Mañana, miércoles, se va a celebrar una reunión en Quesada, donde los críticos del PP de la provincia, con el alcalde de Porcuna, Miguel Moreno, a la cabeza, están dispuestos a poner el punto final a un conflicto que nació la pasada primavera en el controvertido congreso provincial, que oficialmente legitimó a una parte mientras que la otra se ha sentido vencedora moral del cónclave desde el primer momento. Se cerró en falso esa crisis y la nueva dirección, auspiciada por Fernández de Moya y que llevó a la presidencia a un hombre de su confianza, Juan Diego Requena, no ha tenido voluntad real de solucionar un conflicto que se ha ido enquistando y que ha dividido abruptamente al segundo partido en importancia en la provincia, pero no ha sido una fragmentación política, por el contrario ha tenido un grandísimo coste personal, con insultos y descalificaciones de grueso calibre.
Creo que no hay que insistir más en el culebrón porque cualquier jienense que pretenda estar medianamente informado habrá seguido la mayor parte de sus secuencias, incluso en algún momento habrá sentido vergüenza ajena. Todo se resume en una huida hacia adelante del aparato de San Clemente, contra viento y marea, aunque es obvio que no ha podido trabajar en condiciones de normalidad con un PP partido en dos, mientras que la opción de Jaén Adelante con Miguel, lo que ha hecho durante esta etapa es manifestar una actitud de rebeldía frente a lo que ha considerado que era una injusticia, aparte de una actitud contraria a los postulados democráticos de primero de política. Todo el mundo ha podido ver imágenes en las que compañeros de travesía ideológica de toda la vida, se han distanciado, y hay muchos casos en los que las situaciones que se han provocado son irreversibles.
A partir de mañana veremos si los críticos deciden salir del PP, si optan por organizarse como no adscritos o si toman cualquier otro camino. He visto algunos comentarios dando margen a un cierto optimismo de que todavía hasta mañana por la tarde, se pueda producir un acuerdo que no desangre más de lo que ya está, el Partido Popular de Jaén. Creo que ha habido tiempo para evitar llegar a este punto en el que nos encontramos. Resulta especialmente chocante que el presidente regional del PP de Andalucía, Juanma Moreno, que ha hecho desde el primer momento oídos sordos a un problema de gravísimo calado, venga ahora a advertir a los partidarios de Miguel Moreno que cometerían un gravísimo error si dan el portazo. Sin comentarios.
El líder andaluz y todos los que han podido hacer algo para atajar este conflicto, en el momento oportuno, no han estado ninguno de ellos a la altura de las circunstancias, y desde luego el propio Moreno Bonilla es el principal responsable de este punto final, si llega a producirse como parece, porque en repetidas ocasiones le hemos señalado que estaba obligado a resolver esta situación, incluso forzando un nuevo congreso con total transparencia, que aceptaban los críticos y no han sido capaces de asumir los que seguramente han tenido miedo a que se les fuera el poder de las manos.
Pienso, finalmente, que el fondo de esta división es estrictamente político, y por esto duele y molesta más a los cargos públicos y militantes de base que no buscan acomodos vip sino trabajar honestamente en favor de una opción política que se necesita fuerte en la provincia. Pero no, una vez más se han hecho sitio las luchas por el poder, aferrarse a los sillones a toda costa, y en algunos casos mantener el control como si esto se pudiera hacer a perpetuidad. En fin, no sé lo que va a salir mañana de la reunión de Quesada, mi opinión es que en Jaén nadie sobra y que se necesita un PP renovado y útil. Trato de comprender a los que se alzaron con la victoria pírrica en un congreso que no quedará para la historia como ejemplar, y aunque ya he defendido reiteradamente que ninguna de las partes en que se ha dividido el PP jienense ha administrado bien las consecuencias de la cita congresual y la cascada de acontecimientos que se han ido produciendo durante todos estos meses, debe entenderse que uno simpatice mejor con la parte en teoría más débil, esa contra la que se ha cebado el oficialismo con todas las armas a su alcance, con métodos disuasorios cargados de altanería, por eso siempre me ha llamado la atención la que considero dignidad de los rebeldes, que empezaron esta guerra con argumentos y que se han ido cargando de ellos, incluso planteando acciones judiciales y medidas disciplinarias para altos responsables del PP de Jaén, porque los aparatos son tan soberbios y las personas mucho más, dónde va a parar, que prefieren que un partido muera en el combate, a que ellas mismas tengan que rendir cuentas o, faltaría más, someterse a las más elementales reglas de la democracia para que en libertad las bases decidan. Qué sencillo y qué caro se vende. Suerte.
Foto: Miguel Moreno con las personas que le siguen no se han rendido desde el congreso provincial del PP. Mañana tienen una cita muy importante en la que es posible que den un portazo en el que ha sido su partido durante muchos años.