Por ANTONIO GARRIDO / En el momento final, cuando el expediente está a punto de ser enviado al Gobierno de España para que lo presente a finales de este mes en el Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco, a celebrar en París, es decir, in extremis, surge la noticia de que hay organizaciones agrarias, de Jaén por más señas, aunque han implicado al conjunto de las mismas en la comunidad autónoma, que se oponen a que el Paisaje del Olivar Andaluz sea declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO. No me lo puedo creer, especialmente porque se llevan nada menos que ocho años, desde el inicio mismo en que se empezó a armar un expediente que todo el mundo coincide en que ha resultado modélico y en el que es cierto que la Diputación Provincial de Jaén fue la impulsora pero ha logrado durante todo este tiempo transcurrido concitar el consenso de otras diputaciones, en concreto las de Córdoba, Granada, Sevilla y Córdoba, igualmente vinculadas con el olivar, y lo mismo ha ocurrido con las universidades andaluzas y otros diferentes colectivos relacionados con el olivar andaluz. En los últimos años, de hecho, se le ha dado un particular protagonismo como lema promocional de muchas actuaciones y de la propia Expoliva, al “Paisaje del Olivar, Patrimonio de la Humanidad”, para reivindicar un objetivo que parecía estar cada día más cercano, el reconocimiento al olivo, a su paisaje y a todo lo que supone para la economía y la cultura de muchos territorios, especialmente para Jaén, porque por algo somos la provincia con mayor extensión, con nuestro bosque olivarero, y la mayor productora de aceite de oliva del mundo, gracias a nuestros 66 millones de olivos, que lo dicen todo.
Hasta ahora no se tenían noticias de que existiera ningún pronunciamiento en contra, por tanto las alegaciones que han presentado las organizaciones agrarias Asaja, Coag y Cooperativas Agroalimentarias, ha constituido una clamorosa sorpresa. En tanto que otra organización, UPA, sí se muestra a favor y apoya que salga adelante. Sería lamentable que detrás de esta negativa pudiera existir, no digo que lo haya, un sesgo ideológico, porque no se entiende que tras ocho años de recorrido, en el que ha habido tiempo suficiente para informarse de pros y contras, incluso era una obligación hacerlo, se haya esperado a la ultimísima hora, para alegar, con lo cual el expediente corre peligro y no digamos lo que habría que lamentar el esfuerzo realizado por muchas personas, el dinero invertido, en definitiva ocho años dando forma a un documento que lleva cientos de horas de impulso, imaginación y pasión para procurar que algo tan nuestro tenga la consideración de universal.
Puedo entender al menos en parte las razones esgrimidas por las organizaciones que se oponen, sobre todo si es que ha habido algún cambio de última hora que no cuadre, porque no quiero pensar en ocultismo o de opacidad en el documento final, pero desde luego no es el momento procesal para oponerse, llegan fuera de plazo y el daño que pueden ocasionar es irreparable. Es verdad que una declaración de estas características, cuando la UNESCO aprueba un expediente, plantea unas exigencias, pero no es fácilmente entendible que en este caso vayan contra algo tan elemental como la economía de los territorios. Tenemos un ejemplo palmario que nos puede servir aunque se trate de otro supuesto. Las ciudades de Úbeda y Baeza fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad va a hacer veinte años, y por supuesto que llevaba aparejadas unas determinaciones, pero nada que entrara en el terreno de lo imposible, ambas poblaciones monumentales se adaptaron a las circunstancias y ahí las tenemos saboreando el éxito y cada vez más orgullosas del logro. Por eso digo que la declaración no es completamente gratis, pero también pienso que los beneficios superan a los perjuicios, en el caso de que los hubiera.
Las organizaciones que alegan lo hacen, fundamentalmente, porque interpretan, demasiado tarde por cierto, que puede haber limitaciones y obligaciones que afecten a los agricultores, ganaderos y propietarios de las zonas afectadas, que bien se conoce que no es solo Jaén sino el resto del olivar andaluz, por tanto pudiera darse el caso de que nosotros seamos los promotores y al final nos quedemos fuera por esta exigencia, que no digo que esté o no justificada, pero en todo caso es manifiestamente tardía. Dicen más en las alegaciones las organizaciones agrarias Asaja, Coag y Cooperativas Agroalimentarias: “No debemos olvidar que estamos hablando de explotaciones agrícolas que han de ser rentables económicamente, sin que nos conste cuáles serán las supuestas ventajas del POA (Paisaje del Olivar Andaluz) para los agricultores, ganaderos y propietarios”. Y además ponen de relieve un razonamiento, que debería estar jurídicamente reglamentada la fórmula de salir del POA en el momento en que los propietarios pudieran estar interesados en ello. No queda ahí el panorama, las organizaciones, ya conformadas como tales en el conjunto andaluz, insisten en la oposición “siempre y cuando no conlleve la inclusión de 144.000 hectáreas de olivar en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz”, al tiempo que consideran innecesario imponer restricciones y limitaciones a un sector, dicen, “para favorecer los intereses de otros sectores como el turístico y menos bajo el pretexto de conservar un paisaje y una cultura por la que ya velan sus legítimos propietarios en virtud de su función primera y esencial, la objeción de la aceituna de la mejor calidad para la producción de aceite o para su transformación en aceituna de mesa”.
A todo esto también aparece en escena la Junta, el delegado del Gobierno en Jaén, Jesús Estrella, manifestando “sorpresa y preocupación”, pero la Junta ha estado en la mayor parte del proceso, tal vez se ha perdido alguna reunión, pero no debería alegar ignorancia, salvo, insisto, que se le haya ninguneado y no lo creo. De hecho el mismo portavoz del Gobierno andaluz se ha decantado por el acuerdo porque es bueno para Jaén. No me gusta el cariz que toma este asunto, y desde luego lamentaría que por razones que no entiendo también lo convirtieran, cómo no, en un asunto más de la trinchera.
Me consta que se ha liado una buena, que el presidente de la Diputación y padre de la criatura, Francisco Reyes, que no se va a llevar la declaración de Paisajes del Olivar a su casa cuando termine su etapa política, está molesto porque en este empeño ha habido que dedicar una importante cantidad de dinero público, de hecho se ha programado para mañana una reunión técnica de las partes implicadas en el expediente para tratar de frenar esta discrepancia en el minuto final. Sería muy grato que las aguas volvieran a su cauce. Pienso que la declaración que se persigue trata de dar valor a nuestro más rico y ancestral patrimonio. Las organizaciones agrarias son muy importantes, los propietarios olivareros por supuesto que también, pero no olvidemos que ha sido en las últimas décadas, y no siempre desde el sector, tradicionalmente muy conservador y ajeno a los cambios, y en gran medida se sigue resistiendo, no cantemos victoria, por eso hemos perdido y perdemos tanto valor añadido y la provincia no se ha beneficiado de una riqueza tan potente, que seguramente en otras regiones más valientes y lanzadas hubiera dado otros resultados. Termino, este no es un tema político, es un asunto de reconocimiento a lo nuestro, de autoestima y de sentimiento, de valorar lo que históricamente ha sido el olivo en la vida de Jaén. Es verdad que hay que mirar por el mar de olivos y al tiempo por la gente que lo habita, al final las personas deben tener más peso en las decisiones, pero en lo que nos ocupa siempre hemos entendido que la declaración era buena para Jaén. Que ahora lleguemos a la conclusión de que no es así, decepciona y nos hace pensar en ese Jaén irremediablemente atado al pasado y al que tanto le cuesta dar pasos hacia adelante.
Cambiando de tema, el portavoz del Gobierno andaluz ha anunciado que el próximo día 24 la reunión del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía tendrá como escenario la capital jienense, concretamente la sede del Museo Íbero, quiero decir el que será en su día. Es la tercera vez que concurre esta circunstancia, primero fue en Úbeda, el compromiso de los 810 millones que nunca se vieron por ninguna parte; después en Linares, parece que con mejores resultados, pero poco determinante, ahora vamos a saber con qué nos sorprende Juanma Moreno y su equipo. En mi opinión, y puedo estar equivocado, se trata de que le han visto las orejas al lobo. Por un lado la decisión tardía del candidato al Ayuntamiento, de otro la directa que ha metido el equipo de gobierno socialista que está teniendo un golpe de suerte, más aún desde que vino Pedro Sánchez con el Cetedex bajo el brazo, y, por si faltaba poco, porque a muchos jienenses no se les ha olvidado, porque ayer mismo se firmó en Córdoba el convenio para la Base Logística del Ejército, sí, el famoso Colce del que nadie quiere que se hable, en donde la Junta se ha retratado bien económicamente y también fue desleal porque no siguió al pie de la letra el acuerdo unánime del Parlamento andaluz. Desde entonces todas las decisiones parlamentarias me parecen vacías, se quedan en simples brindis al sol. En su reciente paso por la ciudad, y a pesar de que todo transcurrió en positivo, alguien le debió pedir ayuda al presidente, de la Junta y del PP, que no se olvide, porque los populares necesitan apoyo e impulso. Veremos el martes próximo en qué se concreta. Las espadas para el 28 de mayo están en alto.
A propósito, resucita Ciudadanos, ya se conoce el nombre de los tres componentes de la lista que presentó en su día este partido y que pasarán a formar parte del equipo de gobierno, con lo que le dará mayor estabilidad. Mal momento el elegido, porque no hay tiempo material para diferenciarse y el PSOE los engullirá, esto es lo normal, pero al menos hay una base que se supone tendrán en cuenta en el partido naranja para la lista de los comicios locales. Y en el nuevo Ciudadanos nacional, del que han desaparecido las personas que hasta ahora eran referentes, se mantiene y toma protagonismo un político de casa, el alcalde de Porcuna, Miguel Moreno Lorente, ejemplo de militante que se ha mantenido contra viento y marea, y también ejemplo de alcalde, da gusto ver cómo ha puesto a su pueblo. Hablando de listas, hay cierto interés en que Jaén Merece Más despeje cuanto antes su incógnita, vale que el PP que tiene sus órganos de poder fuera se haya retrasado, pero que un partido que tiene plena autonomía para decidir parezca que se lo sigue pensando carece de explicación. El tiempo es oro y recuerden el refrán: quien da primero, da dos veces.