El mes de noviembre no entra precisamente con buenas noticias respecto al principal drama de Jaén, que es el desempleo. El paro registrado en las oficinas del INEM durante el mes de octubre arroja 1.458 parados más y la cifra de jienenses que están en esa situación es de 54.612 personas.
En relación con el mismo mes del año anterior las cifras son sensiblemente mejores, pero no pensamos que haya lugar para el optimismo, es decir, no es que haya funcionado mejor el mercado de trabajo, sino que había inscritos en el INEM que se han hartado de esperar, y, sobre todo, hay un amplio contingente de personas, especialmente jóvenes, que se han visto obligadas a dejar su tierra. El paro en sí es un drama, pero esta circunstancia lo hace especialmente doloroso.
Pero nos conformaremos constatando que no ha sido en esta ocasión una subida espectacular, y estamos a un paso de la recolección de la aceituna, pero el asunto es lo bastante serio para que las administraciones gobernadas por unos y por otros utilicen los datos como arma arrojadiza en sus continuas peleas en lugar de luchar por las soluciones duraderas. Todos sabemos cómo es el comportamiento de Jaén, ahora el problema se amortiguará, pero en el resto del año hay pocas concesiones para el optimismo.
No valen las anestesias políticas, el futuro de esta provincia no puede estar a merced de políticos que se tapan los ojos cuando son incapaces de encontrar salidas a la difícil encrucijada en la que se encuentra el mercado laboral de esta tierra, que es lo más parecido a un encefalograma plano.
Foto: La recolección de la aceituna paliará durante un tiempo el drama del desempleo.