La ciudad de Linares vuelve a echarse a la calle. Será mañana, día 17 de mayo, a partir de las siete de la tarde, desde la Glorieta de América. Nos fijamos en este punto caliente de la provincia, porque al igual que ocurrió en su día en la ciudad de Jaén, se ha movilizado una plataforma, que lleva por nombre “Todos a una por Linares” y que lo que va a pedir en la segunda vez que decide realizar esta convocatoria a toda la ciudad, es que se exija el cumplimiento de los compromisos adquiridos por las administraciones, concretamente la moción aprobada por unanimidad de los grupos políticos representados en el Parlamento andaluz, en el pasado mes de diciembre, que según los portavoces de su plataforma tendría que suponer “un verdadero plan de rescate” para una ciudad que ocupa el triste privilegio de figurar con las tasas de desempleo más elevadas del país y que no tendrá salida si no cuenta con el empuje de las diferentes administraciones, que en algunos casos parecen olvidarse de las promesas de septiembre del año pasado, aunque, curiosamente, en estos últimos días, se está produciendo un goteo de buenas noticias para la ciudad que, sin ninguna duda, las está provocando la actitud de la plataforma “Todos a una por Linares”, que ha hecho una apuesta por sacar a Linares de esta situación de impasse.
Esta manifestación se produce en un momento muy especial en el panorama político de la ciudad, con un alcalde que ha sido abandonado por el PSOE y que probablemente haya acumulado motivos para ponerse el primero en la manifestación, ya que son conocidas sus diferencias con la Junta en torno a las actuaciones que el gobierno de Susana Díaz ha tenido con Linares, y que ha sido la principal causa de su divorcio con la dirección provincial socialista, que le ha abierto expediente y que le ha negado la posibilidad de ser candidato en las próximas elecciones locales, aunque es bastante probable que Juan Fernández acuda a la cita electoral en otras siglas por ahora no conocidas. Esta situación contribuye al morbo de la movilización de mañana por parte de los linarenses.
La de septiembre del pasado año fue una respuesta del pueblo de Linares sin paliativos, contundente, multitudinaria, consciente de la gravedad de su situación económica y social y exigiendo soluciones a quienes pueden darlas, los poderes públicos, aunque como después veremos, los responsables de las administraciones tratan de jugar al despiste y se camuflan entre el común de la gente como si no fuera con ellos. Nos da igual que fueran 30.000, 35.000 o 40.000 personas, ¿qué más da?, no cabe duda alguna en que la ciudadanía de Linares está suficientemente motivada, y también la de la comarca, que ha vivido mucho tiempo con el influjo de una población a la que dejaron morir y que como se ha recordado, se desangra.
No tengo más que palabras de admiración para la plataforma “Todos a una por Linares”, porque ha conseguido sus objetivos con creces, quiero decir hacerse notar y un poder enorme de convocatoria y movilización. Salió por primera vez a la calle para decir alto y claro que se necesitan industrias, porque las han hundido a todas con políticas erráticas, y el último gran fracaso fue el Plan Linares Futuro, que ha resultado ser un camelo, en el que la Junta de Andalucía no ha sabido administrar la situación derivada de la crisis de Santana y todo lo que ha hecho ha sido ir apagando fuegos, a veces a base de talonario, pero sin ton ni son. Que Linares ya no es Linares…qué mal lo han hecho los políticos. La triste realidad es que tiene el tristísimo privilegio de figurar a la cabeza del paro, con más de un 40% largo de desempleados, que es el peor drama que le puede acompañar a un pueblo. ¿Cómo no iba a salir Linares a la calle, cómo se va a resignar, cómo no va a protestar, cómo va a rendirse si lo que tiene que hacer es luchar por el futuro de las nuevas generaciones, para que las administraciones no hayan hundido también sus expectativas?
Mañana, día 17 de mayo, los linarenses quieren protagonizar en la calle un nuevo día histórico. No sé qué pasará en Linares después de mañana, lo que sí me parece es que las administraciones no deberían jugar más con los intereses de los ciudadanos. Los linarenses nos han dado un ejemplo enorme con su primera manifestación, de lo que todos deberíamos aprender. No me lo tomen a mal los jienenses, pero si hubiera sido un partido de fútbol, espectáculo donde desde siempre es más visible la rivalidad que les caracteriza, diría rotundamente que esta vez nos ganaron, nos mojaron la oreja. Cierto también que Linares y Jaén tienen problemas parecidos pero en Linares la angustia en este momento está en el límite. Y puestos a contarlo todo, con franqueza, las sociedades también son distintas, los linarenses han salido muchas veces a la calle a protestar y en Jaén las dos manifestaciones marcaron un hito, sin duda, para la forma de ser y de actuar de esta capital, aunque da una idea de que los capitalinos nos tenemos que poner las pilas. Simplemente eso.
¿Qué se juega Linares? Esta es una pregunta que viene bien en este momento. ¿Qué va a pasar en Linares tras la contundente manifestación que estoy seguro va a verse hoy, en la misma línea o mayor que la del pasado septiembre, un pueblo harto de promesas, con asignaturas pendientes como las ya señaladas, además del Puerto Seco, el desmantelamiento ferroviario, etc., etc.? Supongo que su sociedad civil, con “Todos a una por Linares” a la cabeza, no se va a quedar con los brazos cruzados y exigirá realidades, planes y plazos, no se puede hablar de otra cosa. O esta batalla se gana ahora o estaremos lamentándolo durante los próximos años, por eso no se pueden perder las energías y la convicción de estar haciendo simplemente lo que toca.
Foto: La multitudinaria manifestación de septiembre de 2017 por las calles de la ciudad de Linares.