Por ANTONIO GARRIDO / Hoy es siempre todavía. Aparte del poema de Machado y el profundo desencuentro entre Sánchez y Feijóo, como mandan los cánones entre el aspirante a gobernar y el líder del principal partido de la oposición, lo extraño sería que estuvieran de acuerdo, en este día el país miraba al Congreso de los Diputados asistiendo con cierto aburrimiento, por ser conocidas las opiniones de unos y de otros, al trámite de la investidura, puesto que salvo milagros de última hora, qué digo yo, que Puigdemont se levante con el pie cambiado, el líder socialista será investido mañana y en ese momento se habrá acabado la prolongada situación de incertidumbre tras las elecciones del pasado 23 de julio. La nueva situación no va a acallar la respuesta contra la amnistía y todas sus derivaciones, menudo papelón el que corresponde a los parlamentarios socialistas jienenses, como en el resto de las provincias, para poder explicar, en el momento que esto suceda, que el Estado perdona las deudas a Cataluña y desoye el clamor de ayuda que se le hace desde comunidades como Andalucía y provincias como la de Jaén, tan necesitada de casi todo, porque el Cetedex no debemos consentir que sea el único remedio para redimir Jaén. También he sabido, por fuentes cercanas al protagonista, que en la relación de exdiputados y exsenadores del PP, PSOE, UPyD, UCD y CDS, que han firmado el manifiesto en contra de la amnistía en Cataluña a causa del dichoso “procés”, se encuentra un socialista relevante, Cristóbal López Carvajal, que fue concejal en el Ayuntamiento de Jaén en el primer mandato y posteriormente presidente de la Diputación y secretario provincial del partido, para ocupar después durante varios años plaza en el Senado. López Carvajal, al que le va muy bien con la literatura, es autor de “Lirios marchitos”, que tuvo una gran acogida, y ha terminado una nueva novela que quienes ya la han leído la califican con sobresaliente, por tanto está dedicado a esta vocación, aunque sin desvincularse del político que lleva dentro, pero ya al margen de la organización, aunque me temo que también forma parte de los olvidados. Es de sobra conocido que Alfonso Guerra fue uno de sus referentes, con eso creo que está dicho todo.
También hoy mismo, en la Cámara Alta, el senador por Jaén, Javier Márquez ha recordado que en los últimos cinco años el Gobierno no ha hecho absolutamente nada para que el AVE llegue a nuestra capital y provincia. Es lógico que salgan a relucir nuestras pésimas infraestructuras. Reiteradamente, en los últimos tiempos, el diputado del PSOE por Jaén y adscrito a la secretaría de Organización del partido, a quien se le ha visto con la delegación socialista reunida en Bruselas con el prófugo Puigdemont, Juan Francisco Serrano, ha repetido hasta la saciedad que en pocos años tendríamos a Jaén conectada con la Alta Velocidad. Claro, tuvo la precaución de decir unos pocos años. Cada vez les va a costar más trabajo defender lo indefendible. A propósito del tren y tras las quejas que se vienen observando en torno a los servicios de los trenes de media distancia, que presentan incidencias un día sí y otro también, me había olvidado hasta ahora de contarles que desde hace un tiempo es más frecuente ver autobuses que trenes en la estación de Renfe, dado que ante cualquier problema los viajeros son transportados en estos vehículos y cualquiera que lo desee puede observar, porque es bastante frecuente. Vamos, mejor imposible.
Sigue dando que hablar el desencuentro, cada vez más evidente y público, entre la Consejería de Universidades y su responsable, el cordobés José Carlos Gómez Villamandos, y el rector de Jaén, Nicolás Ruiz. En los últimos días, tras las declaraciones del rector considerando “insuficiente” la dotación económica para la UJA han salido en tromba desde la Consejería y cargos públicos del PP negándolo con rotundidad, desmintiéndolo, y le acusan, entre otras cosas, de no mostrar sus discrepancias en los órganos colegiados existentes, como el Consejo Andaluz de Universidades, es más, el consejero ha hecho una llamada al resto de los rectores para que le rectifiquen. En esta tesitura, en la Comisión de Control se ha asistido esta mañana a un ejercicio de propaganda para continuar en esta senda de la confrontación. El presidente provincial del PP y a la sazón diputado en la Cámara andaluza, Erik Domínguez, ha intervenido, primero para elogiar el trato de la Junta para con la UJA con frases rimbombantes, con las cifras ofrecidas por la Consejería, que el rector no reconoce, y con frases rotundas para certificar su mensaje, tales como “el dato mata relato”.
Domínguez ha rechazado el “runrún” que dice que algunos alimentan y que la única verdad es que “la Universidad de Jaén está y estará donde tiene que estar”. Sólo hay un pero en el pronunciamiento de Erik Domínguez, y es que lo mismo dijeron a coro en el PP cuando estaba en vigor el llamado “Modelo Velasco”, que el tiempo se encargó de demostrar que había sido letal para los intereses económicos de la UJA, de hecho siguen vigentes sus lamentables consecuencias, y los populares siguieron manteniendo el relato hasta el final. En resumidas cuentas, un asunto que debería haber figurado entre las prioridades del Acuerdo por Jaén firmado en el Ayuntamiento, y todavía están a tiempo de presionar, porque el alcalde y el rector han comprometido un diálogo franco y el primer teniente de alcalde de Jaén Merece Más, Manuel Vallejo, es al tiempo el responsable municipal para el área de Universidad y catedrático de la institución universitaria para más señas, por tanto que tomen buena nota y se interesen no por ver a quién dan la razón, sino para que la UJA salga todo lo fortalecida que merece con el nuevo modelo.
Lo que también hemos sabido en esta comparecencia propagandística del consejero, para mayor gloria y honor, es que la Junta está dispuesta a apoyar al Cetedex, proyecto al que Villamandos considera ahora “una iniciativa vinculada a sectores tan importantes como la inteligencia artificial y la Defensa”, y que constituye un proyecto de Estado en el que todas las instituciones tienen mucho que aportar. Esta es sin duda una buena noticia, porque la Junta, que en los últimos meses ha dudado del proyecto e incluso se ha permitido comentarios poco procedentes, debe participar al menos como lo está haciendo con la Base Logística de Córdoba, y ahí también esperamos que los políticos del PP en la provincia se batan el cobre para que esto suceda. No queremos ser más que nadie, tampoco menos.
De los asuntos ciudadanos, que hay variados, destacar que hace varios días abrió sus puertas el dispositivo para temporeros, esta vez ha sido el primer centro aperturado en la provincia, disponible en principio para 140 plazas, y con alguna novedad importante como es un servicio telefónico permanente para atenciones. Tampoco se ha querido descuidar la instalación del alumbrado navideño, que ya se va colocando, y en cuanto al Festival de Otoño las previsiones pesimistas han tenido que rendirse a la evidencia. Es mejorable, como casi todo, pero en el programa que se está desarrollando ha habido y habrá espectáculos de bastante nivel, por tanto, a cada cual lo suyo, hay que valorar el trabajo de la Concejalía, de María Espejo y de sus colaboradores, para que en este año 2023 no se rebajaran las expectativas.
Por último les adelanto que este año no habrá presentación de la cerveza especial de Navidad, así lo ha decidido el grupo Heineken, que en los últimos años nos tiene en vilo y ha fallado en varias ocasiones a un acontecimiento social que se remonta a 1982. Era un clásico en la víspera de las próximas fiestas, se trataba de una tradición y un esperado encuentro social, de hecho hay una leyenda que dice que quien no asistía a ese acto multitudinario en la fábrica cervecera es porque no era nadie en Jaén. Un clásico de la innovación y de la creatividad esa demandada cerveza. Una pena porque nos acompaña una historia, sobre todo con la emblemática Alcázar, que también se vistió de Navidad, y cada año era esperada por los establecimientos y los jienenses en general como un rito más de las fiestas, un producto de especial elaboración, con el trabajo de los mejores maestros cerveceros, para brindar en uno de los momentos más especiales del año. Nos la quitan. El nuevo rumbo empresarial no concede importancia al hecho de que una provincia esté tan encariñada con una marca desde hace un siglo. Pero bueno, es lo que hay, vienen los directivos de Heineken y se hacen fotos con los políticos, prometen días de vino y rosas, pero se olvidan. A pesar de todo podremos brindar con una Cruzcampo navideña, made in Jaén.