Por ANTONIO GARRIDO / El nuevo gobierno andaluz designado hoy por el presidente de la Junta, Juanma Moreno, tiene una parte de continuidad y algunas caras nuevas, entre ellas de personas, provenientes de la política, que son suficientemente conocidas y que era de esperar que el líder del PP las incluyera en su equipo. No es el momento de hacer una valoración general de conjunto del nuevo ejecutivo, en primer lugar porque hay que dejarles un margen de tiempo suficiente para verlos actuar, por lo que a nosotros respecta en relación con su trato al territorio de la provincia. Ahora bien, no me puedo resistir a comentar que a primera vista hay impresiones favorables y otras que no lo son tanto, mientras que algunos nombres tendrán que ganarse el crédito con lo que hagan en el transcurso de los próximos cuatro años.
A priori, y esto me parece positivo, se ha cumplido el pronóstico de ver convertida en consejera de Salud y Consumo (ya no es Familias) a Catalina Montserrat García Carrasco, que era el relevo natural de Jesús Aguirre para este cargo, aunque en los últimos días se habían disparado las especulaciones en otra dirección. Lina es una persona valiosa, ya se le veían maneras desde que ocupó la Alcaldía de Jimena y en un momento de enormes dificultades ha realizado un gran trabajo, y, para los jienenses lo más importante, es el principal aval para que el proyecto de la Ciudad Sanitaria de Jaén siga sus pasos y lo veamos definitivamente avanzar en la actual legislatura, con las obras en marcha y como una infraestructura que será de trascendental importancia como fortaleza de la sanidad pública de calidad en la provincia. Se trata de una política experimentada que ha pasado por todas las escalas, desde las Nuevas Generaciones, un pequeño ayuntamiento y en la oposición, el de Jimena, hasta conseguir la Alcaldía, la portavocía de su grupo en la Diputación, la vicepresidencia del PP, el Parlamento andaluz, la portavocía en la Comisión de Sanidad…Hubo un tiempo en que a esta enfermera de profesión se le promocionó mucho, luego se bajó el listón, pero a la postre resurgió como ave fénix, y hasta hoy, una trayectoria en progresión y en una persona sencilla, dialogante, de buen trato, a la que nunca se le subió la política a la cabeza. Lina García ha sido en junio el número 2 de la lista por Jaén al Parlamento, tras Juan Bravo, y no solo va a ser la cuota jienense en el nuevo gobierno andaluz, será también, estoy seguro y confío plenamente en ello, una embajadora de los intereses de la provincia a la hora de adoptar decisiones políticas. Por cierto, la despedida de Bravo del gobierno también ha sido una exhibición de sus buenos modos, con la mochila a cuestas, donde dice que se lleva todas las enseñanzas de estos últimos apasionantes años. Los que vienen no van a ser menos.
Aunque la principal incógnita estaba en esta ocasión en la persona que iba a escoger el presidente para la responsabilidad de Universidades, ahora bajo la denominación de Universidades e Innovación, y Moreno Bonilla ha optado por un cordobés (hay tres cordobeses en el gobierno, vaya con Córdoba), pero no uno cualquiera, sino alguien con el que ha mantenido relación durante los últimos años, y, aunque independiente, muy cercano a los postulados que ha mantenido la Junta respecto al modelo de financiación. Se trata del catedrático de la UCO, pero que ha sido rector durante los últimos ocho años, hasta hace dos meses, José Carlos Gómez Villamandos, personalidad universitaria con amplio bagaje ya que ha sido también presidente de la CRUE (Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas). Con los elementos de juicio que tengo por el momento, es decir, por su trayectoria y sus opiniones, reflejadas en los últimos meses en los medios de comunicación, casi me atrevería a considerarlo un Rogelio Velasco 2. Tiene que demostrar que no tiene eso que un amigo llama jaenofobia, pero de no ser así, se encontrará con la sociedad civil empoderada para luchar en favor de su UJA.
Les comento algo de la personalidad del nuevo consejero, para ayudarles a entender que en este momento nos debe animar una cierta inquietud. En primer lugar, para ir directamente al fondo del asunto, ha dicho con toda claridad que la defensa de las bases del nuevo modelo de financiación de las universidades no admite dudas, y, claro, para confirmar su teoría, se ha sabido explícitamente que la Universidad de Córdoba, la suya, será la más beneficiada con el nuevo modelo de financiación, porque recibirá un 9% más, pasando de 121,3 millones a 132,5. Según él ha venido defendiendo desde 2014 el criterio de que la investigación y la transferencia sean vitales en el reparto de los fondos. Dijo más, que había que buscar que ninguna universidad, casos de Jaén y Huelva, quedaran descolgadas, pero reiterando que la UCO y él mismo estaban “de acuerdo con el concepto y las bases del nuevo modelo”. Tomen buena nota.
Recordemos también que en marzo de este año supimos del SOS de la UJA gracias a unas declaraciones de su rector, Juan Gómez, en el sentido de que el modelo era muy perjudicial y producía “enormes desequilibrios”, que abocaría a que la institución jienense tuviera “dificultades estructurales”, con evidente repercusión en el desarrollo de la provincia. La Plataforma Ciudadana en Defensa de la UJA acusó al entonces rector cordobés y hoy consejero de romper el acuerdo entre los rectores, al que se llegó el 6 de abril, con la idea de no entorpecer la campaña electoral y volver a negociar cuando tuviéramos nuevo gobierno. La citada Plataforma consideraba que las declaraciones de José Carlos Gómez “ataca directamente a la UJA, la asfixia económicamente y la condena a una muerte lenta”.
Dicho lo anterior les pongo en otros antecedentes que en parte también nos conciernen. En los medios cordobeses se ha resaltado mucho como uno de sus méritos su trabajo en la UCO, considerado clave, para la consecución de “uno de los proyectos más importantes para Córdoba en los últimos años, como es la Base Logística del Ejército de Tierra (BLET), que promueve el Ministerio de Defensa”. El Colce para que lo entendamos. Por ello recientemente recibió una importante condecoración del Ejército, la Gran Cruz al Mérito Militar. Sigan tomando nota, porque ha sido partícipe del éxito de su ciudad y al tiempo el sonado fracaso para las aspiraciones de Jaén.
El propio Gómez Villamandos, ha reconocido recientemente con todos los honores al rector de Jaén, Juan Gómez Ortega, con la distinción Abderramán III, como agradecimiento por su labor al frente de las Universidades Públicas de Andalucía. Para algunos puede ser difícil de entender que el mismo que te fastidia te premie, pero la política, y también la política universitaria, depara estas sorpresas. De modo que con estas referencias en las que podría extenderme, pero no lo considero necesario, haremos bien en estar expectantes, porque es público y notorio que se trata de un firme defensor del modelo de financiación que castiga a la UJA y la sociedad civil con su Plataforma al frente, tendrá que estar preparada si llega el momento. Es difícil que una persona con estos planteamientos tan definidos cambie de parecer, pero lo mismo que planteo algunos interrogantes lo felicitaré con toda efusividad si su primer objetivo es lograr un acuerdo que satisfaga a todas las universidades, también a la nuestra, para hacerla crecer y seguir dando respuesta al futuro de la provincia.
Poco que decir por ahora de los demás consejeros. Carmen Crespo conoce bien el campo jienense. Patricia del Pozo pasa de Cultura, donde se le vio poco, a Desarrollo Educativo, donde esperamos verla algo más. La continuidad en Fomento de Marifrán Carazo no es para echar cohetes, no se puede decir que Jaén haya sido beneficiada con su gestión. A Turismo, Cultura y Deporte llega Arturo Bernal con la experiencia de gestor, y al exalcalde de Córdoba, un conocido entre la familia de los populares andaluces, José Antonio Nieto, se le encomienda Justicia, y el principal reto, que forma parte de la deuda histórica de la Junta con Jaén, es el Palacio de Justicia. Esperemos que este político experimentado haga sus deberes, si saca adelante este proyecto ya merecerá la felicitación más entusiasta.
Lo dicho al principio, este es un comentario de urgencia con la mirada de Jaén. Demos tiempo al tiempo. Hace unos días le demandaba sensibilidad con esta provincia al presidente Juanma Moreno. Pero no solo a él, también a sus consejeros y consejeras, para que la lista de agravios no aumente y en lo posible se vayan dando respuestas, todas las que nos prometieron en la pasada campaña.
Foto: De acuerdo con lo esperado, Catalina García Carrasco es la nueva consejera de Salud y Consumo.