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Por ANTONIO GARRIDO / La de hoy es para la Universidad de Jaén, que acaba de iniciar el nuevo curso académico, otra jornada histórica, porque los primeros alumnos del Grado de Medicina, ya encarando el tercer curso, cómo pasa el tiempo, han llegado al Complejo Hospitalario de Jaén para iniciar sus prácticas. Nos tenemos que alegrar de que, aunque sea lentamente, algunas conquistas van llegando y esta es una de las que merece la pena subrayar. Tener en la UJA el Grado de Medicina era una vieja aspiración y aunque ha costado Dios y ayuda, y todavía necesita dotarse de mayor fortaleza, a la espera de la terminación próxima del edificio de Ciencias de la Salud, con algún retraso, lo cierto es que los alumnos y alumnas, futuros profesionales médicos, ya pasan a una parte fundamental de su formación, la práctica, y en el Hospital se cuenta con grandes profesionales para instruirles en las distintas especialidades por las que han de ir pasando.

En este momento lo único que pedimos a la Universidad y a la Consejería de Salud es que esta disciplina cuente con todos los medios posibles, materiales y humanos, sobre todo de profesorado competente, para que las Ciencias de la Salud de Jaén posean el prestigio y la vitola de calidad suficientes para que los alumnos interesados no duden en quedarse y otros de fuera en venir al Campus de Jaén. Nos jugamos mucho en que la opinión que transmitan, sobre todo los alumnos, sea favorable. Por supuesto hay que reivindicar que con toda celeridad se acometa el proyecto de la Ciudad Sanitaria, que pese a las declaraciones oficiales de los eufóricos políticos bien sabemos que discurre con una lentitud pasmosa, como casi todo lo que se mueve en Jaén. Siempre se dijo que el nuevo gran hospital sería el mejor complemento para unos estudios de Medicina potentes. Pues saldrá la primera promoción de profesionales médicos, seguramente la segunda y algunas más y seguiremos sin la gran infraestructura, al más puro estilo Jaén, que no es otro que la convicción de las administraciones de que Jaén siempre puede esperar.

Por lo demás hoy mismo se ha iniciado el curso en la UJA y se pone el foco en la próxima inauguración oficial, porque en los discursos es donde se suele dar el pistoletazo de salida al capítulo de los objetivos. Ha pasado el primer año desde que se inició el relevo en el equipo de gobierno y parece que ha pasado más tiempo porque en muchos aspectos se ha pretendido coger velocidad de crucero, el rector, Nicolás Ruiz, no para, hay varios vicerrectorados que rápidamente han tomado las riendas, y por lo que respecta al tema de la financiación, que ha sido la gran batalla del rector, antes y después de tomar posesión de su cargo, incluso se atrevió a plantearlo con toda claridad ante el presidente de la Junta y el consejero de Universidades, todo hace indicar que las perspectivas han mejorado, pero la garantía de que todo el dinero comprometido pasará a las arcas de las universidades públicas, entre ellas la nuestra, que en su momento fue humillada, esa ya es otra cuestión. Los rectores tienen puesto el grito en el cielo con el anuncio de varias universidades privadas, no porque estén en contra frontalmente, sino porque su crecimiento puede ir en dirección contraria a la fortaleza que necesita y merece el sistema universitario público, manifiestamente mejorable. Estamos ávidos de escuchar los discursos, principalmente el del reivindicativo rector, para ver si se mantiene en su demostrada rebeldía responsable o si se ha dejado atrapar por el reconocido poder de seducción del consejero Gómez Villamandos. En este momento lo que hay que desearle a la UJA es un buen curso, que los logros se consoliden, que el modelo financiero funcione y que las políticas de la Junta no sean restrictivas y permitan seguir abriendo puertas al futuro para que la UJA mantenga su objetivo irrenunciable de ser cada día más util al territorio, donde la institución académica es el motor para su impulso.

Antes hacía alusión a la Consejería de Salud. La salida de Catalina García Carrasco del puesto de consejera abría la posibilidad de que la vice, María Luisa del Moral Leal, hubiera pasado al primer plano, pero al final la decisión del presidente fue transferirla a otra cartera y mantener la cuota de Jaén. El cambio, a mi modo de ver, no se ha operado por la sencilla razón de que Juanma Moreno habrá sentido vértigo en conceder dos consejerías a Jaén. A mi modo de ver es la única razón para no darle a María Luisa del Moral la oportunidad, porque me consta que está muy bien considerada en la Consejería y en la Junta, cuestión que no me extraña, si acaso me extrañaría lo contrario. Su perfil es el de consejera, tiene méritos más que sobrados para ello, pero las circunstancias son las que mandan. A veces basta con estar en el sitio adecuado en el momento justo, y en otras la preparación y la solvencia pueden ser hasta un lastre para según qué cosas. Creo que el futuro deparará nuevos retos a María Luisa del Moral, simplemente por su preparación y su valía, demostrada en todos los lugares por los que ha pasado, también como responsable de un Vicerrectorado en la Universidad. En la limpia que han hecho en Salud se mantiene en su función otro jienense, José Antonio Miranda, un gran activo, acostumbrado a la gestión más en las duras que en las maduras, además de profesional de talante y eficacia. Solo que al mando no hay una jienense. Eso sí, Lina sigue necesitando voces de Jaén a su lado, y también ha captado al periodista Pablo Ruiz Alcántara, curtido en mil batallas, con experiencia de gestión política y estratégica, en su momento ocupó labores de este tipo con José Enrique Fernández de Moya en su etapa de Secretario de Estado de Hacienda, y también con el ministro Cristóbal Montoro. Pablo Ruiz, que me consta lo despierto que es porque hizo sus primeras prácticas periodísticas conmigo, es un buen compañero de viaje y su experiencia le va a resultar muy valiosa a la política que tiene su corazoncito en Sierra Mágina.

Y ya que pasamos por la política, en Linares se han abierto expectativas tras la visita a China del presidente Juanma Moreno. Parece que hay posibilidades de inversión y que la ciudad de las minas está nominada. Me alegro, primero porque siento un gran aprecio por Linares, y segundo porque también lo ha pasado mal en las últimas décadas y ya le va tocando un periodo de vacas gordas. Recuerdo que la crisis de Linares, con los problemas en Santana, se remite a los inicios de los años noventa. Desde entonces fueron surgiendo planes que a la postre fracasaron, entre ellos el Linares Futuro, que se quedó en un brindis al sol. Mucho dinero puesto sobre la mesa, en parte muy mal invertido, y no dudo que se quiso hacer bien, pero los resultados no acompañaron. Después la Junta y las sucesivas corporaciones lo han intentado. Ahora quiero pensar que en Linares se abre una luz a la esperanza, a la inversión, a las mejores expectativas. Bien se merece un porvenir más sólido, incluso que pueda volver El Corte Inglés, que sería un buen síntoma de recuperación y confianza.

Poco que reseñar de la política nacional, porque estamos ante un panorama decepcionante. Ni siquiera Pedro Sánchez es capaz de hablar valientemente ante sus barones, responsables de la formación y militancia, de qué pasa con el cupo catalán, tiene miedo de decir la verdad, porque sabe que duele e indigna. Ya está apareciendo el discurso generalizado de que la victoria electoral en Cataluña puede costar la pérdida de votos en las demás comunidades. El congreso se va a hacer en Andalucía, pero debería saber que en las actuales circunstancias ganar en Andalucía es inviable. No digamos si además los nombres que suenan son los de Juan Espadas o María Jesús Montero. Ninguno de los dos puede ilusionar al electorado. Pero el primero que falla es el propio Sánchez, que se olvida de compromisos con la España más desfavorecida, entre la que con Jaén Merece Más como representante, desde que era plataforma ciudadana, se encuentra incluida la provincia de Jaén.

La reunión de Sánchez ante el Comité Federal y sus propias declaraciones en el sentido de que quiere gobernar a toda costa, al margen del Parlamento, no provoca más que temor e incertidumbre, porque en lugar de caminar hacia una democracia fuerte y participativa, se sigue por la senda que más réditos ofrece al presidente, o eso cree él, tensando la cuerda y poniéndose al mismo nivel, basta la evidencia, de gobiernos que hoy por hoy se sitúan en situaciones complejas y de búsqueda del poder a toda costa. En territorios como el nuestro, con tantos problemas económicos y sociales, una tierra abandonada a su suerte desde hace muchos años por todos los gobiernos, también por este, tal panorama además de injusto e insolidario, nos sigue condenando al mayor alejamiento de la convergencia, que es la mejor manera de medir cómo nos quieren robar el futuro. Y aquí podíamos seguir con el recurrente asunto del ferrocarril, la mayor de las demostraciones de la falta de escrúpulos, de la nula consideración del Ministerio de Transportes y del Gobierno hacia una provincia.

El mero hecho de que en las últimas décadas, unos y otros nos hayan dejado sin trenes, y que este gobierno de Sánchez nos condene a la indigencia, es para tomarlo en serio, movilizarnos y tener las agallas de hacer lo que los políticos que cobran por representarnos pero no nos representan, son incapaces de hacer. Me gustaría que se creara una plataforma fuerte, independiente y seria, para ponerle las peras al cuarto a todo impresentable que se ríe de nuestro clamor. Dicho esto de Sánchez, el autócrata, que como decía ayer el historiador Guillermo Cortázar es capaz de lo que no ha hecho ningún presidente, ponerse al lado del Rey en los actos oficiales como si fuera un miembro más de la Casa Real, creando una situación violenta, como de diarquía, les voy a confesar que no tengo la menor esperanza de que Feijóo pudiera ser capaz de venir a resolver este problema y otros, tampoco veo en él la figura de lo que necesitamos en España, un estadista o algo que se le parezca. Ninguno de los dos políticos me merece la menor confianza. Qué pena de que la cosecha, observando el horizonte, sea tan mediana. Claro que mal de muchos…porque en la escena internacional pasa lo mismo. Así que paciencia y resignación.   

Foto: Los alumnos de tercero de Medicina de la UJA inician sus prácticas en el Complejo Hospitalario de Jaén.

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