Por ANTONIO GARRIDO / Las alocadas prisas del mundo en que vivimos impiden muchas veces detenerse de vez en cuando a rendir tributo a las cosas buenas que tenemos alrededor. Nos pasamos el tiempo, sobre todo, tratando de vencer los problemas y dificultades del día a día y restamos mérito a lo verdaderamente importante, y, si nos damos cuenta, que puede ser, vamos dilatando ese objetivo de dedicar tiempo a las grandes conquistas que nos han hecho un pueblo grande y con motivos para sentir orgullo.
Pues hoy, 1 de julio, se celebra el Día de la Universidad de Jaén, porque fue un día 1 de julio de 1993, hace pues 31 años, ya se nos va haciendo mayor, cuando se publicó en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía el decreto de su creación.
Viéndolo ahora con el paso del tiempo me reitero en mi impresión de siempre, la Universidad ha sido lo mejor que le ha pasado a Jaén, yo suelo exagerar tal vez a la hora de acotar fechas y suelo decir que esto es así al menos desde los Reyes Católicos hasta hoy. No hay empresa más grande, sobre todo mirando al futuro y aunque sus beneficios ya son percibidos por la sociedad jienense, es cierto que aún valoraremos más su presencia a medida que pasen los años, pero su existencia y su pujanza entre nosotros imprime carácter.
La ley de creación de la Universidad de Jaén fue pensada como instrumento de transformación social para desarrollar y orientar el potencial económico, cultural y científico de la sociedad de la provincia de Jaén. Para ser, en definitiva, el motor para el progreso de la provincia, ni más ni menos, la que propicie el cambio mental y material.
Al hablar de la Universidad hay que recordar los pasos previos, el Colegio Universitario dependiente de la Universidad de Granada, los lazos históricos de Jaén con la institución granadina que era nuestro referente, por no remitirnos a siglos atrás cuando tuvimos la afamada, vieja e influyente Universidad de Baeza, y durante un tiempo en la propia capital creada por los Agustinos, pero las dos tuvieron punto y final. En Baeza quedan los rescoldos de la tradición universitaria, y el dicho que nos la recuerda: Lo que no da la naturaleza, ni Salamanca ni Baeza.
Foto: De izquierda a derecha Manuel Parras Rosa, el consejero José Carlos Gómez Villamandos, Nicolás Ruiz Reyes, el rector de Córdoba Manuel Torralbo Rodríguez, Juan Gómez Ortega y Luis Parras Guijosa, en la toma de posesión del actual rector de la UJA.
Y en el caso de la Universidad de Jaén, desde el principio sabíamos que era un instrumento que iba a cambiar la vida de mucha gente, como se ha demostrado desde el año 1993 con la salida de tantas generaciones UJA que son el orgullo colectivo de esta tierra.
Quiero resaltar por ser de justicia la apuesta de un político que ya no lo es, jiennense además, con el que su tierra estará en deuda permanente, Antonio Pascual Acosta, el consejero de Educación en el momento crucial y que salvó todos los obstáculos, que los hubo, para sacar adelante la ley, imponiendo el criterio frente a los sectores, que sigue habiendo hoy y tratan de hacer ruido, de que sólo haya unas cuantas universidades y florecientes, frente a los que defienden, la virtualidad de instituciones académicas como la de Jaén, cercana a la gente, expresión de la igualdad de oportunidades y potente palanca para el desarrollo socioeconómico del territorio. El actual rector, que lleva un año al frente de este liderazgo, Nicolás Ruiz Reyes, se impuso como reto y está actuando en esa direccion, un vicerrectorado con la denominación de Desarrollo Territorial, y es un gesto que se entiende como un compromiso, porque el motor existe, pero hay que ponerlo en movimiento, hay que articular a toda la provincia en torno a su institución universitaria. Mucho trabajo aún por hacer.
La apuesta ha merecido la pena. De todas maneras permitan que les diga, que al más puro estilo Jaén, entiendo que no es que no se valore la importancia de poseer una Universidad propia, que sí a nuestro estilo, forma y manera, pero está lejos de recibir lo que merece y necesita, el reconocimiento de todos, la predisposición de algunos sectores, que deben estar para algo más que las fotos, porque de ellos depende en gran medida su fortaleza. Cuando sólo la Universidad puede poner a Jaén en el lugar que le corresponde y constituye la última y definitiva esperanza de este Jaén nuestro a veces aplanado y todavía con poca fe en sus recursos.
Aprendamos de quienes nos enseñaron, como Miguel Hernández: “Jaén, levántate brava…”. Mi enhorabuena a la Universidad, con sus ya cuatro rectores a la cabeza, Luis Parras, Manuel Parras, Juan Gómez y Nicolás Ruiz, cuatro personas distintas pero unidas por un proyecto que tiene que ser la tabla de salvación de Jaén. Luis Parras desempeñó el cargo de presidente de la Comisión Gestora de la UJA desde 1993 a 1997. Concurrió a las primeras elecciones de la Universidad de Jaén en 1997, ganándolas, y continuó siendo rector hasta 2006, en un segundo mandato. Asimismo, Manuel Parras Rosa ganó sus primeras elecciones en 2006 y también se mantuvo en el cargo hasta 2015 tras agotar una segunda etapa. Desde 2015 hasta el pasado año 2023 fue Juan Gómez Ortega quien desempeñó su labor como rector de la UJA, exactamente desde el 7 de abril de 2015 al 14 de junio de 2023, ya que al día siguiente apareció en el BOJA el nombramiento de Nicolás Ruiz Reyes.
Cuando paso por la UJA y veo sus modernos edificios, ese Campus que da envidia y sobre todo esos miles de alumnos y profesores que le dan vida, siento alegría y orgullo como hijo de esta tierra, también porque mis hijos se han formado en ella y espero que lo hagan mis nietos.
La hemos visto crecer vigorosa en sus principales tareas de transmisión del conocimiento y de investigación, pero también de implicación con la realidad social, económica y cultural de la provincia, y frente a los riesgos, que existen, de quienes pretenden negar las evidencias, pongo en valor la vitalidad de la UJA, escalando peldaños en la consideración de los rankings nacionales e internacionales. Por esta razón es absolutamente indispensable que cualquier acción de los poderes públicos solo vaya encaminada a hacerla crecer y ser más útil a la provincia, y no a cortarle las alas o lastrar su desarrollo. Este mensaje es el que tiene que calar hondo en la sociedad de Jaén, porque es lo mejor que tenemos y nuestro deber es su defensa y contribuir a hacerla todavía más grande de lo que es. Y es, sobre todo, futuro para Jaén.
Foto: Cuatro rectores ha tenido la Universidad de Jaén desde su nacimiento: Luis Parras, Manuel Parras, Juan Gómez y el actual Nicolás Ruiz.