Por ANTONIO GARRIDO / Malos tiempos para la lírica y además nada nuevo bajo el sol. Basta echar un vistazo a la actualidad de estos días para seguir tomando conciencia de que no tenemos remedio, hay posiciones irreconciliables y sobre todo los dos grandes partidos parece que no están por la labor de rectificar, les va bien con el “y tú más” y me consta que aparte de los palmeros de los unos y de los otros la ciudad empieza a estar harta, vaya, menos mal que reacciona, porque el principal impedimento para que avance Jaén está precisamente en la política, poco generosa, en sus intereses, en sus devaneos, y el tiempo que se dedica a la politiquería impide actuar en favor de mejores causas. No me sorprende demasiado porque durante décadas esto lamentablemente ha sido así, bien es cierto que lo que yo llamo la última hornada de políticos no sólo no ha conseguido frenar esa deriva sino que creo que la ha corregido y aumentado.
Hablo por mi propia experiencia, durante muchos años he tratado con políticos de todos los colores y logramos mantener relaciones de cordialidad desde el respeto a la función de cada uno, hoy no, porque es más evidente que nunca la soberbia del que se cree con patente de corso, por supuesto no conozco a ningún político de cualquier nivel que en un alarde de humildad se permita el gesto de la autocrítica, si ustedes conocen alguno ruego que lo comuniquen.
Esta mañana, en el buenos días habitual, la reflexión que me permito divulgar en mi web enjaendonderesisto, comentaba algo que es una verdad irrefutable, lo mal que se recibe la crítica en la mayor parte de los ámbitos, pero de manera especial entre los políticos que se creen casta aparte. Y es cierto, como defienden algunos autores, que en la historia de la humanidad existe una lucha evidente entre el poder y la libertad, pero esto no ocurre en lugares lejanos o ajenos, también en el entorno más próximo. Les soy absolutamente sincero, llevo cincuenta años opinando, incluso en el pasado régimen anterior a la democracia, la dictadura, y ha sido en la última etapa cuando más he sentido la amenaza contra la libertad de expresión innata a la profesión que ejerzo. Siempre lo digo, la política busca genuflexos, dicho sea con todas las excepciones que confirmen la regla, que las hay, pero es un mal extendido y endémico. No quieren crítica, ni los que mandan, aunque sea puntualmente, ni los que mandaron. Todos prefieren la lisonja y repito, ninguna concesión a la autocrítica y con la crítica, con lo sana que es, mejor dicho, que son.
Hay días, y hoy es uno de ellos, tras una semana frenética, que creo honestamente en dos cuestiones: primero que tal como veo el panorama tenemos difícil, por no decir imposible, lo de avanzar; y segundo, que si no fuera por un compromiso personal por mi tierra en este momento cerraría el ordenador para dedicarme a la vida contemplativa, y anda que no hay cosas en las que consumir el tiempo. Pero hacerlo sería darle la razón a la mediocridad, al fin y el cabo nos queda la esperanza de que aunque algunos no se van ni con agua hirviendo, la política tendría que ser una actividad noble y temporal. En medio siglo los he visto pasar, a buenos, malos y regulares, y a Dios gracias he podido sobrevivir a todos y a todas. Añado que las relaciones siempre fueron presididas por la cordialidad, casi nunca cercanas o amigables, estamos en posiciones diferentes, y últimamente el nivel de exigencia se ha elevado, los políticos, sálvese quien pueda, son insaciables, por eso promueven con tanto empeño la guerra de trincheras.
Y pasemos a hacer un recorrido por la actualidad de estos últimos días en los que he permanecido algo ausente porque es imposible estar en misa y repicando. Pero la vida municipal como la política acumulan argumentos. Hoy mismo ha estado en Jaén el presidente de la Junta, Juanma Moreno, que también ha pasado por Linares. En el Hospital de referencia en la capital ha inaugurado nuevo material muy demandado en los últimos años, ha sido una reivindicación constante de Jaén Merece Más y figuraba en el Acuerdo por Jaén firmado con el PP para la gobernabilidad del Ayuntamiento. Se trata del PET-TAC y dos nuevas gammacámaras, un avance considerable porque va a permitir que numerosos enfermos no tengan que desplazarse como hasta ahora a Córdoba para determinados diagnósticos. En materia de infraestructura sanitaria en los últimos años se han conseguido logros notables, hay que ser justos.
Cuestión diferente es que la situación sanitaria en general atraviese un momento de extrema debilidad y no se trata de hacer demagogia, basta recurrir a algunos de esos 114.000 pacientes en listas de espera y evaluar sus problemas específicos para constatar que el panorama es de gran preocupación y no hay margen para la espera porque se trata de la vida de la gente, la salud es la prioridad, más que ninguna otra atención o servicio. A veces los árboles impiden ver el bosque, es decir, la política con minúsculas, los enfrentamientos diarios entre las administraciones, no dan lugar a que se evalúen las situaciones difíciles. Hay que dejarse de hacer política partidista de cualquier tema, por lícito que sea, y priorizar lo que de verdad nos interesa a todos, la garantía sanitaria, la educativa y, por supuesto, toda la relacionada con el estado del bienestar. Es en eso en lo que hay que poner todos los sentidos, y, claro, lleva razón el presidente, Juanma Moreno, al colocar entre las prioridades la sequía, porque estas lluvias de las últimas horas son un regalo, pero totalmente insuficientes.
Al margen del hecho antes comentado de la visita hoy a Jaén del presidente de la Junta, lo que resulta difícil de digerir porque ya es el pan nuestro de cada día, es la constante refriega política entre los dos partidos principales en la provincia, aunque bien se puede decir que es una traslación mimética de lo que ocurre a nivel nacional. Espero, y creo representar la opinión de otras muchas personas, que este panorama no se prolongue, porque sus consecuencias serían letales. La obsesión de Erik Domínguez por la Diputación y el hecho de que Domínguez y Reyes sean los capitanes generales de sus partidos eleva a categoría a este duelo, el presidente del PP se ha propuesto ser el inquilino del Palacio de la Plaza de San Francisco, pero en más de tres años cualquiera sabe lo que puede dar de sí la política. Les conviene la prudencia, no seguir tan estrictamente la hoja de ruta de tantos asesores y centrarse en la gestión del día a día. El futuro ya llegará. La penúltima cuestión es el caso que se ha dado en Úbeda del sorteo de un vale navideño, que la verdad es que tras ver el video parece un poco raro y de dudosa fiabilidad, de hecho ha dado la vuelta a España, pero a Reyes le ha molestado mucho el ataque al gobierno socialista ubetense y ha criticado la que considera “estrategia miserable del PP” y “estrategia del ventilador”. Qué quieren que les diga, pero seguro que estamos de acuerdo en que hay que predicar con la ejemplaridad.
Y luego está el caso de Jaén, otro episodio feo y sucio que la Justicia debería aclarar, más que nada para que no paguen justos por pecadores. El caso es que el Juzgado rechaza que declare Julio Millán por el caso de los votos comprados, el presunto montaje, o como quiera que se le llame, eso cuando el PP apostaba con firmeza que se daría esa situación. Además, la reprobación municipal hacia Millán, tal como dije, se ha quedado en un mero brindis al sol y empiezo a creer, no me llamen iluso, que al final acabará beneficiando a Millán porque los argumentos son endebles y el papel de la Justicia no acabo de entenderlo, menos su dilación. Por si fuera poco el grupo socialista anuncia más acciones judiciales, llevar a esa instancia la denuncia por falta de información por parte del gobierno municipal. Acabaremos, me refiero a los ciudadanos, reprobándolos a todos por perder el tiempo en los enfrentamientos. Otro día les hablaré del nuevo subdelegado del Gobierno, Manuel Fernández Palomino, que por el momento asiste el hombre a todo lo que es convocado, con mesura, ojalá sepa administrar su papel y actúe de árbitro en una contienda tan penosa, y me quedo corto.
En cuanto a los temas municipales de lo más llamativo de la semana ha sido la visita de la consejera de Fomento para hacerse la foto con el alcalde de turno con el tranvía fuera de las cocheras, otra vez nos enseñan el caramelo. La de veces que hemos observado esta imagen, está en las hemerotecas, y les recuerdo que va para trece años que terminó la obra y se iniciaron unas pruebas que incomprensiblemente frenó un juez. A la sazón había un alcalde que había anunciado que no se subiría a un vagón del sistema tranviario. De aquellos polvos, estos lodos. Todos los alcaldes y todos los consejeros y consejeras, es un clásico que daña la vista en las hemerotecas. Ni me creí las buenas palabras de la anterior consejera, por cierto nefasta para Jaén y actual alcaldesa de Granada, ni tampoco me creo a la actual, porque sus declaraciones, por mucho que las interprete el alcalde en su sentido más beneficioso para los intereses de la ciudad, están llenas de dudas. Dice que ya está resuelto el 40% de la puesta a punto, y que en este año podría funcionar el tranvía al menos en pruebas. Como no es la primera vez, tengo la impresión de que tampoco será la última, no me fío en absoluto y lo que hacen falta son menos visitas para la foto y más celeridad. Parece que piensan lo mismo los socios de Jaén Merece Más, que están, mejor dicho que está, me refiero al presidente, Juanma Camacho, muy pendiente del curso de los acontecimientos, y si él que está en el meollo no tiene garantías, excuso decir lo que pensamos los demás que carecemos de mayor información.
Al gobierno local lo que hay que desearle es suerte, sus éxitos nos beneficiarán a todos, por eso sospecho que debe estar pasándolo mal el concejal Vicente Oya Amate, que se ha metido o lo han enfrentado ante un impresionante marrón, el de la asesoría jurídica municipal, donde los gobiernos, de distinto color, se han ido sucediendo sin entrar a poner orden y concierto en lo que no deja de ser un servicio más, no una isla al margen del Ayuntamiento. Un novelón, con todos sus condimentos, se podría escribir de este servicio y de otros, algunos de los cuales conozco y mejor que anteriores responsables administren la prudencia porque menudo papelón, claro que el que más y el que menos prefiere la táctica del silencio, por si salpica, aquí hay para todos. Incluso quienes han mirado hacia otro lado ante muchas situaciones o simplemente han dejado hacer, en ocasiones con la complicidad o el silencio de los que deberían imponer al menos su criterio, por ejemplo los sindicatos. El Ayuntamiento necesita un cierto rearme, el “dejar hacer, dejar pasar” casi nunca termina bien. Agustín González debería liderar ese esfuerzo, pero creo que también está atado de pies y manos, la política lo inunda todo, y, claro, impide que se actúe como Dios manda.
Me olvidaba señalar otra polémica, cómo no, la de la remodelación de la Plaza de San Bartolomé, para la que el socio Jaén Merece Más ha demandado conocer bien el proyecto. Dicen fuentes municipales que se ha consensuado con los vecinos, y eso está bien, pero me agrada que cada vez que el Ayuntamiento “toque” algo en la ciudad haya reacción ciudadana, esto tal vez quiera decir que no estamos tan ausentes como pudiera parecer. Tengo confianza en la capacidad de trabajo del concejal a pie de calle, Antonio Losa, al que se ve multiplicarse para atender a todo y a todos. La ciudad puede tener muchas incidencias, que las tiene, pero en línea de servicio público en el anterior mandato siempre elogié la diligencia del concejal Francisco Javier Padorno, y Losa Valdivielso pasaba del papel de dóberman en la oposición, principalmente lanzado a la yugular contra el entonces alcalde, a transformarse en gobernante, pasar a los asuntos. No defrauda, se le podrá criticar, como a cualquier otro, pero es uno de los concejales competentes y cumplidores, que se pone el mono de trabajo bien temprano y las veces que lo he visto ha sido de currante.
Ya les hablaré de Fitur y de la presencia de Jaén. Aparte de la polémica con la nueva disposición de la Junta, que la Diputación, hasta ahora reina y señora ha tenido que acatar porque se ha quedado en minoría, lo que me desagrada es que un cambio de gobierno municipal tenga que suponer una nueva estrategia de promoción. Cualquier slogan para “vender” la capital debería ser fruto del consenso, porque menuda imagen la que damos inventando una cada cuatro años. Sinceramente prefiero la que ya teníamos de “Jaén Jaén Auténtica”, me he sentido identificado con ella porque se había llevado a lugares referentes de proyección, a la ahora inventada de “Jaén te está esperando”, que es otra vez empezar de nuevo. No cambiamos, se gastan medios, incluso económicos, que no se tienen, y energías en crear recursos y luego alegremente se olvidan porque a los nuevos políticos, los que sean, o a la política, que todavía sería peor, le interesa su espacio de gloria. No aprenderemos nunca por la sencilla razón de que le hacemos un flaco servicio a la ciudad. Esto no es de ahora, ha ocurrido siempre. Ello no obsta para reconocer que la oferta que la ciudad de Jaén lleva a la Feria de Turismo es novedosa, fresca, quiere ser distinta, aunque al fin y al cabo las fortalezas y los recursos turísticos de la capital son los que son. Hay que desearles que en esta primera experiencia consigan mantener el buen nombre y las expectativas que ya se han conseguido para Jaén, por ejemplo en el ámbito de la gastronomía, que es de lo más atractivo. Sin embargo la Diputación mantiene y en un lugar muy alto su “Jaén, Paraíso Interior”, que igual algún día si llega el PP al organismo provincial, dice de quitarlo porque le parece mal. Y ningún San Antón sin polémica, en algo tenemos que gastar el tiempo. Ya está aquí la bolsa del corredor, no tratemos de nublar los éxitos evidentes con simples cuestiones domésticas, aunque los responsables deben tomar nota, mejorar siempre ha de ser el objetivo.
Foto: Una vez más, y van…El alcalde y la consejera de Fomento de la Junta, con una imagen típica, sacar el tranvía al exterior, ponernos el caramelo en la boca. El tiempo dirá. (Tomada de EFE/JOSÉ MANUEL PEDROSA).