He de reconocer que cuando supe de la visita del consejero Felipe López y el presidente de la Diputación, Francisco Reyes, entre otros, esta misma mañana, a la iglesia de Santo Domingo, para abordar el proyecto de su rehabilitación, nos pareció ya un hecho positivo. Hay en la ciudad, sobre todo en los ámbitos culturales y más exactamente en los colectivos dinámicos que vienen urgiendo que todo el patrimonio monumental y artístico se ponga en el escaparate, un evidente clamor en este sentido. Entiendo que de vez en cuando puedan desanimarse porque en Jaén todo cuesta mucho y el trabajo que estos grupos hacen desde hace varios años no obtiene aún los frutos deseados.
Hoy se ha anunciado que la Junta de Andalucía y la Diputación, van a colaborar estrechamente en la rehabilitación de lo que fue el Real Convento de Santo Domingo, declarado BIC y que forma parte del conjunto del edificio del Archivo Histórico Provincial. La presencia de la Corporación Provincial hay que entenderla por ser la titular del inmueble cedido en 1992 a la Consejería de Cultura para su integración en el citado Archivo Histórico, con el compromiso de la Junta de acometer las obras necesarias para su restauración y conservación hasta dejar el templo, que tiene una notable importancia monumental, para el disfrute de los jienenses y los visitantes, y como marco de manifestaciones culturales. El gobierno andaluz ejecutó algunas obras en la iglesia, al parecer con una inversión del orden de los dos millones de euros, hasta el año 2008, pero sin llegar a concluir las tareas. En su día, cuando se ultimen los trabajos, será otro espacio, hoy absolutamente desconocido, para sumar a los que se encuentran próximos como el Hospital San Juan de Dios, el Centro Cultural del Palacio de Villardompardo o la judería.
Hasta aquí el panorama no ofrece ninguna duda. Ahora bien, si recordamos que fue el año pasado cuando la presidenta de la Junta, Susana Díaz, adoptó el compromiso para que este bello edificio abriera sus puertas con objeto de ser un elemento dinamizador más en el casco antiguo, ya hemos de anotar que este año ha pasado en blanco, a pesar, insisto, de la inquietud de los colectivos que luchan por la apertura al público de todo el patrimonio artístico de la ciudad.
Pero esto no es todo. El consejero de Fomento, Felipe López, puesto que es esta Consejería la que anuncia una inversión en el inmueble por 1,5 millones de euros, con cargo al 1% cultural, ha informado de que ya se ha solicitado un estudio diagnóstico y patológico para evaluar la situación del monumento emblemático del Renacimiento del Sur, y acto seguido se establecerá la hoja de ruta para una intervención, que el político jienense ha dicho que se pretende que sea “cuidada y de la máxima calidad arquitectónica”. Aunque no ha querido dar fechas para los trabajos concretos de rehabilitación, puesto que hay diferentes pasos, como la redacción del proyecto, la licitación, etc., y López no pretende, según sus propias palabras “frustrar expectativas”, ha dejado claro que la voluntad es la de “trabajar con toda velocidad”, y ha sido explícito al señalar que la parte financiera está recogida “dentro de los recursos que en el horizonte 2020 tenemos previsto para la conservación del patrimonio”.
Pues de la alegría inicial hay que pasar necesariamente a una cierta inquietud porque en el horizonte citado, salvo que el compromiso se cierre con todas las garantías y no corra ningún peligro, no se sabe quién estará en la Junta, si las mismas personas que ahora o se producirán cambios, y hay bastantes experiencias de proyectos comprometidos para Jaén que desaparecieron del mapa en el mismo momento en que dejaron sus responsabilidades los políticos que vinieron a anunciar la buena nueva. Hay varios ejemplos, entre ellos la Facultad de Medicina, ya no hay nadie en la Junta que pueda responder de aquella histórica reunión en Jaén del Consejo Andaluz de Universidades, en 2010, para anunciar un Grado por el que ya nadie apuesta.
¿Qué nos gustaría a los jienenses? Entendiendo que todas las obras de esta envergadura tienen unos trámites de obligado cumplimiento, el cronograma debería ser más concreto y no, como ahora parece, un largo me lo fiáis, sin que esto signifique dejar de reconocer que hoy hemos visto al menos una expresión del interés de las administraciones por dar respuesta a un asunto sensible para los jienenses y como antes se indica una promesa de la presidenta, que, dicho sea de paso, tiene muchas cosas pendientes con esta ciudad, como venimos repitiendo un día sí y otro también. Por último se ha hablado de colaboración estrecha con la Junta de la Diputación Provincial, tal vez en función de que el edificio no le es ajeno. Esperemos que esas sinergias sirvan para avanzar en los plazos todo lo que se pueda y, al mismo tiempo, para que la Corporación Provincial no le haga los deberes al gobierno andaluz, al que auxilia y justifica mucho más de la cuenta, y que cada palo aguante su vela en función de responsabilidades y competencias.
Por cierto, hubiera sido un día magnífico para que al consejero Felipe López, que no dudo pone siempre especial empeño en los temas de Jaén, eso ni se discute, le hubiera acompañado hoy la gran ausente, la consejera de Cultura, Rosa Aguilar, que se pierde las mejores. Esta actitud que se mantiene en el tiempo ya es preocupante y tal vez las autoridades y los colectivos culturales deberían pronunciarse al respecto. Pienso que Jaén no se merece que ningún consejero o consejera de la Junta pasen tan olímpicamente de ella.
Foto: Imagen del interior de la iglesia de Santo Domingo, desconocida por los jienenses.