Un tema recurrente de la semana ha sido el grito en el cielo que ha puesto el Grupo Popular en el Consistorio denunciando delincuencia en los barrios y pidiendo la celebración urgente de una junta de seguridad. En redes sociales les han reprochado trasladar un cierto alarmismo, pero no deja de ser cierto que en barrios y zonas residenciales de la ciudad y de poblaciones cercanas, como es el caso de La Guardia, se ha producido una oleada de hechos delictivos. La subdelegada del Gobierno, Catalina Madueño, le quita hierro, ya se sabe que es mucho mejor vender Jaén como una especie de paraíso, como estamos acostumbrados, mande quien mande, pero aunque sea sin excesos, mejor no dar la espalda a la realidad y hacerle frente con los medios de que se disponen y los que se puedan articular. Siempre hemos tenido fama de ciudad tranquila, no nos durmamos en los laureles.
En cuanto a la agenda política, pasó un martes más sin que el Consejo de Ministros haya dado respuesta al SOS de la provincia de Jaén que necesita contar con los 220 millones que ha de asignar la Administración central para completar, con la Junta, mitad y mitad, las actuaciones de la Inversión Territorial Integrada (ITI) que a su hora compensa la Unión Europea. Lo peor de todo, con ser ya muy grave que no se pronuncie el Gobierno y que se corra el riesgo por la premura de tiempo, de perder este tren in extremis, que debería tener consecuencias políticas inmediatas para el ejecutivo de Sánchez, es que sobre el particular se mantiene en los aledaños del poder un silencio sepulcral, que es el peor de los síntomas. Estamos en tiempo de descuento y no escucho el clamor de los políticos, de los socialistas y de todos los demás. No dejemos solas a las fuerzas sociales, que tienen voz, pero no pueden llegar a las páginas del BOJA o del BOE.
Los partidos políticos, casi sin excepción, están llamados a dirimir cuestiones orgánicas. El primero va a ser Ciudadanos en su cónclave para ver si dan la autoridad a Inés Arrimadas y veremos qué consecuencias tendrá el nuevo tiempo para el partido naranja en Jaén. El PSOE tiene más tiempo para afrontar la situación andaluza con una Susana Díaz que todo el mundo considera amortizada, menos ella, claro, y el socialismo jienense tendrá protagonismo en esa batalla cuando llegue, puede que incluso poniendo un nombre sobre la mesa, pero en política es aún pronto para hacer conjeturas. Lo mismo ocurre con la dirección del PP, la consigna de una persona, un cargo, que hizo saltar del Ayuntamiento a Javier Márquez, no se mantiene por ahora con el presidente provincial, Juan Diego Requena, y hay un militante que ha recurrido a los órganos competentes del partido para que las normas se hagan cumplir.
A todo esto, ahora la competencia está en quién pregunta más y en quién sale con más asiduidad en las redes sociales y en los medios de comunicacion. El rey por el momento sigue siendo Javier Márquez, que para eso desde su etapa en la Alcaldía se obsesionó con las redes sociales y para eso tiene su community manager, y no cualquiera, una muy competente. Márquez se llevó a los suyos hace unos días a una excursión a Madrid para enseñarles el Senado, el exalcalde se lo ha tomado tan en serio y cualquiera diría que da para tanto el cargo de portavoz de Alimentación en la Comisión de Agricultura de la Cámara Alta. Está bien ilusionarse en cada momento con el cometido que se tiene, sobre todo cuando es ostentando la representación de quienes te tan elegido, pero el Senado es lo que es, ni más ni menos. Más de los populares, el jefe del grupo municipal, Manuel Bonilla, está reformulando el papel de oposición y ha puesto las pilas al equipo, tiene ya un bagaje importante y entre las buenas acciones está la de haber roto el hielo con el grupo de Ciudadanos, pelillos a la mar. También hay que destacar que algunos componentes de este grupo y adscritos han mostrado interés por formarse y se han inscrito en la Escuela de Gobierno de la Universidad Complutense para completar el curso de experto en liderazgo político. Aprender y formarse siempre es una buena decisión.
Y me quedo con un interesante artículo que firma en el diario digital “Confilegal”, especializado en temas jurídicos, el concejal Manuel Palomares Herrera, el último en incorporarse al Ayuntamiento. Este profesor y doctor en Derecho, que tiene una cabeza muy bien amueblada, reflexiona nada menos que sobre la importancia de una buena oposición política, que le viene a su grupo como anillo al dedo. El artículo no tiene desperdicio, por su interés y en uno de sus párrafos señala: “La buena oposición no es la que busca entorpecer, poner palos en la rueda ni frenar, sino aquella que busca la transparencia en su labor, proponer alternativas edificantes y aportar la crítica constructiva y su importancia radica en que si hay una buena oposición, la garantía de la legalidad está asegurada”. Manos a la obra.
Y un caso, todo lo anecdótico que se quiera, pero que es un síntoma, o debería serlo, de que la gente joven que son la nueva generación de políticos de nuestra provincia y de fuera de ella, llegan con actitudes que nos hacen pensar que no todo está perdido, que hay margen de mejora para evitar que los adversarios políticos sean enemigos irreconciliables como tantas veces sucede. Ya ocurrió hace poco con la actitud mantenida por los responsables nacionales de juventud de PP y PSOE, pero el hecho se ha repetido felizmente en Jaén. La presidenta de Nuevas Generaciones del PP, Ana González Herrera, con mucha clase, transmitió en su cuenta de Facebook la felicitación a Juan Francisco Serrano Martínez, alcalde de Bedmar y diputado al Congreso, al dejar su responsabilidad en la secretaría general de Juventudes, en un tono cariñoso y amable. En unos minutos, Juanfran, que así se le conoce, un valor en alza y con mucho futuro en el PSOE jienense, le respondió con la misma actitud y devolviendo elogios sin cortedad alguna. Estos detalles son lo que me gusta ver en política, mostrar el lado humano, porque la política no puede ni debe afectar a las relaciones personales. Eso sí, un dato a tener en cuenta, los dos son buena gente y además, panciverdes, es decir, del pueblo de Bedmar, no sé si este hecho imprime carácter, se lo preguntaré a mi amigo el ilustre bedmareño y director de Multipress, Antonio G. Martínez.
El nuevo objeto del enfrentamiento político es a costa del desempleo. La Diputación, ya lo hemos dicho, ha puesto encima de la mesa 20 millones para abrir fuego y ahora hace falta que se retraten las otras dos administraciones, Gobierno y Junta, más la segunda por las transferencias asumidas, aunque en este caso se trata de arrimar el hombro todos. Por eso me permito enviar un mensaje general, que se dejen de monsergas y que todos se pongan a trabajar, es mucho más productivo que tirarse ahora unos meses con el argumentario porque sencillamente es lo que toca. Lo mismo se puede decir con respecto al tren, les viene bien discutir sobre quién es más culpable de la situación tercermundista que padecemos, cada uno mira al otro en vez de mirarse los dos al mismo tiempo.
En próximas fechas la cita es con las fiestas de Carnaval a la que se quiere ir proyectando un nuevo impulso, el que no ha tenido desde los tiempos del concejal José Montané, a cada cual lo suyo, que fue quien, entre otras cosas, resucitó el carnaval de Jaén y lo colocó en todo lo alto. Después, algunos destellos y paremos de contar. El concejal Higueras pretende emular los viejos carnavales, y si es así ya tendría que empezar.
Foto: Javier Márquez, en el Senado, donde recibió a sus excompañeros del Grupo de Populares del Ayuntamiento de Jaén, casi todos los concejales y colaboradores. (Foto del Grupo de Populares en el Ayuntamiento de Jaén)