Por ANTONIO GARRIDO / Hace pocas fechas, y aún seguimos con ese buen propósito, hasta San Antón, pascuas son, nos deseábamos feliz año, que en sus comienzos viene cargado de interrogantes en todos los sentidos en el Ayuntamiento de Jaén, en la política, en algunos de los proyectos pendientes… Digo que viene cargado, pero ignoro por el momento si al final del ejercicio los resultados serán satisfactorios o de nuevo estaremos contando historias de frustraciones, porque del 2024 apenas se pueden contabilizar alegrías, y además el recién estrenado 2025 nos sorprendió, dentro de lo que cabe, con una moción de censura cuyas consecuencias en el organigrama de funcionamiento municipal se están empezando a ver. Antes que nada no quiero olvidarme de que hemos vivido una Navidad como si no hubiera mañana, hoteles, restaurantes, bares, ambientazo en las calles céntricas, desbordante, y ahí han estado las administraciones, empezando por el Ayuntamiento, lo mismo que cada uno de los colectivos que a su estilo, forma y manera contribuyen con sus aportaciones al esplendor de esta cita anual. No me quiero olvidar del acierto conseguido en la despedida de Agustín González al traer a Canal Sur con sus campanadas, porque fue una bonita manera de proyectar a Jaén como capitalidad. Creo que no resultó un gasto excesivo, pero de cualquier manera está más que justificado. Personalmente seguí las campanadas desde el canal andaluz, por eso estoy algo ausente de la polémica surgida con las de TVE. Cierto, no todo vale, me quedo con el paisano Broncano que hay que reconocerle que siempre tiene a Jaén en la boca, y eso nos va muy bien, en tanto que Lalachus, lamento el innecesario gesto que parece nacido para la provocación, el respeto es en televisión y en la vida una elemental norma de conducta. Respeta y serás respetado. Qué ganas de molestar y de irritar a los sentimientos.
De la moción de censura, pero sobre todo de los días previos y posteriores se podría escribir un tratado. Nada nuevo bajo el sol, porque me acuerdo de lo ocurrido en julio de 1989 y no hay diferencia, pues lo viví y lo escribí entonces. Ruido, mucho ruido, y dentro de él reacciones indeseables, sobre todo en las redes sociales, donde unas veces dando la cara y otras amparándose en el anonimato, algunos se han pasado, porque vale la crítica, faltaría más, pero los insultos, incluso personales, lo que hacen es retratar a quienes usan este procedimiento para echar leña al fuego. Incluidas campañas, en las que ha entrado más la familia del PP, aunque al final han pecado todos, fuera de lugar y con muy poco estilo, o ninguno. Suele ocurrir en los perdedores, todavía me acuerdo de lo mal que le sentó al PSOE salir del equipo de gobierno municipal tras los comicios de 2023 y sus ataques viscerales hacia Jaén Merece Más, pero en política suele darse lo de “extraños compañeros de cama”, frase que suele atribuirse a Manuel Fraga, aunque parece que antes la usaron también Churchill o incluso Groucho Marx, en fin lo que hemos visto hasta el día de hoy en experimentos por todo el país, y es que en democracia, para el que crea en ella, unas veces se gana y otras veces se aprende. No le voy a dedicar un minuto más a la sobreexposición de estos últimos días, porque me ha parecido un panorama ridículo y poco ejemplar. Ahora en lo que hay que centrarse, al menos yo estoy en ello, es en la exigencia al nuevo gobierno para que responda a la ilusión que ha querido despertar, tanto al alcalde y al PSOE como a Jaén Merece Más, para que use con el Gobierno de España al menos la misma vara de medir que ha exigido a la Junta, con buen criterio.
Y la Junta, por lo que ha comprometido el propio Juanma Moreno, también hay que estar en permanente vigilia para que no abandone sus compromisos, y de camino hay que recordarle al presidente que JM+ le pidió una reunión, no aceptada, y que tal vez podría haber sido la clave de la continuidad. Agustín González ha sido la víctima propiciatoria de un conjunto de situaciones en las que se alinearon los astros para dejarlo caer. Ahora tengo un especial interés en observar cómo se mueve en la oposición, porque alguna vez tuve el convencimiento de que había alcalde para rato. La política, y menos aún la política municipal, no son ciencias exactas, y lo que hoy es mañana puede no serlo. Aviso a navegantes, sobre todo a Jaén Merece Más, que es quien se juega el todo o nada en este tiempo, porque los grandes partidos, y el PSOE lo es, es una maquinaria capaz de engullir a los socios más pequeños, y además está por ver en alguna encuesta seria la impresión general de la ciudadanía jienense sobre el paso dado con la moción de censura y el cambio de alcalde. Por cierto, el comunicado del grupo municipal del PP haciendo recaer sobre el nuevo equipo de gobierno la responsabilidad de una ciudad sucia durante las fiestas por la incontrolada acumulación de cartón y papel, que la ciudadanía ha censurado de manera muy contundente, es un mal ejercicio de responsabilidad y con este comportamiento pierden credibilidad, porque no se puede negar la evidencia. Hay que saber encajar los errores y este ha sido monumental proyectando una imagen pésima en días tan señalados. Los políticos deben asumir los aciertos, pero también los errores, qué manía la de pretender salir siempre indemnes. En cuanto a la historia de este polémico asunto del cartón y papel y el servicio prestado durante años por APROMPSI, está bien el recordatorio y la herencia recibida, manifiestamente mejorable, pero a lo que yo me refiero hoy es a la visión de los últimos días, y ha sido penoso, tanto que no merece abdicar de la responsabilidad.
Si todo va con normalidad, lo lógico es que ni el presupuesto ni el PGOM se paren, aunque en el caso del documento de las cuentas municipales habrá que ir viendo las exigencias del Ministerio, con o sin Montero al frente, que es de esperar no constituya escollo, porque es la firmante del pacto para el Ayuntamiento de Jaén y puede que salga de ese paisaje político, con lo cual hay que preguntarse qué va a pasar, si tendrá o no consecuencias y si quien le sustituya mantendrá o renovará el acuerdo. Somos todo expectantes, sentados en el patio de butacas para presenciar esta historia de héroes y villanos. Para ver si hay una operación mercantil de la política o se trata de medidas racionales para allanar la ruina económica del Consistorio y de la ciudad. Ya queda menos para despejar incógnitas y dejar que impere la verdad, nada más que la verdad de un acuerdo, eso sí, que aunque contenga solo trece puntos frente a los 100+1 que deja atrás, da la impresión, visto desde fuera, que plantea más nebulosas y va a necesitar de muchísima voluntad política, pero las cosas del poder nunca son gratis.
En el nuevo equipo de gobierno ha habido un cambio de áreas, entendible porque se ha dejado a los concejales de Jaén Merece Más que mantengan las responsabilidades que han venido teniendo hasta el momento, si bien en algunos casos suman alguna más. El núcleo duro, con el alcalde al frente, Julio Millán, lo componen la primera teniente de alcalde y superconcejal de Presidencia, María Espejo. De número 2 vuelve una política competente como es África Colomo, que asume el peso del Urbanismo, captación de inversiones y Relaciones Institucionales. El siguiente en tenencias de alcaldía, la tercera, es Francisco Lechuga, otro experimentado que se hace responsable del Área Económica, incluido el marrón de la Concejalía de Hacienda. A continuación va el portavoz de Jaén Merece Más, Luis Garcia Millán, que mantiene su cartera de responsabilidades, en tanto la quinta tenencia corresponde a Carlos Alberca, que vuelve a Personal y Recursos Humanos, junto al área deportiva, aunque en este caso parece que se trata de un periodo provisional para sacar adelante la inminente Carrera de San Antón. En el resto también hay cambios, por ejemplo José Manuel Higueras se va a encargar de modernizar la Comunicación y asume asimismo Proyectos Europeos, Universidad Popular y Juventud. Ángeles Díaz vuelve a sus Servicios Sociales, junto con Dependencia y Mayores; Javier Padorno regresa a su Mantenimiento Urbano, Infraestructuras Municipales, etc., que tan bien se le dan, y la Participación Ciudadana, otra área que se ha cuidado mucho en la última etapa, se pone en las manos de Mari Carmen Angulo, que asimismo va a llevar Policía Local, Bomberos, Transportes y Protección Civil, tiene tarea. Esto es lo más significativo, así que manos a la obra. Ya han desaparecido los logos de la etapa PP, y algunos gestos más son evidentes.
En cuanto a la crónica política, la noticia del día, ya esperada desde el fin de semana, aunque él ha estado hasta última hora resistiéndose, es la decisión, personal dice, de Juan Espadas, de hacerse a un lado para un nuevo liderazgo en el PSOE andaluz. Aconsejado por los más cercanos y decidida por el mandamás supremo, Pedro Sánchez, su rueda de prensa de esta mañana ha tratado de justificar lo que era un clamor, aunque es humano que se vaya con dignidad. El socialismo de Jaén, que tiene su peso en el ámbito andaluz, tampoco atina mucho, no hay que olvidar que fue un aliado de Susana Díaz hasta casi el minuto final y luego llevó en volandas a Espadas hacia el liderazgo. No es verdad, lo he repetido docenas de veces, que una persona valga igual para un roto que para un descosido. Espadas, mi medio paisano, fue un gran alcalde de Sevilla, pero en Andalucía le ha faltado coraje para adoptar un discurso propio y creíble y no parecer como un mandado de Ferraz y La Moncloa, situación en la que se puede ver quien le suceda. Respecto al jienense Juan Francisco Serrano, su presencia en los medios como posible candidato al relevo ha tenido el mismo recorrido que en su día, al prescindir de Susana Díaz, se tuvo con Felipe Sicilia. Me mostré escéptico desde el primer momento, no por desconfiar en la capacidad de Serrano, sino porque aún debe de madurar, tiene mucho futuro por delante y por si fuera poco sería desvestir a un santo para vestir a otro, porque imposible buscar a uno más marca del aparato socialista. La ministra Montero tiene muchos críticos, pero es verdad que en la familia socialista goza de muchos adeptos. Ahora bien, enviarla a Andalucía para lidiar con Juanma Moreno es una operación muy arriesgada, y por lo mismo valiente. Igual Montero dice de traerse a Serrano, esa sí sería una buena operación, darlo a conocer y crear un liderazgo a futuros…
Por lo demás, las declaraciones del presidente de la Junta anunciando que a pesar del cambio en el Ayuntamiento se mantienen firmes los compromisos con Jaén, eso es lo que esperamos, aunque tras el anuncio presupuestario y sobre todo lo mal que se resuelve la financiación de la Universidad, es lógico que sus palabras no merezcan excesiva confianza. De la misma manera, el discurso de los políticos es muy especial, el secretario general de los socialistas jienenses plantea una foto fija de la política en Jaén que él resume así: “Gobierno, aliado; Junta, enemigo público”. Lo de “gran aliado” es un exceso como la Catedral, y por lo que respecta al “enemigo público” para la Junta, es verdad que no nos trata como sería de justicia y que Jaén tiene muchas quejas, pero la denominación parece pasada de rosca. Y es verdad que le estamos pidiendo al gobierno andaluz realidades que debieron hacer los socialistas en sus años de responsabilidad. Por ejemplo el proyecto museográfico del Museo Íbero, que en estos últimos días ya se ha anunciado su licitación, 4,2 millones, por cierto de fondos europeos, y es el último y definitivo paso para que Jaén cuente con ese espacio representativo de la cultura íbera. Imagino lo contento que debe estar el delegado de Cultura, José Ayala, que presumiblemente va a poder ver terminado durante su etapa, el tan anhelado proyecto, que ha costado tantos años. Y con él todo el personal del Museo, con su gran directora al frente, Concha Choclán. Ahora sí, en la cuenta atrás.
Y para finalizar, por enésima vez repito que el emblema del olvido y la indiferencia sin duda alguna es el ferrocarril. No hay nada como él donde se vea más claramente el desprecio hacia una provincia. El tren, esto lo sabe cualquiera, es un medio de futuro, pero en nuestro caso durante las últimas décadas nos han ido dejando en servicios mínimos, para el ferrocarril en Jaén no ha llegado el siglo XXI, nos hemos quedado instalados en el siglo XX, el ferrocarril, en suma, está lastrando el desarrollo de Jaén. Y no me refiero solo a la capital sino a la provincia, por eso me pregunto en qué piensan los regidores de Linares, Úbeda, Andújar, etc., a cuyas ciudades y comarcas el tren también hace tiempo que les dio la espalda. El Gobierno de Madrid no atiende a razones, ni lee los informes muy documentados como el que hace ya casi ocho años, elaboró el CES Provincial, ni sirven para nada las reuniones entre políticos. Ejemplifica mejor que cualquier otro asunto el poco convencimiento que se tiene de la importancia de vertebrar los territorios a través de comunicaciones fluidas, porque este es el quid de la cuestión.
Por esta razón y porque además de ser un incondicional del tren estoy convencido de que esta orfandad ha perjudicado gravemente a la provincia e impedido que llegaran a ella importantes proyectos, me sumé muy complacido hace justamente un año a la concentración convocado por la Plataforma Jaén Merece Más, que ignoro si existe pero desde luego de existir da poca guerra. Lo recuerdo hoy como homenaje a un buen amigo, Salvador Cañones, un luchador inquebrantable por el tren, que falleció hace unos meses, y al que acompañé en esa protesta. Y también para recordarle a Jaén Merece Más que tiene la oportunidad en sus manos: ahora, o nunca. Si consigue lo que estamos pidiendo a gritos puede salvar su honra.
Hay cuestiones que son estrictamente políticas puras o ideológicas, pero que Jaén demande un buen servicio ferroviario propio del tiempo en el que estamos, esto es sentir ciudadano. Movilizarse por este tipo de cuestiones, como por la defensa de la sanidad pública, la educación, en definitiva todo lo relacionado con el estado de bienestar, no debe admitir la más mínima discusión. Ya sé que es más fácil criticar desde el sillón y censurar lo que hacen otros, no voy a caer en ese error, me da igual quien se movilice, pero que se haga, que la ciudadanía demuestre de vez en cuando que está viva. Por eso comentaba con algunas personas que nuestra capacidad de respuesta es tan suave que los gobiernos se pueden permitir, en Madrid y en Sevilla, hacer y deshacer conscientes de que el material humano de Jaén no es peligroso, somos como los perros ladradores, poco mordedores.
Y sí, ya lo creo que me apunto a la filosofía de no entrar en la dialéctica del lamento, pero tampoco del conformismo, y claro que el futuro puede deparar oportunidades, en una provincia con tantas fortalezas como es la nuestra, pero al mismo tiempo las oportunidades que tuvimos en el pasado viendo pasar trenes en marcha que no hicieron parada en Jaén, esas no volverán y lo digo porque ese discurso de la memoria se olvida con mucha facilidad.
Foto: Julio Millán saluda a Agustín González, tras la moción de censura. (JUAN DE DIOS ORTIZ. EUROPA PRESS)