Los socialistas de Jaén han sabido, por el momento, coser las heridas de la situación tan difícil por la que han atravesado en los últimos meses. Tras la victoria de Pedro Sánchez, el sonoro fracaso de Susana Díaz, que la noche de la victoria se comportó como nunca debe hacerlo una persona que quiere liderar algo, ahora la presidenta de la Junta y secretaria general del PSOE andaluz, ha rectificado y ha pedido a los suyos que ninguno hable en su nombre porque lo que pretende es propiciar la integración. En Jaén había dudas de que se pudiera llegar a ese entendimiento, pero ya se vio en la asamblea del PSOE capitalino que las dos sensibilidades, por llamarlo de alguna manera, se dividieron por la mitad los doce delegados que les pertenecían. Más tarde, en el congreso provincial del sábado, la elección de los 34 delegados jienenses se hizo por asentimiento. Ahora todos con Pedro Sánchez a muerte, ya saben el dicho “creíamos que íbamos a ganar los de Susana y hemos ganado los de Sánchez”.
De todas maneras parece lo más sensato en este momento en el PSOE en general y en el PSOE de Jaén en paticular. Paco Reyes tiene kilómetros en su trayectoria y sabe adaptarse bien a los acontecimientos. Acabo de ver y la incluyo, una foto suya con Pedro Sánchez, en Jaén, hace justo un año, cuando todavía era imposible de predecir el espectáculo que estaba pendiente. La militancia se le iba a subir a las barbas a los barones y a las baronesas. Incluso en Jaén, un feudo bien controlado por Reyes para la jefa Susana, los votos conseguidos por Pedro Sánchez son sintomáticos de que el aparato se venía apagando, de hecho hay ya situaciones que se están cuestionando, y o se buscaba la integración o definitivamente se estaba trabajando por fracturar el partido a pasos agigantados. Es posible que no todo lo que se esté haciendo sea lo que se esperaba hacer, pero en política muchas veces hay que actuar con diligencia y sobre todo, también hay que saber esperar. En definitiva los que pronosticaban un proceso complicado y tensional en el PSOE jienense, han tenido que rectificar porque la operación no ha podido salir mejor y el liderazgo de Reyes no ha sufrido lo más mínimo.
IMPUGNACIÓN EN EL PARTIDO POPULAR
Muy distinta es la situación en el seno de la familia de los populares. Tras el cierre del congreso provincial del anterior domingo, que acabó hundiendo el sueño de la candidatura alternativa, con un Miguel Moreno que hizo una defensa apasionada de su candidatura, el resultado final fue el esperado, una mayoría de compromisarios votaron la lista de Juan Diego Requena, el alcalde de Santisteban del Puerto. Lo pasaron muy mal los perdedores porque por los votos directos de la militancia se habían visto ganadores del congreso, y han seguido denunciando una serie de irregularidades que a su juicio son lo bastante graves para dar por nulo el cónclave celebrado. Hasta el punto de que Moreno y los suyos han apelado de nuevo o van a hacerlo a la Comisión de Garantías regional, la misma que no tomaron en consideración los organizadores del congreso en los días previos al domingo, con lo que se saltaron la autoridad de este órgano del partido. Y más todavía, Moreno está en presentar un recurso ante los tribunales de justicia por lo sucedido. Muy mal se ponen las cosas con un partido enormemente fracturado. El nuevo presidente, Requena, es cierto que ha hecho una llamada a la unidad, a olvidar las desavenencias, pero acto seguido ha dicho que los estatutos del partido permiten abrir expedientes a los militantes que no cumplan las normas. Esto ya más que integración parece un tanto provocación.
De todas maneras si atendemos las declaraciones realizadas por la secretaria general del PP-Andalucía, Loles López, señalando que para el partido “el congreso de Jaén es cosa cerrada”, parece que carece de sentido que Miguel Moreno, a pesar de su malestar, que entendemos, se siga lanzando con vistas a lo que parece un imposible. De acuerdo con lo que ha dicho la secretaria general es posible que el Comité de Garantías decida cerrar el caso, y si la justicia ordinaria actúa también como lo hizo en las fechas previas al congreso, ¿qué salidas se ofrecen a Moreno y su gente? Queda explicarlo desde el punto de vista de llegar hasta el final para que se aclaren las irregularidades, si es que esto es posible aún, pero me temo que el éxito es bastante dudoso.
Creo por tanto que con el pasado congreso, aunque los resultados no hayan sido los deseados por lo que pudiera ser una mayoría del partido, si se toma en consideración la militancia que se decantó por Miguel Moreno, debió acabar el enfrentamiento, se tuvo que propiciar una integración real y no palabras vacías de contenido y de acuerdo con todo ello habría que esperar al siguiente congreso para tratar de obtener el respaldo que esta vez, por tantas circunstancias les ha sido negado. Insisto en que Moreno fue vencedor moral y ha hecho un papel muy digno, mientras que Requena, se ve con la autoridad de los votos de la mayoría de los compromisarios, cuestión distinta es la conformación de esa lista de los 900 elegidos, que es algo que se nos escapa. Lo que sí ha sido evidente es la utilización de todos los medios posibles por parte de Fernández de Moya y sus principales colaboradores para impedir el triunfo de la alternativa, algo que no se entiende desde el punto de vista de limpieza democrática y sí desde la posición de aferrarse al poder a costa de lo que sea, porque el poder es especialmente atractivo y goloso.
Al PP de Jaén le hubiera venido bien un episodio de democracia interna, pero a estas alturas no tengo confianza en que se pueda volver atrás, por tanto hay únicamente dos soluciones posibles: una, mantener la división abierta y que tanto hace sufrir a personas buenas de los pueblos que mantienen su fidelidad a pesar de todos los inconvenientes, con lo complicado que es a veces en los pequeños municipios; la otra, sentarse, enterrar por un tiempo el hacha de guerra y arrimar todos el hombro en favor de un Partido Popular que sea fuerte en la provincia, hoy más necesario que nunca, porque si no es así el adversario se puede estar frotando las manos. Ya sé que ha sido un proceso ingrato, de dudosa legalidad, pero hay que darle una salida, mantener esta actual tensión es lo más parecido a un suicidio. Aunque haya que lamentar que los de siempre hayan decidido salirse con la suya a base de algo como las cacicadas, con las que saben trabajar muy bien.
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