Por ANTONIO GARRIDO / Nunca han estado de acuerdo PSOE y PP en la provincia en las apreciaciones sobre las ayudas europeas a la agricultura, ni antes con la OCM ni después con la PAC, y ha sido así por meras cuestiones de intereses políticos, de modo que cuando gobernaban unos los otros ponían el grito en el cielo, justa o injustamente, este es el cuento de nunca acabar. Pero no vamos a hacer historia, que se podría, sino situarnos en la Política Agraria Común (PAC) actual, que en su anticipo, que suele llegar a los olivareros en torno a la feria de San Lucas de cada año, representa en torno al 70% del total de las ayudas. Dijimos en su momento, ante la versión encontrada de las dos partes, unos en defensa a ultranza de la PAC, los socialistas, que es lo mismo que dar crédito a la gestión política del ministro de Agricultura, Luis Planas, y el PP en contra, como siempre ha sido, por entender que la provincia saldría perjudicada económicamente, como parece que en realidad ocurre, los populares han hecho cuentas y se trata de alrededor de 23 millones de euros. Hay que hacer una puntualización, cuando Agricultura estaba en manos del PP ocurrió igual, pero al revés, tampoco nos salieron las cuentas a la provincia. Siempre he denunciado que los dos partidos principales de la provincia no sean capaces siquiera de unirse en lo que respecta a las cosas de comer, es decir, al dinero que le corresponde a nuestros olivareros por las ayudas que legítimamente proceden de Europa. El PP jienense, como antes indico, afirma que se han recibido 224,2 millones, frente a los 227,6 millones del año pasado, que de ser cierto, y no tengo elementos de juicio para ponerlo en discusión, está claro que existe un quebranto. El PSOE, dado que la mejor defensa es un ataque, exige a la Junta que pague hasta el último euro, pero, claro, el gobierno andaluz da lo que recibe, no hay más.
Por lo pronto ha habido las primeras reacciones de organizaciones agrarias, es probable que tampoco entre ellas exista uniformidad porque la dichosa política lo envuelve todo. Asaja se ha despachado a placer calificando el recorte como una “puñalada trapera” para el sector, es decir, los olivareros de la provincia, por el dinero recibido y pendiente el pago de las cantidades asociadas y de los ecoesquemas, donde, según indica, en los cultivos leñosos en Andalucía casi un 20 por 100 no han sido solicitadas las ayudas por los agricultores a consecuencia de lo farragoso y complejo que resulta, no es que van a tener una mala cosecha, es que por ningún lado le saldrán las cuentas. El caso es que acusan a Luis Planas, que desde luego no va a pasar a la historia por ser el mejor ministro, aunque nadie duda de que es un buen conocedor del sector y fue reconocido en su etapa de consejero de la Junta, pero se ve que no ha sabido lidiar bien con Europa, pero tampoco en la distribución territorial, de hecho Asaja quiere ver en el resultado real de la PAC un desplazamiento de fondos hacia otras zonas, por razones políticas, en las circunstancias actuales en que se mueve el gobierno de España hay lugares que se sienten perjudicados porque les llega menos dinero mientras que por electoralismo y en este momento por renovar el poder, se beneficia claramente a otras comunidades, y esto no es sino un secreto a voces, porque vemos lo que exigen los demás y consta lo que percibimos nosotros mismos. Menos dinero y a menos manos, resumen los críticos, el portavoz de Asaja, Luis Carlos Valero, pide a los olivareros que hagan la prueba del nueve para confirmar su pronóstico, y es que los afectados miren sus cuentas corrientes y comparen, aunque llega más lejos, cree que lo peor está aún por llegar en próximos ejercicios. Más claro, el agua. Al final nos tendremos que conformar, como lo hemos hecho en tantas ocasiones a lo largo de los últimos años, negando la mayor y sucumbiendo a lo que dicta para Jaén el gobierno de cada momento. De este asunto he escrito hasta la saciedad, pero en Jaén llueve sobre mojado, nunca mejor dicho en estos días, que por suerte van a servir para mejorar algo nuestra reducida cosecha. Bendita sea la lluvia.
Por otra parte, siguiendo con la política, que debería ser cómplice de nuestra realidad y en la mayor parte de las ocasiones es causa de frustración, estamos pendientes de las cuentas de la Junta de Andalucía, que deben estar al caer. Este año no hay Presupuestos Generales del Estado, por tanto no es posible que se repitan los raquíticos 69 millones, donde el gobierno de Sánchez mejoró las peores expectativas posibles, seguramente la dotación menor de la historia. Ya lo creo que vino el Cetedex, pero fue el precio de la vergüenza, aunque a Jaén capital y también a la provincia le va a venir muy bien. Hoy, el portavoz socialista en el Ayuntamiento y anterior alcalde, Julio Millán, ha señalado que el Cetedex, junto con la Universidad, son los dos proyectos más importantes del siglo, y no lo dudo respecto a la UJA y espero, porque soy optimista, que también acierte sobre el Cetedex, que puede y debe ser el milagro que llevamos años esperando y por él le hemos pedido tantas veces intercesión al Señor de Jaén, “El Abuelo”. Los presupuestos de la Junta son los que nos situarán en la clave del futuro inmediato que le espera a Jaén en las infraestructuras que dependen del gobierno andaluz, y para que hablen las cifras en lugar de las palabras. El siempre optimista presidente provincial de los populares, Erik Domínguez, el fan número uno de Juanma Moreno en Jaén, que comparte ese privilegiado puesto con el alcalde de Jaén, Agustín González, ha calificado al titular de la Junta como “el primer presidente andaluz que verdaderamente se ha comprometido con Jaén”. En obras desde luego, no. En palabras, en promesas, en cariño, más o menos como el resto. Me acuerdo ahora de los piropos que nos dirigía la señora Susana Díaz y lo bien que se sentía en Jaén, a la vez que lo poco que hizo a nuestro favor, decepcionó en grado sumo. Por eso son poco fiables, han de expresarse con los hechos, ahí es donde no hay trampa ni cartón.
Y sí, son tiempos políticos, todos los años por estas fechas, cuando llega la hora del balance del ejercicio, los partidos se ponen especialmente activos, más si, como es el caso, concurren circunstancias excepcionales en el escenario nacional, sin saber cuándo habrá gobierno y de qué manera. El PSOE provincial anuncia una campaña agresiva contra el gobierno de Juanma Moreno, de denuncia de sus incumplimientos para con Jaén, y ahí incluyen el tranvía, la ausencia de obra nueva en autovías (el acceso a Geolit lo consideran herencia socialista), la negativa a crear planes de empleo y las deficiencias en sanidad o dependencia, sin olvidarse del Bono del Alquiler. Esos problemas existen, pero siempre me gusta remachar que los partidos tendrían crédito si además de alzar la voz ante los gobiernos donde son oposición plantearan este tipo de exigencias a los poderes propios. Ahí no nos encontraremos a ninguno, todos por la disciplina, y a mantener el tipo y también el sueldo.
El grupo de Jaén Merece Más en el Ayuntamiento de Jaén ha presentado una moción para el pleno del próximo viernes sobre el ferrocarril, solicitando el fin del «maltrato ferroviario», ahí es nada, y espera contar con el apoyo del PP, PSOE y VOX. A estas alturas no hay que explicar de qué se trata, este partido provincialista se hace eco del clamor popular, algo a lo que el PP se apunta, pero no así el PSOE que en todo caso lo que hace de vez en cuando es tratar de sacar pecho, por ejemplo con la lanzadera que nos pusieron para tomar el AVE en Córdoba, un medio infrautilizado, como se esperaba, una chapuza auténtica, un brindis al sol de un ministro, el tal Ábalos, tan ineficaz como los de antes y de después, un tren que debe ser para unos cuantos exquisitos que quieran llegar a Atocha en el AVE en lugar del tercermundista Media Distancia que es desagradable noticia un día sí y otro también por tratarse de un deficiente servicio en todos los sentidos en que se le mire. Las mociones ya sabemos para lo que sirven, normalmente son gestos para la galería, dan protagonismo de un día a quienes las protagonizan y al poco se olvidan. Hay centenares enterradas en el camposanto de la indiferencia. Si algunas se sacaran de los cajones donde debieron guardarse, en el mejor de los casos, nos encontraríamos con muchos políticos y ex que sentirían rubor por conocer en qué quedan este tipo de iniciativas. A propósito, y aunque esto lo he recordado infinidad de veces, la moción del Parlamento andaluz de hace unos años designando por unanimidad a Jaén como la candidata idónea para el Colce. No sirvió para nada y Juanma Moreno se olvidó de su existencia, también por razones políticas, el alcalde de Córdoba es del PP y lo primero es antes. Aquel hecho lo podemos olvidar, ya está olvidado, pero no el perjuicio que ha ocasionado a Jaén, porque por aquel golpe de suerte, el dedazo de una política no grata por aquí, Córdoba va a recibir de la Junta 100 millones de euros, y sin tener una ITI ni nada, por justicia divina. Por eso me resultan empalagosos los discursos políticos de tanto arrimar el ascua a la sardina y por la misma razón, militante excéptico, no me creo más que lo que aparezca publicado en los boletines oficiales, el BOJA y el BOE. Que no me vengan con historias, please.