Por ANTONIO GARRIDO / Me apunto sin distinción a las causas nobles que nacen de grupos sociales, normalmente tomo parte en acciones para reivindicar unos trenes como Dios manda del siglo XXI; he apoyado a la plataforma surgida en torno al colegio público de La Alameda, a las demandas de mejoras en la sanidad, etc. Todo lo que entienda justo para que esta ciudad vaya avanzando, con lo difícil que lo pone tantas veces la política. Por esta razón pertenezco a la Plataforma Ciudadana en Defensa de la Universidad de Jaén y me enrolaré o al menos apoyaré cualquier otra acción reivindicativa, sobre todo si son ignoradas por la política, me da igual del color y del territorio que sea. Y es que cuando demandas apoyo social con un fin, en mi caso el crecimiento y la financiación que precisa la UJA, has de estar abierto a proporcionarlo, más en esta ciudad a la que cuesta tanto movilizarse, comprometerse y que parece que le da igual ocho que ochenta. Pues no. Me niego a que todo vale y que dejemos que las decisiones dependan exclusivamente de las administraciones y de los partidos.
Me he pasado la vida exigiendo para mi tierra, Jaén, y ahora que surge un clamor entre la comunidad educativa del Conservatorio Superior de Música Andrés de Vandelvira, para que se le dote adecuadamente con vistas al traslado al nuevo centro que se ha construido en la zona del Bulevar, lo oportuno es dejarse llevar por quienes conocen las necesidades, y tanto profesores como alumnos defienden que la Junta de Andalucía se ha quedado corta en la dotación de instrumental, y es curioso que quien ha hecho un importante esfuerzo económico, más de nueve millones de euros para construir un centro moderno, un gran edificio que viene a dar respuesta a cualquier exigencia, no sea capaz de concluir su obra, repito de una infraestructura que ha sido demandada desde hace varios años, no sea sensible al clamor de la comunidad educativa y esté en la disposición de consentir que por el último y definitivo esfuerzo el Conservatorio Profesional se resienta y tal vez pueda ser hasta motivo para que muchos alumnos que optan a cursar en él los estudios se lo piensen, cuando es también verdad que el Superior es un centro de reconocido prestigio, él y su competente profesorado. Somos referente en Andalucía, y con el nuevo edificio, todavía más. Falta únicamente que la autoridad educativa ceda a su cerrazón y ponga la guinda con todo el material que se necesita para garantizar la mejor enseñanza musical. Y no convierta en un asunto político lo que es simple y llanamente una necesidad formativa.
La comunidad educativa del Conservatorio Superior de Música Andrés de Vandelvira lleva ya algún tiempo movilizándose, exactamente desde que hace unos meses conoció que la Consejería de Desarrollo Educativo había decidido el material necesario para la enseñanza, y profesores y alumnos se dieron cuenta que era insuficiente. Han movido Roma con Santiago, pero la actitud de la Junta ha sido la negativa. Es más, quienes están preocupados por el futuro que va a llegar muy pronto, han trasladado sus exigencias a las administraciones y a muy diversos colectivos, obteniendo apoyos, como no puede ser de otra manera. Apoyos que la Junta y, cómo no, el PP, ya consideran “utilización política”, como afirma la viceportavoz del PP en el Ayuntamiento, Mónica Moreno, a propósito de una moción aprobada por el equipo de gobierno. Esta le da para señalar que el PSOE utiliza las instituciones como su cortijo particular “en lugar de trabajar por Jaén”. Es curioso de qué manera se acusa al adversario pero no se es capaz de hacer una mínima autocrítica. En casos como este, como cuando se apoya la financiación justa para la UJA, no veo mal alguno, sobre todo cuando la misma viceportavoz añade que “la educación y la cultura deben ser tratadas con rigor”. Pero, ¿sabe cuál es el rigor? Que no sea necesaria la movilización, que la propia autoridad educativa resuelva ofreciendo al centro la dotación que necesita, y esa es la obligación del Ayuntamiento, el de Jaén y todos los que se quieran sumar, porque al Superior hay que sacarle el máximo provecho.
Lo han dicho los representantes de la comunidad educativa en su concentración de esta mañana, esta no es una cuestión política, y por la misma razón, hacen bien en “no tolerar ningún tipo de presión, manipulación, amenaza o cacería”, siento vergüenza solo al escribirlo, porque es incomprensible que la lucha por un Conservatorio, que va a ser el lugar donde se formen los grandes músicos en los que van a convertirse mañana, también lo metamos en esta guerra permanente en la que el poder siempre pretende llevar razón, y en este caso se trata de la Junta, pero otras veces, y con la misma estrategia, se opera desde el Gobierno de España. Me adhiero por completo al planteamiento que esta mañana le he escuchado a los representantes de la asamblea de profesorado y la asociación de alumnos y alumnas, y además ellos han sido muy tibios y han dicho que si no hay soluciones no tendrán más remedio que pedir la dimisión del delegado de Educación, Francisco José Solano Rodríguez, porque, en palabras textuales de los hoy movilizados, “la Delegación de Desarrollo Educativo no descarta, pero cree que con la dotación aprobada se puede empezar”. Después he conocido el comunicado del propio delegado, en el que parece que recoge velas, aunque sin concreción, habla de que se sigue negociando el material que falta, pero poco menos que tiempo al tiempo. Deberían ser más valientes porque desde el momento en que el delegado no ha sido el gestor eficaz para resolver este problema debería haber dimitido o alguien por encima de él haberlo cesado. La Junta y el PP pueden decir misa, pero un delegado competente no permite que se termine con mal sabor de boca, por cierto después de tantas incidencias en las obras, que esa es otra, y en lugar de trasladar a la esfera del PP partido el clamor de gente de bien que solamente lucha por su Conservatorio. Lo han dicho esta mañana los portavoces, que los políticos no se monten películas.
Otra gran preocupación de la comunidad educativa es que el escenario actual, a la vista del próximo curso que es cuando el centro debe estar en funcionamiento, se produzca un daño en la reputación y afecte a la demanda para cursar estudios en él. En fin, algunas personas, pocas, también hay que decirlo, hemos acompañado a los profesores y estudiantes a la hora de expresarse en la calle, ante el edificio principal de la Junta. Me ha sorprendido, en este caso agradablemente, que han acudido dos políticos representantes del Consistorio, los concejales de Vox, Manuel Ureña y Eduardo Calvo. Sabían bien a lo que iban, y me agrada señalar que normalmente llevan a los plenos del Ayuntamiento asuntos de interés para la ciudad, mientras otros las más de las veces buscan la confrontación, que es lo que mejor se les da, y así estamos. Por favor, qué ceguera.
Foto: Un momento de la concentración, reivindicando la suficiente dotación intrumental, de la comunidad educativa del Conservatorio Superior de Música Andrés de Vandelvira de Jaén.