo falta” y “liderar a nivel andaluz la batalla” para frenar el modelo financiero previsto. En cambio entiende que el que en la actualidad se negocia espera que sea “el mejor para el sistema y, por supuesto, para la UJA”, un asunto en el que entiende que deberá seguir manteniendo la misma actitud de defensa quien le suceda en el cargo. En su completo análisis del tiempo pasado, Juan Gómez no ha dejado ningún tema importante al margen, se ha referido a la internacionalización de la UJA (“una de las cinco universidades españolas que más fondos capta en términos absolutos en el programa Erasmus + K107 y recibe cada curso a unos 1.800 estudiantes de fuera), se ha detenido en acciones relacionadas con la empleabilidad y el emprendimiento, el compromiso social, la divulgación científica y se ha felicitado, cómo no, por la mejora progresiva y la buena posición de la UJA en los diferentes rankings sobre universidades, como los internacionales de Shanghái y Times Higher Education (THE) o el nacional CYD. En fin, el rector ha cumplido este trámite y se le ha visto feliz y contento. Un mandato de ocho años permite desarrollar un programa y en su caso siguen pesando más las fortalezas que las debilidades, aunque en una institución todavía relativamente joven nunca se debe perder la perspectiva y desde luego nunca hay que bajar la guardia. Pero no despedimos aún al Rector Magnífico, habrá otras oportunidades para volver al tercer rector que ha tenido el privilegio de serlo de nuestra Universidad.
El siguiente asunto que hoy llama la atención es la cumbre auspiciada por el Consejo Andaluz de Cámaras de Comercio junto a la entidad cameral de Linares, que en Guarromán, importando nudo logístico, han tratado hoy asuntos de importancia estratégica como la intermodalidad y las infraestructuras claves como el Corredor Central Mediterráneo. En estos temas han intervenido también representantes tanto del Gobierno central como de la Junta. No son cuestiones de tono menor, porque hay que seguir proyectando la extraordinaria situación geográfica con la que contamos en la provincia, y Linares tiene el apoyo y compromiso de la Junta para su Puerto Seco. En el caso de la capital, ausente de grandes decisiones al respecto, al menos se ha conocido que días pasados ha tenido lugar un encuentro entre el Ayuntamiento y representantes de la Autoridad Portuaria de Motril. La relación entre ambos estamentos discurre lentamente, en dos años, que se sepa, no han existido avances y ahora, con la prórroga del convenio, las partes, se han comprometido a avanzar y a que se trabaje en un estudio de viabilidad para implantar en Jaén el Puerto Seco, que en buena lógica ya debería estar realizado, la política camina a pasos de tortuga. Todo depende casi siempre de la voluntad y claro, ahora, de la cita con las urnas, y hay que ponerlo todo en el escaparate, después ya veremos.
De todas maneras, más que este lamento, lo que nos gustaría saber es qué opina la Junta de Andalucía, que mantiene un mutismo sospechoso, en torno al papel de Jaén capital como nudo estratégico, porque creo estar en condiciones de asegurar que no aparece en ninguno de los mapas previstos, y tiene importancia, pero mucha importancia. Tal vez otro gallo cantaría si esta capital tuviera ya su restablecida Cámara de Comercio, pero a pesar de las buenas palabras no se ve cercana y es decisiva y urgente, porque tendría que ejercer el papel de interlocutor para que no se pierdan oportunidades estratégicas y no dejar el futuro únicamente en manos de la política y los políticos, primero porque podremos seguir esperando una eternidad, y segundo porque no siempre establecen con justicia el marco, incluso geográfico, de las prioridades. Volviendo a la Cámara de Comercio de Jaén, conozco de sobra las dificultades que vivió, sé que entre todos la mataron y ella sola se murió, pero es verdad que el PSOE en la Junta le dio la puntilla porque no veía la fórmula para devolverla a Jaén, pero quienes hoy gobiernan y entonces estaban en la oposición, curiosamente en ese papel veían las soluciones que no han sido capaces de aplicar en el gobierno, no han sabido o no han querido. Los empresarios de la ciudad de Jaén, ahora más que nunca, están dejando de recibir apoyos en programas y ayudas por el hecho de que se les niegue una Cámara de Comercio que no puede convertirse en una especie de condena, una más, a la que se castiga a un sector que con más medios y respaldo podría crear riqueza y contribuir a levantar a esta ciudad que precisa de cualquier cosa menos indiferencia y negación de los mismos instrumentos que funcionan en el resto de las capitales. Ni más, ni menos.
Foto: El rector, Juan Gómez, haciendo balance de su gestión al frente de la Universidad de Jaén. (UJA),