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Por ANTONIO GARRIDO / Que conste que me alegré mucho cuando conocí ayer el proyecto que presentaba el alcalde, Agustín González, y la concejal de Urbanismo, Carmen Colmenero, para la manzana de la estación de autobuses, para que la reiteradamente he demandado atención, porque este espacio situado en el mismo centro de la ciudad se encuentra abandonado y en teoría ofrece muchas posibilidades para dotarlo de infraestructuras y servicios de calidad para dar prestancia a la zona, paso obligado para jienenses y visitantes. Hace unos días coincidí en un acto con el alcalde y me dijo que en los dos próximos meses se van a conocer importantes novedades para el futuro de Jaén. Siempre me alegraré de todo lo bueno que venga a la ciudad. En el caso concreto del ambicioso y atractivo plan presentado, una oferta múltiple de servicios en el que es un magnífico respaldo contar con el concurso del Grupo Alvores, que se plantea una hoja de ruta para ejecución de dos años, como jienense lo celebro porque cada vez que paso por el lugar, como a cualquiera, se me cae el alma a los pies, un recinto dejado de la mano de Dios, una estación de autobuses que pide un cambio, una plaza que ha perdido su identidad, un hotel lamentablemente abandonado por una torpe decisión política…

Ya digo que me ilusiona que por primera vez en mucho tiempo, desde la campaña electoral en la que surgieron las iniciativas tan diferentes de los dos grupos que pretendían acceder al gobierno municipal, alguien, en este caso el propio alcalde en nombre del Partido Popular, se haya atrevido a presentar a los medios y a la sociedad un proyecto específico muy bien intencionado, aunque el problema radica también, y no es menor, en qué se piensa hacer con el tráfico de autobuses que soporta la estación, es decir, su nuevo emplazamiento, porque las veces que se ha hablado de ello los partidos no se han puesto de acuerdo, y una solución debería ser inmediata porque si los trabajos empiezan en un periodo de tiempo razonable, aunque hay que contar con los plazos y antes que nada con la modificación correspondiente en el vigente Plan General de Ordenación Urbana y esto no es coser y cantar, debería estar lista la alternativa, y antes que eso, en lo posible, consensuada. Por cierto, un proyecto de calado que debería ya casarse con la tan necesaria estación intermodal, que no puede pasar más tiempo sin afrontarla porque como en casi todo ya vamos excesivamente tarde. La idea de Vaciacostales para revitalizar el servicio del tranvía no me parece acertada, eso está muy bien para evitar problemas a las administraciones, pero se los crea a los ciudadanos, que cada visita a Jaén la iban a considerar un suplicio. Ojo pues al dato y pónganse a trabajar con la mayor celeridad, porque esto sí es importante y afecta a la ciudad del futuro.

A simple vista al conocer el proyecto presentado por el alcalde y la concejal de Urbanismo, me alegre mucho, lo confieso, pero después he recapacitado sobre el conjunto y esta manzana se encuentra ahora bien tratada en proporciones y junto con el vecino barrio de Las Protegidas no existe una sobrecarga en la volumetría, pero la construcción de un parking, esto sí me inquieta, podría producir los mismos efectos negativos que salieron a flote en la Plaza de la Constitución, donde se perdió más que se ganó, ahí el beneficio es a día de hoy para la empresa que lo gestiona, y a las pruebas me remito, debe ser cuantioso. Es cierto que faltan aparcamientos y que el problema del tráfico rodado cada vez se pone más cuesta arriba en cualquier ciudad, por supuesto también en Jaén, pero en el caso que nos ocupa está a un paso el de La Victoria, casi se podrían unir, dicho de otra manera, observo una gran exposición del espacio, mucha obra, y temo que afecte al urbanismo amable que muchos defendemos para la ciudad y esto mismo lo he comentado con varios arquitectos, que por cierto también agradecen que se mantenga el respeto por la preservación del edificio de la estación al estar catalogado como exponente de la arquitectura racionalista. En fin, que hablen los técnicos y que por supuesto se pronuncien los ciudadanos. El Ayuntamiento gestiona, pero la ciudad de Jaén es de los jienenses.

Y sobre todo, lo que me llama poderosamente la atención, es que en el momento crucial en que se empiezan los trabajos para elaborar el nuevo Plan General de Ordenación Urbana, o como se le llame ahora, en ese mismo instante, se pretenda introducir en la ciudad un cambio en su fisonomía y en sus equipamientos, antes de que sea definida la utilidad de ese espacio, aunque quiero pensar que esto está hablado. Lo que ocurre es que si se abre un proceso de “escucha activa” acelerada y al tiempo se presentan decisiones a la manera de impulsos, a lo mejor estamos tratando de construir la casa empezando por el tejado. Sé que ese cambio no puede demorarse, entre otras cosas porque la dejación de los respectivos ayuntamientos ha hecho que pasen varios lustros sin ponerle remedio, por eso alabo que haya una reacción en positivo y en un cuidado trabajo, pero cuando estamos en una encrucijada en la que se llama continuamente al diálogo, porque es el que abre más puertas, deberíamos lograr consenso y estar todos de acuerdo, incluido el equipo redactor del Plan General, en que lo que propone el alcalde en nombre de su grupo, es bueno y merece la pena actuar en consecuencia. Pero ya digo, van de la mano la solución para esta manzana tan atractiva desde todos los puntos de vista con otros proyectos que, al estilo Jaén, duermen el sueño de los justos. En resumidas cuentas, como toda acción municipal ahora se trata de ver al menos en determinados aspectos del área específica planteada, sobre todo el parking y la afectación al volumen de la zona, los pros y contras, para que casen con el modelo de ciudad que proponemos, ¿o no es ese el quid de la cuestión?. Dicho lo cual es bueno saber que la materia gris está para usarla y las promesas están para cumplirlas.

Foto: Recración de cómo quedará la actual estación de autobuses de Jaén.

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