Por ANTONIO GARRIDO / Las cifras del paro registrado en enero nos han despertado del sueño porque, como cabía esperar, han vuelto a subir en la provincia, que suma 2.101 desempleados más, nada que a estas alturas nos sorprenda, una vez que concluyeron las faenas agrícolas y una época de temporada alta en el sector servicios, pero sabiendo además que el año en nuestra provincia se divide en ciclos. En concreto, según los datos publicados hoy, el sector servicios se deja 1.243 empleos, en tanto que 786 proceden del sector agrícola. Por tanto volvemos a donde estábamos, en este momento con 42.051 desempleados oficialmente y hemos de decidir, sobre todo los responsables de las instituciones de las que depende, si nos resignamos a repetir esos ciclos, como si nos hubiéramos hecho a las estadísticas, y no encontremos otro camino para darle fortaleza a esta tierra. No hay que andarse con rodeos, aquí la situación se repite año tras año, el factor sorpresa no existe. La cuestión es que estamos en el mismo sitio que el año pasado, el anterior y que hace décadas, desde que existe la información oportuna.
El panorama no cambia, seguimos asumiendo una realidad a la que no se encara, creo que se trata de ir sobrellevando la pesada carga, pero hay una rendición absoluta y es el peor pronóstico que se puede hacer de nuestra realidad. Somos pasivos, quiero decir, son pasivos los responsables públicos, ven pasar el tiempo y las circunstancias, se aferran a las buenas noticias y salen todos en tromba a hacerse la foto, mientras que ahora siguen la táctica del avestruz, tratar de ignorar una realidad molesta, que incomoda. Eso es muy político, asumen los éxitos como propios pero ante los fracasos o los transfieren o simplemente asumen una actitud cobarde a la espera de tiempos mejores. Así llevamos, quiero decir lleva Jaén y su provincia desde que el mundo es mundo.
Me niego a pensar que se haya arrojado la toalla y que nos hemos rendido a la evidencia de los datos. Actualmente tenemos 42.051 parados registrados. Y en cuanto a la foto fija del mercado laboral jienense es muy transparente, en el sentido de que las afiliaciones a la Seguridad Social bajan, ojo al dato, más de 9.000 cotizantes de una sola tacada, lo cual es indicativo de que la campaña de la aceituna y la de la Navidad, en la última referencia a la que obedecen los datos de enero, es a todas luces la principal y casi única tabla de salvación para miles de trabajadores y que el mercado laboral es muy débil. Excuso decir que se mantiene el altísimo porcentaje de paro femenino, una identidad de nuestro desempleo, ahora por encima del 66% y sería una buena oportunidad ante la próxima celebración del Día de la Mujer Trabajadora que en vez de reivindicar sobre el sexo de los ángeles, se haga sobre el principal problema que tienen las mujeres en esta provincia para acceder al mercado laboral.
Entendiendo todos los condicionamientos, es evidente que una buena parte de quienes tienen responsabilidad de gobierno, en el conjunto de las administraciones, no acaban de enterarse de que el paro es con diferencia el gran problema de Jaén, estamos a la cabeza de las provincias donde más se eleva el paro, por encima del 5%, con lo cual las alarmas vuelven a dispararse y lo que te rondaré, les convoco al próximo mes. Pero creo que o no saben hacer nada por remediarlo, o simplemente no quieren. En definitiva se trata de un desprecio a la realidad que dibujan las estadísticas sobre Jaén, que son el reflejo de una realidad bien amarga para muchísimas personas y familias.
La valoración de los agentes sociales es pesimista, tanto sindicatos como empresarios, pero ellos están representados en órganos donde se sientan los políticos y es ahí donde deberían, de una vez por todas, clamar en favor de soluciones estructurales, especialmente dirigidas a la Junta de Andalucía y al Gobierno central, puesto que la Diputación, dentro de sus posibilidades y sin ser su competencia, es la única administración que pone bastantes millones, dinero para luchar contra este mal endémico de Jaén. Nos gustaría saber qué tendrá que pasar en Jaén para que los principales responsables de las instituciones se den por aludidos y decidan coger el toro por los cuernos, o qué ha de pasar para que se demanden soluciones urgentes ante esta situación cíclica y crónica.
Nos asaltan hoy dos reflexiones. Una, el mensaje de pesimismo que los datos trasladan sobre todo a los jóvenes jienenses, cada vez más preparados, con una Universidad que quiere formar talentos, y a los que obligamos a coger las maletas y marcharse, en la mayoría de los casos para no regresar. No olvidemos que también estamos en cabeza del paro juvenil, lo digo para que no se olvide. La segunda es una pregunta dirigida a nuestros políticos, de izquierdas y de derechas, de arriba y de abajo, en el sentido de si esta situación tan arraigada, tan cruda y tan real es el proyecto de futuro que tienen para esta provincia y si no les causa sonrojo no estar ocupados permanentemente en esta cuestión. Todos vienen a Jaén vendiendo mercancías inexistentes, nos ofrecen parabienes, nos definen con frases hermosas, nos dicen que Jaén está de moda…todo eso si no está acompañado de actuaciones, inversiones y empleo, son más de lo mismo, calmantes para tratar de mantener la esperanza de una provincia con una altísima capacidad de aguante.
No hace mucho la Universidad de Jaén abordaba en una interesante jornada la radiografía del mercado laboral de la provincia y a través de las diferentes ponencias se presentó el cuadro de una situación agónica, que ahora ni siquiera puede frenar el bosque olivarero a causa de la pertinaz sequía que se va prolongando con unos efectos devastadores. Las administraciones central y autonómica se quedan cortas, muy cortas, a la hora de las respuestas, como siempre. Creo que hay que dejarse de paños calientes. Los planes de empleo son un alivio, indudablemente es así, pero muy limitado a juzgar simplemente por la evidencia de los datos. ¿Se puede hacer algo ya o esperamos al mes que viene y a seguir condenando a que miles de personas estén pendientes de recibir unos fondos estatales de ayuda, porque se les han negado otro tipo de expectativas, que tienen que ver con el trabajo y la dignidad?
Foto: Como los anteriores comienzos de año el desempleo ofrece de nuevo para Jaén y la provincia registros desalentadores.