El grupo de no adscritos en el Ayuntamiento de Jaén ha planteado una moción en defensa de la Cámara de Comercio de Jaén que lleva casi tres años con un nuevo equipo, capitaneado por el empresario Manuel Barrionuevo, sorteando todo tipo de obstáculos y que no obstante si no se producen nuevas ayudas que son urgentes, corre el peligro de desaparecer, agobiada por las deudas y eso que ya tuvo que sacrificar algo tan importante como su histórica sede en la calle Hurtado, un edificio emblemático. La herencia envenenada luego de una gestión pésima, ponen ahora a este organismo contra las cuerdas.
La concejal Salud Anguita cedió el turno de palabra al presidente de la Cámara, Manuel Barrionuevo, que hizo una reflexión en voz alta sobre la ilusión con la que llegaron al pleno cameral buscando la salvación de la entidad, una de las seis primeras que se crearon en España, y hoy en serio peligro de desaparecer. Precisamente el miércoles se mascaba la agonía en el pleno de la Cámara, según ha trasladado Barrionuevo, un empresario valiente de Sierra Mágina que ha liderado a un grupo de personas que se han metido en una empresa heroica, pero que no saben si al final van a tener que arrojar la toalla, agobiados por un caudal de problemas, uno detrás de otro.
En la moción lo que venía a solicitarse era la cesión por unos años del Vivero de Empresas para que sirva de aval a la institución a la hora de salvar obstáculos económicos, ya que por su actual crisis tienen todas las puertas cerradas. Se encuentran con un serio problema, como indicó el concejal Miguel Contreras, y es que las cesiones gratuitas, como es el caso, han de mantenerse por un tiempo de treinta años, al tratarse de una parcela de dominio público que recibió el Ayuntamiento como dotacional en su día.
Todos los grupos han defendido con entusiasmo la necesidad de la Cámara y no permitir que se pierdan referencias de capitalidad para Jaén, pero hay serias dificultades en este caso en concreto. Manuel Montejo fue el primero en advertir la situación legal del suelo del Vivero. Acto seguido la concejal socialista María del Mar Shaw, tras reconocer el esfuerzo titánico por la salvación de la entidad representativa de los empresarios y comerciantes jienenses, se ha mostrado a favor de cualquier solución viable, previo informe jurídico. El PP, por medio de Miguel Contreras, ha defendido que haya un encuentro entre administraciones para tratar de explorar todas las soluciones posibles que permita la legalidad, y para ello debe convocarse a Junta, Diputación, Ayuntamiento y cuantos otros organismos puedan estar afectados.
Salud Anguita lamentó finalmente que por unas causas o por otras se van perdiendo instituciones en Jaén y que el caso debería tener una solución factible ya que la Cámara en el Vivero no persigue ningún fin lucrativo. Hay que agradecer a corporativos como la propia Salud Anguita que trasladen al Ayuntamiento las preocupaciones e inquietudes por las que atraviesan los colectivos jienenses.
En definitiva lo que hoy se ha llevado al pleno municipal y queda pendiente de la sensibilidad de las administraciones para con este grave problema, es una llamada de emergencia de una Cámara de Comercio histórica, que de siempre ha jugado un papel de apoyo a empresarios y comerciantes, y que una gestión inadecuada e irresponsable la ha sumido en un pozo del que algunos valientes tratan de sacarla, aun conociendo las dificultades que tiene, pero que lo intentan convencidos de que puede seguir siendo una herramienta útil y rentable para crear desarrollo y riqueza en la ciudad.
Es una pena que nadie observara en la etapa anterior, cuando se fraguó la severa crisis de la entidad, lo que estaba pasando, empezando por la Junta de Andalucía como entidad tutelante, y hoy estemos asistiendo a la agonía de un ente que se resiste a morir únicamente por vergüenza torera de unos cuantos empresarios que la conocen y saben perfectamente lo que Jaén se perdería. Ojalá que la voluntad política pueda superar a todos los obstáculos, ya se sabe que no hay imposibles cuando existe unión y se pretende una defensa legítima si es necesario hasta con uñas y dientes, porque estamos hablando de recursos para que esta ciudad crezca, bastante hemos perdido ya por nuestra maldita desidia.
