Por ANTONIO GARRIDO / Aprovechando que se han cumplido los tres años de la gestión municipal acabo de echar un vistazo a los programas de los diferentes partidos que concurrieron a las elecciones locales del 26 de mayo de 2019, y la primera impresión que se me ocurre es que, en efecto, se hace campaña en verso y se gobierna en prosa, porque he visto la cantidad de propuestas de las diferentes opciones, si bien me he detenido de un modo especial en los dos grupos que gobiernan, porque son ellos los obligados a rendir cuentas, aunque el de Ciudadanos está muy desdibujado e ignoro si su hoja de ruta es ya o no el programa electoral por el que se presentaron.
Es cierto que como toda la sociedad les sorprendió cuando empezaban a despegar esta pandemia que ha frenado muchos impulsos, de todas maneras esa lista de propósitos, que era numerosa tanto en el PSOE como en Ciudadanos, se ha desarrollado escasamente, aunque en esta recta final los socialistas han pisado el acelerador con los mimbres de que disponen y la ayuda de la Diputación o de la ITI venida a menos, y en algunos casos se han apuntado ideas y proyectos que habrá que ver en su momento.
De todos modos recuerdo muy bien que en actos de campaña, el hoy alcalde Julio Millán, dejó muy claro, conocedor de la realidad económica del Ayuntamiento, que había que estar preparados y con las ideas claras en lo que él llamó Desafío 2030, es decir, proyectos para cuando pueda existir la financiación necesaria. Eso que está tan de moda ahora y de lo que el alcalde fue un adelantado, consciente del agujero económico en el que se metía.
Millán, antes de llegar a la Alcaldía, exculpó al PSOE de la situación de la deuda municipal, así, sin más, y situó al urbanismo como el motor de una ciudad, sin embargo Jaén no tiene PGOU, después de los problemas legales con los que se encontró el llamado Plan Márquez, y en esas estamos, parece que se desiste. De la misma manera que tampoco tenemos presupuesto municipal, que esto viene de herencia de la etapa del PP, pero se justifica como normal. Yo no puedo entender que sea muy corriente funcionar sin presupuesto y sin un Plan General de Ordenación Urbana, porque se supone que son instrumentos necesarios y garantía de una buena praxis, que para eso están, no parece que se deba regir una administración a base de modificaciones tanto de planeamiento como económicas, y, en fin, no se puede justificar lo injustificable, por comprensivas que sean las razones que lo motiven. En cuanto a la deuda municipal, todo hace indicar que el actual gobierno la ha aumentado en su cuota parte. Hace poco el PP hizo las cuentas, que no conozco que hayan sido contestadas, en el sentido de que en este momento la deuda por habitante está en 5.483 euros, y les recuerdo que estamos hipotecados hasta las cejas hasta el 2050, así que euforia la justa, por lo cual cada vez que se produce una inauguración, de higos a brevas, hay que celebrarlo por todo lo alto.
Recuerdo algunas propuestas que hizo Julio Millán para acceder a la Alcaldía: ubicar en el antiguo Banco de España el Museo del Aceite (iba a llamarse a esa la Avenida de los Museos), para que Jaén sea de facto Capital Mundial del Aceite de Oliva; ya por entonces se quejaba de que no se hubiera firmado el convenio del tranvía y han llovido tres años más, y lo que te rondaré, aunque la pelota está ahora en el tejado de la Junta. También, en esto no ha habido engaño, tenía claro en su hoja de ruta que Jaén tenía el peor transporte urbano de Andalucía, y ya es conocido todo el proceso seguido hasta ahora, desde octubre pasado tenemos un nuevo transporte urbano, Alsa, la empresa Castillo ha pasado a mejor vida, cierto que muy bien indemnizada a costa de los jienenses, que todo hay que decirlo. Entre los compromisos figuraba el de trabajar en favor de la declaración de la Catedral como Patrimonio de la Humanidad y aunque ha habido alguna iniciativa en este sentido, sin embargo han pasado tres años y parece insuficiente, por lo que en este mandato no se esperan avances significativos, simplemente no hay tiempo, aunque la actuación en el entorno de la Catedral con fondos ITI es un paso adelante en esa dirección. Sí se ha interesado el Consistorio por la puesta en valor del yacimiento de Marroquíes Bajos, pero su apuesta, que hay que valorar, con actuaciones plausibles de voluntarios, se queda pequeña cuando lo que se debe conseguir cuanto antes, porque se siguen descubriendo importantes restos arqueológicos, es que la Junta de Andalucía convierta Marroquíes en un gran parque arqueológico que sea el referente de la antigüedad de Jaén, para lo cual hay que evitar que nuevas construcciones entierren restos, es decir, historia de Jaén.
Por otro lado, reivindicaba el PSOE y su hoy alcalde un Jaén con menos paro, con menos desgaste demográfico y más oportunidades para los jóvenes, y en este sentido los datos indican que no hemos mejorado, el paro es hoy más acuciante que hace tres años (en 2019, 8.459 parados, y en la actualidad, 9.170 con menos habitantes, ya vamos por 111.932). Otros objetivos tenían relación con la limpieza, para evitar que de nuevo Jaén fuera considerada la ciudad más sucia de España, pero mientras tanto han surgido dificultades con la concesionaria FCC al haberse anulado judicialmente su contrato, aunque la ciudad ha conseguido una escoba de plata por su mejora en la imagen de limpieza, que es complicado de entender si se da uno un paseo por la capital, pero que es así y yo que me alegro porque puede ser un revulsivo. El alcalde prometió un plan especial de vivienda y también de rehabilitación de viviendas en el casco antiguo, la actuación en los barrios y en concreto en el de La Magdalena, prometió consenso para establecer el modelo de ciudad, puso mucho empeño en crear el Museo de la Ciudad de Jaén en el casco antiguo, para enseñar mejor nuestro patrimonio y sí se ha logrado la recuperación de los Baños del Naranjo; prometió mejora de las infraestructuras deportivas, y es un logro importante la pista de atletismo de ocho calles, ampliamente demandada y que se va a comenzar en breve; convertir a Jaén en ciudad para el ocio, marcando el objetivo de crear un Parque de Aventuras lo que en su día pudo ser parque acuático y fue un rotundo fracaso, una obra en la que se invirtieron millones y se dejó a medio hacer para vergüenza de Jaén…Y algo bueno que se ha hecho por parte municipal es ceder terrenos a la Junta de Andalucía para la Ciudad Sanitaria o, también, como otro ejemplo, para el centro de salud que se va a construir en La Alameda, resolviendo a la par el problema del parking fantasma. Por no ser más largo, solo añadiré que en la campaña de 2019 el alcalde se lamentó sobradamente de que a Jaén no lleguen trenes y se comprometió a plantear la exigencia “gobierne quien gobierne”…, pero se quedó en un mero brindis al sol. Después de aquel primer impulso se ve que la disciplina le frenó en seco. Este hecho y la actitud con el Colce son dos aspectos muy significativos de la gestión del alcalde y de su servicio a las siglas antes que a los intereses de la ciudad, aunque entiendo que como jienense le duela, pero toma una opción y es la que le retrata por mucho que quiera evitarlo.
No voy a recordar con detalle a la que fue su socia en Ciudadanos en el primer trayecto, María Cantos, que había anunciado respecto a la sobredimensión de la plantilla: “No pensamos disminuir la plantilla, pero sí tomar medidas”. En ese momento abogó por una distribución del personal de la mano de sindicatos y trabajadores y adelantó su propuesta de “dar dignidad a Onda Jaén”… El resto de esta historia ya es bien conocida. En aquellos momentos tenía claro que ni los servicios de limpieza, transporte público o agua, daban la respuesta adecuada. Cantos anunció que “Ciudadanos promoverá un proyecto de PGOU que dé respuesta a los problemas de la ciudad y que no saque servicios fuera del radio de Jaén”. Juzguen ustedes. Reivindicaba una gestión “responsable, sensata y transparente para evitar situaciones que se han dado en el Ayuntamiento”, así como un plan integral de reforma del casco antiguo; defendía el sistema tranviario como eje vertebrador de la ciudad; anunciaba actuaciones para revertir la situación de desempleo con apoyo expreso a los emprendedores y empresarios, con licencias ágiles, oficina para captar inversiones, etc., y haciendo posible el equilibrio entre las grandes superficies y el comercio de la ciudad.
Un aspecto sobresaliente del programa de Ciudadanos y de María Cantos al frente del grupo, era la participación ciudadana, pero que, curiosamente, viniendo de donde venían, no asumieron como competencia en el reparto de responsabilidades. La que fuera portavoz de Ciudadanos había dicho: “La participación ciudadana la llevamos en el ADN”, y prometía crear mesas en las áreas municipales, retomar el anterior Reglamento de Participación Ciudadana, también la creación de microcomisarías de barrio, algunas de las cuales ya funcionan. Planteaba la necesidad de establecer una ciudad de mínimos, para ser generosos y sacar a Jaén hacia adelante, y proponía una retahíla de proyectos, como la Escuela de Idiomas, el centro social de Santa Isabel, el Conservatorio…”Con Ciudadanos en el Ayuntamiento cada proyecto tendrá fecha de inicio y de inauguración”. Con el Conservatorio sí se ha cumplido. Cantos y su grupo salieron del gobierno y se quedó en solitario la señora María Orozco, que otra cosa no pero moverse sí ha demostrado que lo hace, aunque el rédito político, cuando existe, queda en el haber de los socialistas, a cambio de que ella no deje solo al alcalde ni a sol ni a sombra.
En el balance de estos tres años se advierte que queda mucho por hacer. Pienso que lo que mejor ha funcionado en este tiempo ha sido la micropolítica, una buena labor del responsable de Mantenimiento Urbano, Francisco Javier Padorno. Está claro que las necesidades de una ciudad son cuantiosas y siempre quedarán cosas por hacer, pero el esfuerzo es evidente y muy agradecido porque se ve, se percibe. Lo mismo ocurre con el área social, a cargo de Ángeles Díaz, más aún en tiempo difícil en el que se ha visto obligada a movilizar recursos para atender lo máximo posible a los jienenses más vulnerables, que son también los más agradecidos. La concejala responsable de Medio Ambiente, Sostenibilidad y Agricultura, María del Carmen Angulo, se ha propuesto, y lo está consiguiendo, embellecer los parques y jardines de la ciudad, y se le reconoce porque da una bonita imagen de la ciudad. José Manuel Higueras, desde sus responsabilidades de Cultura y Turismo, destaca por su capacidad de iniciativa de la que han surgido importantes proyectos, como fue la presencia en Fitur con un espléndido video promocional de la capital y, en general, su hoja de ruta en el conjunto de la programación, incluido el Festival de Otoño, los pasos antes citados en torno a la Catedral y la imagen de marca para posicionar a Jaén de cara al turismo, donde se publicitan mucho los buenos resultados en el sentido de que es la capital la que, según datos del observatorio existente en la Universidad, lidera la presencia de turismo en el territorio provincial. En materia cultural, si bien ha habido un refuerzo considerable, parece que la sociedad reclama más y mayor consenso y atención a todo el talento que ya se mueve en esta ciudad.
Por otro lado se insiste desde el Consistorio, y lo hace con frecuencia la segunda teniente de alcalde, África Colomo, un gran activo de este equipo de gobierno, buena como portavoz y como gestora, aunque en un prudente segundo plano cuando debería ser de otra manera, en que se está haciendo lo imposible por atraer inversiones a la ciudad, ya que se perdió el milagro económico que pudo y debió ser la base logística del Colce. Es la gran asignatura pendiente, hacer que a la capital llegue alguna empresa tractora que le dé vida y futuro.
Entiendo objetivamente a este respecto que lo más negativo de este tiempo ha sido el aumento del paro, que tiene que ser la máxima preocupación municipal, pero faltan iniciativas políticas para combatirlo. Hay que añadir lo antes dicho de la falta de PGOU y de un presupuesto como Dios manda. Aunque con diferencia, lo más llamativo en este tercer año de la gestión municipal ha sido la gestión de personal, aún colea el lamentable caso Onda Jaén, y algunos otros, aunque hay un logro, se ha aprobado la famosa y polémica Relación de Puestos de Trabajo (RPT), una antigua asignatura pendiente, que ignoro si entra en funcionamiento sin más o todavía puede ser recurrida porque después de tanto tiempo se llevó a pleno con prisas y de aquella manera.
Y algo que también ha salido muy dañado en estos tres años ha sido la relación con el movimiento vecinal, no solo porque no se le han pagado las deudas que el Consistorio tiene con las asociaciones, sino porque hacia ellas no ha habido ninguna cercanía, y si no que le pregunten a una persona que me merece muchísimo crédito como es la presidenta de OCO, Pepi Alcántara, una mujer luchadora, que representa al asociacionismo vecinal con toda dignidad. No sé si se hace o no a propósito, eso no me consta, pero con su actuación el equipo de gobierno ha contribuido a hacer menos visible el movimiento vecinal y ya pueden verse los resultados, lamentablemente el movimiento vecinal se ha empequeñecido y el protagonismo de las asociaciones que otrora era una enorme fortaleza, hoy brilla por su ausencia, empezando por las otras dos federaciones existentes a las que parece que se las ha tragado la tierra. Este Ayuntamiento tiene aires de grandeza, se ha buscado sus interlocutores en tanto ha ido mermando la influencia y el protagonismo que legítimamente corresponde a otros.
Por lo que respecta a los grupos de la oposición municipal, el principal es el Partido Popular, que ejerce, al grupo se le ve permanentemente en la calle y lleva al pleno propuestas, de vez en cuando el portavoz, Manuel Bonilla, comparece ante la prensa, hay un núcleo duro que suele estar muy activo de manera habitual, en su caso no tiene que esperar a la convocatoria electoral porque en estos años ha sido constante en su labor como oposición, algo inédito por cierto, que le pregunten a Antonio Losa, el autollamado #concejal_a_pie_de_calle, que trae al alcalde por la calle de la amargura, también en las redes sociales. Por cierto, el PP también provocó un pleno sobre el estado de la ciudad, que el gobierno municipal rehuía inexplicablemente, de hecho Julio Millán se vio en la necesidad legal de aceptar pero ni intervino, cosas veredes. La única edil de Ciudadanos, María Orozco, a la sazón primera teniente de alcalde, parece una prolongación del socio mayor, aunque a veces se ve en la necesidad de identificarse, hasta ahora sin excesivos problemas para salir airosa. El grupo de no adscritos o Siempre Jaén, encabezado por María Cantos, está en su batalla por Jaén, con el resultado a medias, unas veces consigue sus propósitos y otras veces se quedan solos, aunque el hilo argumental de su discurso es Jaén. Lo de Vox es un caso aparte, algo difícil de entender, la portavoz es Salud Anguita, pero el partido no la reconoce como tal y además hay otro edil con el que existe enfrentamiento, Manuel Ureña. A pesar de todo la señora Anguita ha hecho algunas propuestas que han sido respaldadas por el pleno, una de ellas sobre Jabalcuz. Y Unidas Podemos por Jaén está en la ambigüedad, el grupo del que es portavoz Javier Ureña lo mismo apoya al equipo de gobierno que se muestra muy crítico con su política. Suerte tiene el alcalde con poder ir bandeando una situación complicada desde que se le fue la holgada mayoría absoluta, ahora cada pleno es un sinvivir.
Por hoy me parece que ya es suficiente. Ha habido más sombras que luces, pero también ha habido luces, no quiero caer en el dramatismo, tampoco se trata de eso. Nada me gustaría más que poder dedicar cada día, cada semana o cada mes, un elogio encendido de la tarea municipal, porque lo merezca. Lo único que me interesa, como a muchísimos jienenses, es que esta capital progrese, dé un salto de modernidad y se quite tanto lastre. Queda solo un año para intentarlo, y anímense. El próximo Ayuntamiento va a estar igual de fragmentado o incluso más que el actual, falta menos de un año para las elecciones municipales y ya empiezan los partidos a preparar sus estrategias porque la batalla promete.
Foto: Ayuntamiento de Jaén.