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Por ANTONIO GARRIDO / No me equivoqué al señalar hace unos cuantos días que el anuncio de la Junta, por medio de su Consejería de Universidad, Investigación e Innovación, en el sentido de que estaba tratando con Hacienda la resolución de las dificultades para cumplir con los compromisos del Modelo de Financiación pactado con las universidades públicas andaluzas, terminaría sin respuesta y mucho menos sin que esa respuesta fuera positiva. Por tanto estaba seguro de que la rectora y rectores mantendrían la convocatoria de su conferencia de prensa de esta mañana en Sevilla, con el acuerdo, ante la evidencia de los hechos, tantas palabras como incumplimientos, de llamar a las puertas del presidente de la Junta, Juanma Moreno, totalmente ausente de un problema vital para la comunidad porque no es un asunto menor asegurar la financiación de las universidades públicas lo mismo que parece que tampoco lo es para quienes nos gobiernan asegurar el crecimientos de las universidades privadas, que en principio no debería ser incompatible, y si lo es, se debe exclusivamente a que la prioridad absoluta sobre cualquier otra es asegurar el funcionamiento como un reloj del sistema público, ese que los rectores, no el de Jaén, como alguna autoridad y el propio PP han pretendido hacer campaña, sino los de todas las provincias exigen, porque más que un problema puntual de lo que se trata es del incumplimiento de un acuerdo del propio Consejo de Gobierno de la Junta, previo consenso con las universidades. Así se fraguó el nuevo Modelo de Financiación, al que fue relativamente fácil llegar, claro que ahora se entiende, los políticos implicados, quisieron propiciar la paz social en las universidades, probablemente a sabiendas de que cuando llegara la hora de la verdad tendrían que asumir la dificultad, pero desde luego lo que no se entiende es que la excusa de todo un gobierno andaluz sea que la Consejería de Hacienda es la que pone las trabas.

Los rectores están unidos, como lo estuvieron a la hora de dar el visto bueno al Modelo de Financiación que ponía fin al lamentable episodio de la etapa de Rogelio Velasco como consejero, el tecnócrata que se había propuesto la irrelevancia para la Universidad de Jaén, pero por fortuna, gracias al levantamiento social con la Plataforma Ciudadana en Defensa de la Universidad de Jaén al frente, no lo consiguió, pero algunas de sus medidas provocaron efectos económicos adversos de los que hasta el momento no se ha resarcido a la institución. En efecto los acuerdos que están firmados por los protagonistas, obligan a la Junta a cumplirlos escrupulosamente y no defender su falta de responsabilidad política tratando de confrontar con los rectores y crear un clima de falta de entendimiento y por supuesto de confianza hacia la institución que es capaz de prometer lo que no parece dispuesta a cumplir. Nos estamos refiriendo a las universidades públicas, con todo lo que significan, son la garantía de una formación de calidad y de eficiencia para nuestra tierra y resulta hasta denigrante que se le traten de hurtar los medios para que respondan a las expectativas que la sociedad tiene depositadas en ellas. Hay fines para los que no puede estar en discusión el trato económico que se les dispense, tampoco estoy diciendo que se derroche el dinero, la comunidad tiene un presupuesto y hay que abordarlo con mesura, pero la Universidad no puede ser objeto de rebajas.

Por supuesto que quien tiene que dar la cara es Juanma Moreno y no quienes se dedican a capear el temporal como pueden pero no son garantes de estabilidad ni de seriedad. Esto es trascendental y merece coherencia y dar la cara. Y no se trata solo de terminar el año de manera satisfactoria, es que para los responsables de las universidades está en el aire el año 2025. En definitiva, ninguna de las universidades y por lo que a nosotros respecta la de Jaén, no puede estar a merced de la mayor o menor voluntad política, hay unos acuerdos y lo que corresponde es exigir que se cumplan, no hay más. Aceptar la oferta de unos recortes, a modo de limosna o una obra de caridad, tal como se ha ofrecido en los últimos días, lo consideran los rectores de unas consecuencias negativas para sus cuentas, sus plantillas y sus políticas de personal. Los rectores se muestran tan serios en su planteamiento que no dudan en estudiar acciones legales si la Junta no rectifica, aunque en este caso rectificar sea cumplir con lo que ella aceptó en su día. Baste señalar que los rectores califican de hecho muy grave que en los presupuestos del próximo año faltan aún 87 millones de euros para dar cumplimiento al modelo de financiación. El panorama no puede ser más pesimista, con permiso de los aduladores al servicio de la causa, aunque perjudique a la provincia.

Ya expresé hace algunos días con respecto a los presupuestos de la Junta para el próximo año, que por encima de otras consideraciones, la línea roja estaba y lo sigue estando en el dinero dedicado a la UJA. Menos mal que tenemos a un rector combativo, Nicolás Ruiz Reyes, que de palabra y obra trata de mantener la lealtad institucional en todas las direcciones, pero es meridianamente claro en la defensa de la institución de la que es responsable, y ese es en efecto su deber, y en ello está desde su campaña electoral y ya obtenido el Rectorado en el mismo discurso de toma de posesión ante el presidente de la Junta con el consejero Villamandos como testigo. En unas declaraciones realizadas para @Cucha Qué podcast, una iniciativa para las redes fresca, valiente y jaenera, que saludamos, el rector ha dicho dos veces: “No me voy a callar, no me voy a callar”, por la sencilla razón de que es la Junta la que incumple, con el dato a destacar de que no se pide más dinero que el aprobado en su día, y es la Universidad la que se perjudica severamente, y con un acento de preocupación añade que si se resiente la Universidad se resiente Jaén y la provincia “y es un torpedo en el costado del principal motor de cambio y transformación de la provincia que es su Universidad”.

Ya no hay excusa, Moreno Bonilla tiene que dar la cara, no puede estar de perfil para que las encuestas le sean favorables, que me parece bien porque ese es otro tema, lo que nos corresponde como jienenses y con todas las fuerzas es defender lo nuestro y además que se note. Y señalar a aquellos políticos que parece que no tienen claras sus prioridades, elegir entre ser de Jaén o estar con Jaén. Repito que todavía quedamos en Jaén rebeldes con causa que no nos resignamos a que se nos nieguen los recursos para fortalecernos y hacernos converger, y el caso es que da la impresión, por mucho que nos extrañe, que los responsables públicos duermen tranquilos. Algunos luchamos en su día por el Colce, hemos estado con el Cetedex, pero por encima de todo no abandonaremos a su suerte a la Universidad porque la experiencia nos dice, y es triste resaltarlo, que la política es poco de fiar. Cuidado, SOS, no crucemos la línea roja.

Foto: El rector de la UJA, Nicolás Ruiz, con el presidente de la Junta, Juanma Moreno, el día de la toma de posesión del primero en el Palacio de San Telmo.

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