Por ANTONIO GARRIDO / Lo primero que quiero decir es que no me considero un negacionista profesional que siente la necesidad de decir a todo que no, y que me gustaría tener los suficientes argumentos de peso para alabar las cuentas que la Junta de Andalucía acaba de ofrecer en el anteproyecto de los presupuestos de la comunidad autónoma y, por tanto, la parte de la tarta que corresponde a la provincia, que se han encargado de presentar la consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Catalina García Carrasco, y el delegado del Gobierno en Jaén, Jesús Estrella. Ellos en su papel, la verdad es que me llaman mucho la atención desde siempre estos políticos que tienen que dar la cara ante los medios de comunicación y la sociedad para presentar unos números y objetivos, incluso cuando son conscientes de que no son lo que se espera de ellos. Siempre he tenido la duda de si es que están tan convencidos de lo que transmiten o es que como buenos actores se han aprendido la función que cada año han de representar. Es algo que he venido analizando desde hace muchos años tanto con los encargados de vendernos los casi siempre, o directamente siempre, nefastos Presupuestos Generales del Estado, lo que yo llamaba “vamos a contar mentiras” y al mismo tiempo con la autonomía, porque a fin de cuentas es la misma historia, tratar de subirnos la ilusión y transportarnos a un escenario cuyo parecido con la realidad resulta ser pura coincidencia. También quiero subrayar que elaborar un presupuesto en una comunidad tan grande y tan compleja como es Andalucía ha de entrañar dificultades si se pretende un mínimo intento de equilibrio, aunque tal vez resulte más fácil si la política se impusiera el reto, pero real, de propiciar la convergencia en el mismo territorio, de unas provincias para con otras. Porque la primera consideración que se me ocurre con este presupuesto que la Junta presenta para 2025 es que no hace nada visible, ni tampoco invisible por lo que me parece, para distinguir a la Andalucía de las dos velocidades, y es obvio que nosotros estamos en la segunda.
He estado consultando el conjunto de los periódicos andaluces, que me sirven para valorar lo que los políticos han ido diciendo en los diferentes territorios. Este año, curiosamente, se ve que toman nota de algunas críticas, han huido de los calificativos rimbombantes, pero, eso sí, en cada capital han dejado un claro mensaje, de manera que en Málaga “son el presupuesto pegado a la realidad y centrado en los malagueños”, o que “Almería se posiciona como una provincia clave en el desarrollo”, que en Cádiz “son unos presupuestos en los que se ha dado un avance muy significativo y son unas cuentas muy gaditanas y que, además, van a seguir transformando Andalucía”, etc. Donde se observa un especial tratamiento de la Junta a sus grandes infraestructuras es sobre todo en Sevilla, en Málaga y en Granada.
En estos tres lugares hay partidas importantes, en la capital hispalense para sus metros y para el tranvía de Alcalá de Guadaíra; en Granada también cifras millonarias para el metro, para la carretera de Sierra Nevada, y, ojo, una partida para colaborar, a la espera de la llegada del Gobierno de España, al soterramiento de las vías del AVE a su paso por la ciudad. Y en Málaga, la ciudad de moda, por obra y gracia de la gestión de su gran alcalde, la consolidación de proyectos en marcha y el impulso de la Ciudad Sanitaria, que aunque no aparece en las cuentas provincializadas, lo más probable es que se ponga muy por delante de nosotros, ya que el objetivo es hacer de este hospital un referente a nivel nacional. En el resto de las provincias observo un panorama parecido a Jaén, con la excepción de Almería, que anota 120 millones para infraestructuras y transportes. En Cádiz, la tierra de Antonio Sanz, tanto la Ciudad Sanitaria como la Ciudad de la Justicia llevan nuestro mismo camino, aunque el consejero de Presidencia se ha remitido a los presupuestos no provincializados.
Lo primero que se detecta en el Presupuesto de la Junta para Jaén en 2025 es que se repiten miméticamente partidas que figuraban en los presupuestos de 2024, lo que viene a decir que el gobierno andaluz no ha cumplido, no ha hecho sus deberes, y no tengo otra manera de decirlo, ya sea con respecto a la famosa lavandería como avanzadilla de la Ciudad Sanitaria sin previsión de fechas, o la Ciudad de la Justicia que parecía inminente y no llega, o el tranvía, que dicen, y no me lo creo del todo, que puede empezar a funcionar en 2025, sin olvidar el plan museográfico del Museo Íbero, que es el cuento de nunca acabar, por no hablar de la continuación de la Autovía del Olivar, sin resultados, o el ramal Vadollano-Linares, etc. Todo esto vuelve a los presupuestos de 2025, en consecuencia más que centrarnos en las previsiones que cada año esperamos como agua de mayo, parece que lo que realmente importa es el nivel de ejecución terminado el año natural. El resultado sería algo o mucho frustrante.
El presupuesto que la Junta ofrece a Jaén para este año es de 365 millones de euros, y como en cada provincia los políticos tratan de presentarle la cara que más les beneficia en principio, en nuestro caso somos la segunda en inversión por habitante, tras Huelva. Ese es el mejor de los datos, pero no nos aferremos a él porque esta es la parte de propaganda, de marketing. Me quedo mejor con que somos la penúltima provincia por volumen de inversión, Huelva es la última. Magnífico que la Junta priorice su política en la estabilidad, el crecimiento y el cumplimiento de los objetivos, en palabras de Catalina García, y por supuesto que prime el carácter social blindando la salud, la dependencia y la educación, que realmente lo necesitan porque el estado de bienestar tiene que ser mimado por las acciones de gobierno, pero lo que me llama poderosamente la atención es que en las cuentas de Jaén al menos, falta una inversión tractora que indique con claridad que la Junta apuesta de verdad por Jaén como se le llena la boca a sus políticos de repetirnos. Claro que presenta proyectos y actuaciones, es que se da la curiosa circunstancia de que es la administración que más competencias reúne y muchas de esas cifras se corresponden con sus obligaciones en el ámbito de la responsabilidad asumida, lo mismo cuando se habla de infraestructuras hídricas como mantenimiento de carreteras.
La llegada de Catalina García a la nueva área se nota, con casi 43 millones para las políticas de medio ambiente, en cambio el año pasado se nos informó a los jienenses del incremento presupuestario para la Ciudad Sanitaria, de 450 a 510 millones, y esta vez ni aparece, a expensas del desarrollo de los acontecimientos, así que por ahora y con tranquilidad, lo que está entre manos es la lavandería, lo cual sabemos de sobra que es un brindis al sol. Se habla de la terminación del Conservatorio, ya es hora, del apoyo al Parque Empresarial de Santana, que es una acción muy positiva, incluso aparece una partida mínima creo que sugerida por el alcalde tras presentar su proyecto de zona de ocio en la estación de autobuses, para propiciar su posible traslado, aunque esto tampoco va a ocurrir de inmediato. También son detalles significativos los tres millones para el Banco Digital, que ignoro si son los que varias veces se han comprometido o estos son nuevos, porque a los políticos con tal de dar titulares les falta tiempo para hablar de millones, y también me parece perfecto los 14,5 millones para el sector turístico. Hay destellos, justo es reconocerlo, cuestión diferente es que el Presupuesto sea para nota.
Por lo demás el gobierno andaluz, sin duda consciente, institucional y políticamente, nada ocurre por casualidad, del clamor que existe en Jaén con el tren, se ofrece a mediar con Renfe para propiciar un convenio que venga a mejorar las conexiones desde Jaén con Madrid y Sevilla. Es una buena idea, pero también un brindis al sol, porque el Gobierno de España si ofrece ese gesto a Jaén y pensara en abandonar el maltrato histórico del ferrocarril hacia la capital del Santo Reino, lo haría a través de sus propios intereses institucionales y partidistas, para que los pobres se puedan apuntar alguna victoria, porque están muy huérfanos de ellas, salvo el Cetedex, menos mal. Por otro lado ya veo que hay alguna partida menor para investigación en la Universidad, pero tanto la Junta, aunque especialmente el resto de las instituciones y la sociedad civil, donde han de insistir es en el cumplimiento del modelo de financiación aprobado en su día, plenamente vigente, pero en el que los rectores demandan el dinero que les falta para la viabilidad financiera de las universidades públicas, la de Jaén incluida, temerosas del papel cada vez más preeminente de las universidades privadas.
He conocido las declaraciones del alcalde, Agustín González, en su primera reacción y sinceramente no esperaba nada diferente, aunque no sé si por convicción propia o por calmar al grupo de Jaén Merece Más, se muestra ambicioso, quiere más y más. Con todo, el alcalde tiende a la exageración cuando se refiere a la Junta y a Juanma Moreno, de hecho destaca que en el presupuesto figure una partida de 100.000 euros para estudiar el traslado de la estación de autobuses, como si eso pudiera hacerse en meses o incluso en años, viendo de qué modo funcionan las cosas en Jaén. El distribuidor norte es una asignatura pendiente que ya está bien y lo del tranvía es que cualquier retraso repercutirá en la imagen de Jaén, casi firmaría que estuviera en la calle en 2025, porque de lo contrario los jienenses y quienes nos visitan perderán definitivamente el respeto a la política. Pero sí, un alcalde está para pedir y para sumar, llamar a todas las puertas y no cejar en el empeño. Eso que dice Agustín González de viajar, ir a los despachos y hacerse pesado, eso es lo que tiene que ser un regidor.
Entiendo su benevolencia y ojalá tengamos suerte y este año que viene la ciudad avance, no tengo muchas esperanzas, para ser claro, pero nada me alegraría más que comprobar que entre lo provincializado y lo por provincializar el gobierno andaluz sea lo más justo posible con Jaén y su provincia. Y a la hora que escribo y me dispongo a publicar esta crónica no conozco la versión del socio del PP en el gobierno municipal, Jaén Merece Más, y han tenido tiempo, ignoro si van a salir aplaudiendo, esto no lo creo, si se van a desmarcar categóricamente o si tiran por la calle de en medio a la espera de tiempos mejores. Difícil papeleta para los “merece” porque las administraciones no suelen ser generosas y además los milagros no existen. El quid de la cuestión son las 100+1 medidas del pacto de gobierno, una carga pesada y para cuatro años, con la lentitud con la que actúan las administraciones, para que le den continuos berrinches a quienes desde JM+ impulsaron el documento. Una vez elaborado, es obvio, los pactos están para cumplirse, y en eso están, pero no están.
Todavía recuerdo, buena memoria, que hace cinco años el propio presidente de la Junta, Juanma Moreno, se preguntaba ¿hasta cuándo vais a aguantar los jienenses con esta situación de agravio y maltrato permanente? Lo de los políticos es de aurora boreal, son capaces de construir las mejores frases para solidarizarse con nuestra cruz, pero raramente se hacen ellos mismos la misma pregunta en primera persona, ahora que está en el poder y puede articular los medios para ayudarnos, como tantas veces se ha comprometido. Quiero decir que en efecto y como resumen lo que esta provincia viene reclamando son medidas de discriminación positiva, las que le fueron negadas por el PSOE en su tiempo y el PP tampoco ha hecho suyas, más que en los discursos complacientes. Con todo, hay que reconocerle a la actual Junta que se siga atreviendo a presentar unos presupuestos provincializados, aunque se presten a valoración y a crítica, al contrario de lo que hizo al PSOE en sus últimos ejercicios por temor y por endulzar a su antojo la política dirigida a provincias.
La actual Junta de Andalucía está dando pasos en la buena dirección, lo que ocurre es que son excesivamente lentos y mientras pasa el tiempo se van agrandando las diferencias entre territorios, y llevamos la peor parte. Por eso vengo clamando en desierto para que el conjunto de las administraciones públicas asuman sus responsabilidades y empiecen con los territorios con más debilidades, por la vertebración, porque la insatisfecha deuda histórica no se ha pagado, sino todo lo contrario, va sumando capital e intereses. En su día nos pusimos a la cola y lamentablemente ahí seguimos y nadie nos va a sacar de ella si no es con discriminación positiva. Presupuesto histórico. Las palabras a veces hieren más que los hechos. Hay voluntad, lo doy por hecho, pero el objetivo sigue aún lejano y esta no es la mejor noticia para Jaén, porque el movimiento se demuestra andando.
Foto: La consejera Catalina García Carrasco y el delegado del Gobierno, Jesús Estrella, presentaron las cuentas de la Junta para Jaén, en presencia de todos los delegados.