VICECONSEJERA DE SALUD. El primer Consejo de Gobierno de la nueva Junta de Andalucía, reunido hoy en Antequera, ciudad emblemática para el nacimiento de la autonomía, ha dado respuesta a uno de los compromisos del presidente Moreno Bonilla, junto a sus socios de Ciudadanos, la supresión del polémico impuesto de sucesiones, en el que tan combativo se mostró el PP cuando estaba en la oposición en tanto que Ciudadanos logró sacar adelante algunas mejoras cuando apoyaba al ejecutivo de Susana Díaz. Además se ha designado al siguiente escalón a los consejeros, que son los cargos para ocupar la responsabilidad de las distintas viceconsejerías. Ya habíamos señalado que entre los nombres que se barajaron en un primer momento y que figuraban en la tarde de ayer en algunos medios de comunicación andaluces, no figuraba ninguno de la provincia de Jaén, que por otra parte se ha quedado sin competencia en Consejerías, la única provincia andaluza en tales circunstancias. Se puede valorar como se quiera, pero este dato es incontestable y cuando el argumento que se ha utilizado desde algunas instancias de los partidos en el gobierno es que se ha escogido a los mejores para desarrollar las diferentes competencias, sin pensar en el reparto territorial, Jaén queda todavía en peor lugar.
Pese a todo lo anterior hoy nos hemos encontrado con la sorpresa, ciertamente favorable, dentro de lo que cabe, cómo no, de la designación de una jienense para ocupar la viceconsejería de Salud, para colaborar estrechamente con el nuevo consejero, Jesús Aguirre. Se trata de Catalina Montserrat García Carrasco, que durante los últimos años ha acumulado currículum y experiencia porque ha sido concejal y alcaldesa de Jimena, diputada provincial y portavoz en la Diputación, parlamentaria andaluza y senadora por la comunidad autónoma. Precisamente en la última legislatura en la Cámara andaluza ha sido la portavoz de Sanidad en una comisión en la que era presidente el diputado autonómico del PP de Jaén, Miguel Ángel García Anguita.
SU CARRERA POLÍTICA. Lina García, enfermera de profesión, nació hace 49 años en la población barcelonesa de Hospitalet de Llobregat y tiene excedencia en la Residencia Santa Teresa de Jaén. Su principal incursión en la política se produjo de la mano de José Enrique Fernández de Moya, que la aupó en el año 2012, para las elecciones del 25 de marzo, al número uno de la candidatura autonómica. Procedente de la Diputación, fue la suya una subida meteórica, el partido le hizo una promoción excepcional ese año en que la lista al Parlamento la completaban José Antonio Miranda, una imposición de Javier Arenas, y tras él Amelia Palacios, Miguel Contreras y Ángeles Isac. Tal era su estrella que incluso su presencia llegó a preocupar a los socialistas, de hecho durante unas semanas García Carrasco se vio obligada a dar todo tipo de explicaciones sobre su patrimonio de viviendas, en el que le achacaron que entre otras era propietaria de una de protección oficial. Ya en el Parlamento andaluz, incluso accedió, algo que está reservado para políticos vip, al puesto de senadora en representación de la comunidad autónoma, donde continuó hasta 2015, cuando expiró el mandato andaluz. Tras estos años se fue apagando su protagonismo, aunque en los comicios autonómicos de 2015 volvió a la lista, pero esta vez en el número dos, tras Miguel Ángel García Anguita, que era a la sazón secretario provincial del PP jienense, en tanto que los puestos 3 y 4 se reservaban a José Antonio Miranda y Amelia Palacios. En tanto que en las recientes elecciones del 2 de diciembre, ha sido relegada al quinto puesto, tras el secretario provincial Francisco Palacios, ocupaba pues un puesto en el que el partido ya no contaba con su salida.
Ha sido pues el ejemplo de una carrera al principio fulgurante y después en descenso, lo que seguramente hay que anotar en las circunstancias extraordinarias en las que se ha movido el PP jienense, donde algunos de sus principales cuadros se han mostrado críticos con la dirección provincial. Todo hace indicar por tanto que su designación hoy como viceconsejera no ha sido peleada por Jaén sino que se trata de una decisión de Sevilla, del ámbito del propio presidente Juanma Moreno y el nuevo consejero de Salud, el cordobés Jesús Aguirre. No ha habido más designaciones de jienenses, ni por parte del PP ni de Ciudadanos, que se van a tomar tiempo para renovar los numerosos cargos de la administración andaluza, también en el ámbito de cada provincia.
HACER AHORA LO QUE DEMANDABA ANTES. Lina García tiene en consecuencia una buena trayectoria como parlamentaria, y especialmente en los últimos años que, seguramente por su formación profesional, se ha ocupado de los temas de salud. Ella ha sido la responsable en cada momento de ir denunciando los problemas sanitarios de la provincia, ha reivindicado la Ciudad Sanitaria y ha defendido la misma ante el propio presidente Moreno Bonilla. Su papel durante todo este tiempo ha sido el de exigir mejoras sanitarias en la provincia, ha hecho desde la oposición un marcaje exhaustivo del funcionamiento de la sanidad y en repetidas ocasiones ha pedido la dimisión de la hasta ahora delegada de Salud, la socialista Teresa Vega. Es de suponer que tiene su hoja de ruta bien definida, simplemente se trata de llevar a cabo todo lo que según sus denuncias no ha hecho el anterior gobierno más las iniciativas propias, con eso ya tendría trabajo para algún tiempo al frente de la viceconsejería, de común acuerdo con la persona que se nombre para la delegación provincial. No cabe duda de que hay margen de mejora, empezando por la eliminación de las tres camas, que el PSOE no ha sido capaz de suprimir aunque se ha comprometido reiteradamente a ello, y continuar con la situación de El Neveral, las enormes listas de espera, los planes de verano, el éxodo de los enfermos por falta de determinadas asistencias en Jaén, en fin, todo lo que ella ha lamentado en los últimos años y ahora se le presenta la gran oportunidad de resolver, y es de esperar que lo haga en un plazo prudencial de tiempo. El principal reto, en el que tiene empeñada su palabra el propio presidente de la Junta, Moreno Bonilla, es retomar el olvidado proyecto de la Ciudad Sanitaria.
El momento no puede ser más favorable, un presidente que ha dicho antes de las elecciones que está por la labor, y un consejero, el señor Aguirre, que tiene hilo directo con el presidente del Colegio Oficial de Médicos de Jaén y de Andalucía, Emilio García de la Torre, ya que este colegio profesional ha abanderado desde el principio esta reivindicación para la capital, que en un momento determinado asumió el PSOE y a la que tiempo después abdicó argumentando dificultades económicas para emprender un proyecto de estas características. En este momento los astros parecen estar alineados y se produce una oportunidad que Jaén debe saber aprovechar.
REACCIONES. Las primeras reacciones tras la designación como viceconsejera de Lina García no se han hecho esperar. El presidente provincial del PP, Juan Diego Requena, a pesar de que nada hace indicar que el partido haya tenido arte ni parte en el nombramiento, lo ha celebrado y piensa que vendrá a “dignificar la sanidad”, un área en la que con Jaén señala que hay una deuda pendiente, por lo que considera que la llegada de esta política al cargo “es una grata noticia”. También subraya la importancia de que en esta misma Consejería se haya incluido Familias, una competencia nueva que abre expectativas y que tendrá que hacerse poco a poco en esta legislatura que ahora se inicia. También se ha expresado el alcalde de Jaén, Javier Márquez, que asume su cuota de poder político dentro del PP de Pablo Casado, indicando que esta designación supone la posibilidad de priorizar las demandas de los jienenses “en una materia tan maltratada por el PSOE como ha sido la sanidad pública”, al tiempo que se felicita porque se puede lograr la tan demandada Ciudad Sanitaria, de la que indica que es para el Ayuntamiento “una prioridad absoluta”.
Termino como empecé, a Jaén le ha “tocado” un segundo premio, una viceconsejería, que no tiene todas las competencias porque depende del superior, pero es un puesto que en otro ámbito de protagonismo permite actuar y dar respuesta a las aspiraciones de la capital y provincia. Lo normal, insistiré una vez más en ello, hubiera sido distinguir a Jaén para la gestión de una Consejería, pero ya que no ha sido posible, y no hay vuelta atrás, ni este nombramiento supone ninguna rectificación del trato dispensado a Jaén, lo que corresponde es desear éxito a Lina García Carrasco, sobre todo para que responda a todas las necesidades de la comunidad, pero nunca olvide que Jaén tiene un déficit que ella bien conoce y que este nuevo gobierno tiene la oportunidad histórica de combatirlo. Claro que para finalizar es de suponer que la nueva viceconsejera ya debe saber y no sé si ello le preocupa, que una cosa es estar en la oposición donde casi todo vale y otra muy distinta desarrollar actuaciones de gobierno. Ojalá que tenga éxito porque ese será el mejor reflejo de que Jaén progresa.
Foto: Catalina Montserrat García Carrasco, nombrada viceconsejera de Salud de la nueva Junta de Andalucía.